La energía radiante viaja a través del espacio en forma de ondas a una velocidad de 300,000 km/s sin necesidad de un medio de soporte. Se transmite a través de unidades llamadas fotones y puede ser reflejada, transmitida o absorbida cuando golpea la materia. La cantidad de energía radiante depende de la intensidad y el color/longitud de onda de la luz.