Este cuento narra la historia de un niño desobediente llamado "el niño del No" que siempre hacía lo contrario de lo que le pedían. Un día dejó abierto el grifo del lavabo y se convirtió mágicamente en una gota de agua, viajando por las tuberías hasta llegar a un río subterráneo donde otras gotas le explicaron que trabajaban juntas para crear electricidad. El niño se negó a ayudar al principio, pero luego se unió a las gotas y comprendió la importancia de ahorrar energía.