La terapia génica se presenta como una nueva esperanza para tratar la enfermedad de Alzheimer. Un enfoque implica introducir el gen PGC1-alfa que frena la producción de la proteína beta-amiloide y evita la formación de placas, mientras que otro método introduce un virus con el gen modificado ApoE2 que reduce la carga amiloide. Aunque se han realizado pruebas exitosas en ratones y primates, aún se requiere experimentación en humanos para desarrollar un tratamiento efectivo de terapia génica.