El documento discute las causas del imperialismo europeo en el siglo XIX. Las razones incluyen intereses estratégicos y económicos, como el control de rutas comerciales; competencia política entre las potencias europeas; y justificaciones ideológicas como la "misión civilizadora" de expandir el cristianismo y la cultura europea. Los diferentes países tenían diferentes motivaciones primarias, como los intereses económicos y estratégicos para Gran Bretaña, e ideológicos y políticos para Francia y Alemania.