El documento describe el reinado de Isabel II en España y el establecimiento del liberalismo durante su gobierno. Se implanta definitivamente el liberalismo con la Constitución liberal de 1837 y las desamortizaciones de Mendizábal. Sin embargo, surgieron conflictos como el carlismo, que defendía el absolutismo, y las fuerzas políticas liberales y moderadas chocaron durante el reinado. Finalmente, el descontento popular y las crisis económicas llevaron a la Revolución de 1868, que forzó a Isabel II al exilio.