2. Ser padre o madre es uno de los desafíos más difíciles
que plantea la vida para cualquier persona y a la vez,
una tarea en extremo gratificante.
3. La importancia de las funciones parentales, reside
en que no se trata sólo de nutrir y cuidar a los hijos,
sino también de brindarles la protección y la
educación necesaria para que se desarrollen como
personas sanas, buenas y solidarias.
4. Para la ley, ser padre o madre es una condición que
se asigna por el derecho que da la consanguinidad
o la adopción; la misma supone el cuidado
responsable y la satisfacción de las necesidades de
los hijos; sin embargo, no todos los niño/as reciben
de sus padres este tipo de atención en cantidad y
calidad suficientes.
5. Los niños necesitan recibir mensajes positivos y
benevolentes, para sentirse aceptados y
reconocidos y para que su vida trascurra en un
clima de seguridad emocional donde la expresión
de los afectos.
6. Todos los niños necesitan sentirse importantes al
menos para un adulto significativo y sentir que sus
esfuerzos, sus competencias y autovaloración son
reconocidos y estimulados.
7. Debe ser estimulado y ayudado a desarrollar su
percepción, sus sentidos, su memoria, su atención,
su lenguaje, su pensamiento lógico y sobre todo, su
capacidad de pensar y reflexionar para que acepte
el desafío de crecer y aprender.
8. También es indispensable que el niño pueda
experimentar y descubrir bajo control el mundo
que lo rodea, para aprender a relacionarse con su
medio, adquirir libertad y seguridad. Los niños se
animan a explorar su entorno y a tener nuevas
experiencias a partir de la seguridad que les brinda
la presencia de sus padres u otros adultos
significativos que lo protegen.
9. Los niños necesitan aprender a modular sus
emociones, deseos, pulsiones y comportamientos y
a manejar sus frustraciones, así como también, a
cumplir con deberes y obligaciones para consigo
mismos y para con los demás.