La globalización se refiere al creciente grado de interdependencia entre los países a través del aumento de los flujos internacionales de bienes, servicios, capitales y conocimientos. Sin embargo, la globalización en la práctica ha traído desigualdades ya que los países más fuertes se aprovechan de los más débiles. Además, la estandarización y reducción de barreras arancelarias han perjudicado a la industria y productores nacionales de países menos desarrollados. Se necesita una regulación global para que la econom
La globalización es el proceso por el cual la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. Así, los modos de producción y de movimientos de capital se configuran a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado la «sociedad en red». En este marco se registra un gran incremento del comercio internacional y las inversiones, debido a la caída de las barreras arancelarias y la interdependencia de las naciones.
La globalización financiera no es un “producto natural” de la historia de los mercados, la tecnología o la ideología: es la consecuencia de decisiones de los Estados que, a su vez, son producto de un complejo juego de poderes. Este juego incluye la competencia que han llevado y llevan los gobiernos de los países más poderosos para hegemonizar el mercado financiero y la disputa de intereses entre los sectores económicos y los Estados, tanto en el ámbito nacional como en la arena del mercado global.
En los Estados Unidos (EE. UU.) y la Unión Europea (UE), los intereses de las finanzas se expresan abiertamente en la acción de lobbies autorizados y con la participación de representantes de las finanzas en órganos decisorios de los Estados. Precisamente, en el momento del estallido de la crisis global, en 2008, quien era secretario del Tesoro de los Estados Unidos, había desarrollado su carrera previa en el banco de inversión Goldman Sachs, el más grande del país, y cuando abandonó su cargo volvió a la arena de las finanzas.
La globalización es el proceso por el cual la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. Así, los modos de producción y de movimientos de capital se configuran a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado la «sociedad en red». En este marco se registra un gran incremento del comercio internacional y las inversiones, debido a la caída de las barreras arancelarias y la interdependencia de las naciones.
La globalización financiera no es un “producto natural” de la historia de los mercados, la tecnología o la ideología: es la consecuencia de decisiones de los Estados que, a su vez, son producto de un complejo juego de poderes. Este juego incluye la competencia que han llevado y llevan los gobiernos de los países más poderosos para hegemonizar el mercado financiero y la disputa de intereses entre los sectores económicos y los Estados, tanto en el ámbito nacional como en la arena del mercado global.
En los Estados Unidos (EE. UU.) y la Unión Europea (UE), los intereses de las finanzas se expresan abiertamente en la acción de lobbies autorizados y con la participación de representantes de las finanzas en órganos decisorios de los Estados. Precisamente, en el momento del estallido de la crisis global, en 2008, quien era secretario del Tesoro de los Estados Unidos, había desarrollado su carrera previa en el banco de inversión Goldman Sachs, el más grande del país, y cuando abandonó su cargo volvió a la arena de las finanzas.
1. GLOBALIZACIÓN
No es necesario ser observadores para darnos cuenta de
que vivimos en un período de suma importancia histórica,
debido a acontecimientos como los del 11 de septiembre, la
revolución tecnológica o la globalización. El sistema
capitalista está en pleno “apogeo” y afecta a todo lo que le
rodea, hasta los propios valores morales de nuestra
sociedad, pero sin duda el mayor logro de este sistema
capitalista es la globalización.
“La globalización puede definirse de muchas maneras,
dependiendo de qué nivel se desee analizar; puede hablarse
de la globalización del mundo entero, de un país, de una
industria específica, de una empresa y hasta de un modelo
económico y político”.
Para este ensayo voy a referirme a la globalización mundial
como “una creciente interdependencia entre los países, tal
como se refleja en los crecientes flujos internacionales de
bienes, servicios, capitales y conocimientos”.
“Algunos indicadores significativos de este proceso de
globalización son: el rápido crecimiento del intercambio
comercial mundial (a un ritmo mayor que el de la producción);
la creciente movilidad internacional del capital; la velocidad de
la difusión internacional de la tecnología; la intensificación de
la competencia generalizada entre las corporaciones; y la
desaparición paulatina de barreras institucionales al flujo
internacional de bienes y capital. Así, en los últimos años se
ha producido un movimiento hacia una economía mundial
cada vez más globalizada; el comercio de bienes e
instrumentos financieros está cada vez más integrado”.
¿Cómo puedo relacionar a la globalización con la ética? No
creo que esto sea difícil de entender pues el concepto de
globalización es muy diferente en la teoría y en la práctica, el
primero es muy utópico: un mundo sin fronteras, libre
comercio sin problemas, todos somos iguales, etc., el
segundo es una realidad, cruel pero al fin realidad: los
grandes se comen a los pequeños, el comercio con un sinfín
de barreras, y la brecha entre ricos y pobres cada vez es
más grande.
Considero que el concepto teórico de globalización es
utópico porque no todos los países tenemos la misma
2. situación y características y esto pone en desventaja a los
países menos desarrollados, es como poner a competir a una
tortuga y una liebre donde es obvio que la liebre va a llegar
primero a la meta.
El proceso de globalización ha traído consigo muchos
cambios y efectos, entre los más importantes se encuentran
la estandarización de los procesos productivos y de los
servicios, la reducción de barreras arancelarias y las
economías de escala.
La estandarización de productos significa que éstos deben
tener poca o nula variación entre aquellos de los distintos
países o regiones donde se distribuyen.
La reducción de las barreras arancelarias ha permitido que
entren productos a veces a menor costo de lo que se
producen a nivel nacional poniendo en desventaja y afectando
a nuestros productores y a la industria nacional, y cuando un
país -para ser más específica Estados Unidos- ve que su
mercado puede estar en riesgo, se inventan cualquier cosa y
nos levantan embargos o regulaciones no arancelarias para
no permitir el paso de nuestro producto a su país y esto es
injusto y nada ético.
Pienso, a contrario de lo que se cree que la globalización
no fortalece el libre mercado global, sino más bien lo debilita,
porque provoca presiones o problemas sociales que se
originan debido a un desarrollo económico muy desigual
porque la globalización no tiende a la homogeneidad como se
nos ha hecho o como hemos querido creer, sino a la
hegemonía donde los más fuertes y poderosos van sobre los
más débiles y pequeños y explotan a su gente y a sus
recursos porque buscan engrandecerse económicamente a
costa de los países en donde los costos de los recursos
ambientales y humanos sean más bajos y pretenden alcanzar
la máxima productividad a expensas de la destrucción social
y de la miseria humana lo cual es un “ideal anómalo y
peligroso":
Lo anterior se podría evitar si la globalización se viera como
un desarrollo de todos, en el que las diferentes culturas y
regímenes pudieran convivir y cooperar sin que unos traten
de pisar, eliminar o dominar a otros. Pero la obsesión de
construir un libre mercado universal está impidiendo que
podamos vivir un mundo así.
3. El futuro del mundo en que vivimos que cada vez es más
problemático y que está dominado por la obsesión de una
economía global, puede ser distinto pero para eso se tienen
que corregir y rectificar las reglas del juego del mercado
internacional. “Es necesario un régimen de gobierno mundial
que gestione los mercados globales pero promoviendo la
cohesión de las sociedades y la integridad y soberanía de los
países”. Así como hay un mercado global, debe haber una
regulación global de las divisas, de los movimientos de
capital, del comercio y de la conservación del ambiente, para
que pueda existir una economía mundial al servicio de las
necesidades de la humanidad. Pero, esta "loca y vaga idea"
de establecer una regulación global de las divisas, de los
movimientos de capital, del comercio y de la conservación del
ambiente, es muy contraria a las ideas de la globalización.
Pero bueno, la globalización ya no la podemos parar porque
es ya una realidad de la vida diaria. Todos los días, los
periódicos están llenos de noticias que nos recuerdan que las
organizaciones han adoptado un enfoque global. Los
noticieros hablan con frecuencia de asuntos como las
balanzas comerciales internacionales y los cambios de las
monedas. No es raro leer acerca de empresas japonesas que
están avanzando en los mercados de Estados Unidos ni de
empresas estadounidenses que están progresando en los
mercados de Japón. Se nos informa de administradores de
los países que estaban tras la "cortina de hierro" que ahora se
preparan en Europa Occidental o Estados Unidos y de
empresas estadounidenses y británicas que se unen para
ofrecer nuevos servicios de telecomunicaciones y viajes en
avión. Hoy, ningún gerente se puede dar el lujo de suponer
que su organización esta aislada de todas estas actividades
mundiales.
Por lo anterior no hay nada más que decir pero si hay
mucho que hacer para que el proceso de globalización no nos
arrastre. Debemos mirar con lucidez el futuro y lo que nos
debe importar es ver crecer nuestras posibilidades de
formarnos como personas humanas en todos los aspectos
importantes de nuestra vida y darnos cuenta de que hoy no
nos basta una instrucción escolar mínima que nos saque del
analfabetismo y nada más. Debemos fomentar un medio
ambiente sano y nos debemos preocupar más por el "ser"
que por el "tener", por la "calidad", antes que por la
"cantidad”.