1. EL PODER DE LA PLASTILINA
“Los niños nunca van a tener miedo de dañar un pedazo de plastilina, eso
permite que se acerquen a este material con total confianza y libertad. Al hacerlo,
pueden experimentar como quieran y arriesgarse a hacer lo que su imaginación
les indique”, asegura Luz Betty Torres, artista plástica y autora del libro El mundo
de la plastilina.
En ese sentido, María Ligia Cifuentes, psicopedagoga comenta: “La plastilina es
un material con el que los niños tienen contacto directo e inmediato; pues el
hecho de que puedan moldearlo como quieran y de forma rápida hace que se
desarrolle mejor su sistema propioceptivo, que es el que permite que la
información que el niño recoge a través de su cuerpo, la pueda expresar. Así,
sus procesos de aprendizaje se facilitan posteriormente”.
Otro de los beneficios más importantes del juego con la plastilina es el desarrollo
de la motricidad fina. Nosotros como niños al jugar y realizar actividades con la
plastilina adquirimos agilidad, fuerza y destreza con los dedos. No hay que
olvidar que el dominio de la motricidad fina es fundamental para el desarrollo
adecuado del proceso de la lectoescritura. En el nivel de primaria ya debemos
tener destrezas suficientes en nuestras manos y dedos para poder escribir con
destreza, coger el lápiz con cierta soltura y poder realizar los pequeños
movimientos de mano y de dedos necesarios para escribir las diferentes letras.
La plastilina nos ayuda a superar los momentos de stress, de igual manera nos
ayuda a relajarnos después de haber realizado actividades de lectura, de
escritura o de estudio, para posteriormente volver a ellas con la mente más
despejada. Permite además desarrollar la atención y aumentar la capacidad de
concentración y de trabajo, pues jugar con la plastilina, al ser motivante y
divertido para nosotros, nos mantiene ocupados durante periodos de tiempo
relativamente largos. También ayuda a proponernos metas y a conseguirlas,
pues podemos decidir realizar determinada figura y trabajar en ella hasta
conseguirla.
La plastilina ayuda a aumentar la autoestima, pues todos nosotros podemos
conseguirla al realizar aquello que nos proponemos conseguir con ella. Aunque
cada uno de nosotros, llegará a un determinado grado o nivel de elaboración
dependiendo de su destreza, imaginación y creatividad, todos en un grado u otro
podemos conseguir nuestras metas jugando con la plastilina.
2. Jugar con este material no solo divierte y estimula la creatividad de nosotros,
sino que además mejora la capacidad para concentrarnos, facilita los procesos
de lectoescritura, permite fijarnos metas a corto y largo plazo, y de paso nos
tranquiliza.
Ablandar y moldear una masa de color, luego mezclarla con otras y hacer
pequeñas piezas hasta crear mundos de plastilina constituye una actividad
mucho más compleja e importante de lo que se cree, pues contribuye
significativamente en el desarrollo de los niños, siempre y cuando cuente con la
supervisión y dirección de personas adultas.
Como ya se dijo el moldeado de plastilina involucra aspectos esenciales en
nuestro desarrollo, como la capacidad de concentración, fijarse metas a corto y
largo plazo, facilidad con los procesos de lectoescritura, aprender más fácilmente
y tranquilizarse en momentos de mucho estrés o que les exigen estar muy
alertas.
Rafael Pinilla, artesano sostiene que jugar con plastilina aumenta y desarrolla la
creatividad de nosotros los niños porque nos da la libertad de hacer cualquier
tipo de creación con un material que no es tóxico.
“Uno de los beneficios principales cuando se trabaja en grupo es que nos brinda
la oportunidad de socializar con otros compañeros, porque nos ayudamos
mutuamente, nos cuestionamos cómo lograr elaborar una figura, compartimos
avances, aprendemos a trabajar en grupo y tenemos la posibilidad de ser
escultores por momentos y de explorar las capacidades artísticas”, explica Ligia
Cortés, miembro del Centro Integral de Artes.
Por esto es fundamental que los padres valoren nuestro trabajo y esfuerzo y nos
feliciten por nuestros logros, pero también es necesario que nos estimulen para
que cada vez lo hagamos mejor.
3. Recomendaciones
“Al comprar plastilina, los padres deben tener especial cuidado en que no sea
tóxica, por el contacto permanente que tiene con la piel, y supervisar siempre el
juego de los niños con ella, para prevenir atoramientos. Es preferible comprarlas
en almacenes de cadena. Nunca se debe trabajar con plastilina industrial, esta
tiene muchas toxinas”, asegura Milton Roa, experto en modelado. Los padres
que desarrollen esta actividad con los niños deben tener muchísima paciencia.
Después de usar la plastilina no se deben lavar las manos, porque esta las
calienta y al lavarlas se las somete a un cambio de temperatura muy brusco, hay
que esperar unos 10 minutos después de haber terminado.
Enseguida se explicara la elaboración de la plastilina tipo play doh:
Proporciones básicas de ingredientes:
2 tazas de harina
2 tazas de agua caliente
1 taza de sal
2 cucharadas de aceite vegetal
1 cucharada de crema de tártaro (opcional para elasticidad mejorada)
colorante vegetal (líquido, en polvo, o mezcla de bebida no endulzada)
aceites perfumados.
Procedimiento:
Hay que mezclar todos los ingredientes juntos y batir. La masa comenzará a
endurecerse hasta que parezca puré de papas. Cuando la masa se despegue
de los lados y esté maciza en el centro, retire la bandeja del calor y deje que la
masa se enfríe para manipularla.
Listo ahora puedes manipularla y dejar volar tu imaginación, no olvidando los
beneficios que tiene el jugar con plastilina.