El puente de Millau en el sur de Francia es el puente más alto del mundo, alcanzando una altura máxima de 336 metros. Mide 2,460 metros de largo y tiene siete pilares principales que soportan la estructura. Costó casi 300 millones de euros de construir y fue diseñado para resistir vientos de hasta 210 km/h. El puente conecta la autopista A-75 entre París y el Mediterráneo, reduciendo la distancia de viaje en más de 100 km.