La arquitectura renacentista se originó en Florencia en el siglo XV y sustituyó al estilo gótico, reviviendo el arte y las ideas de la antigüedad clásica. Se caracteriza por el uso de órdenes clásicas de columnas, bóvedas y arcos semicirculares, así como techos planos y puertas coronadas por frontones. Dos obras representativas son la Basílica de San Lorenzo en Florencia, financiada por los Médici y diseñada por Brunelleschi, y el Templo Malatestiano de Alberti