Este documento enfatiza la importancia de una pedagogía basada en el amor, la proximidad y el apoyo emocional para los estudiantes. Sugiere que la educación debe centrarse no solo en los aprendizajes académicos, sino también en mejorar la autoestima de los niños y hacer que experimenten más emociones positivas que negativas. Además, señala que la sonrisa de los estudiantes y maestros refleja la calidez y efectividad del enfoque pedagógico.