El documento habla sobre la historia de la importancia de los emprendedores en los procesos productivos. En 1890, Alfred Marshall, un economista británico, reconoció formalmente a los emprendedores como uno de los cuatro factores necesarios para la producción, junto con la tierra, el trabajo y el capital. Marshall consideraba que los emprendedores organizan estos factores y aventuran actividades que les permiten alcanzar objetivos y mostrar sus competencias.