1. ESCUELA DE HUMANIDADES CAMPUS IV
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA
UNIDAD DE COMPETENCIA: INSTITUCIÓN ESCOLAR
CATEDRATICO: MTRO. JULIO CESAR MARTINEZ LOPEZ
RESUMEN
ALEJANDRO ESCALANTE MÉNDEZ AF191009
4TO SEMESTRE GRUPO “A”
TAPACHULA, CHIAPAS, MÉXICO, A 27 DE SEPTIEMBRE DEL
2020
2. La pedagogía crítica dirige a los educadores hacia un proceso de enseñanza que hace
esto pero que, con frecuencia, nos enreda en un dilema ético y pedagógico. La
pedagogía crítica tiene que ver con el poder y la potenciación. Y aunque esta
aseveración puede parecer muy directa, en las aulas suele actuar de maneras
contradictorias. Por un lado, el educador crítico invita a los estudiantes a construir' su
propio análisis de los fenómenos sociales y a apropiarse del proceso de formación de
teorías. Pero por el otro, el educador crítico quiere que los estudiantes sitúen los
fenómenos sociales en relaciones estructurales más amplias y que se hagan preguntas
como: quién se beneficia de estas relaciones, cómo se reproducen las relaciones
inequitativas y cómo interpretan los individuos su ubicación en un sistema de relaciones
económicas, raciales y de género inequitativas.
Para algunos estudiantes, este tipo de preguntas sustenta su propio análisis de los
fenómenos sociales; para otros, no. En este último caso, el educador crítico con
frecuencia se ve atrapado en un dilema: cómo sustentar el cuestionamiento y la
formación de significados de los estudiantes, enseñándoles al mismo tiempo a criticar
las relaciones de poder que contextualizan a las escuelas y ponen límites a la vida. La
vida en las escuelas ofrece al educador crítico un excelente recurso para abordar
justamente este dilema.
En la primera mitad del texto, los lectores viajan con Peter McLaren durante cuatro años
de enseñanza en los barrios pobres, gracias al diario que llevaba. Si bien este diario no
pretende ser una recopilación de datos etnográficos reunidos sistemáticamente, sí
proporciona un caudal de retratos del estudiante, la escuela y las experiencias de
McLaren que han sido objeto de poca interpretación. Digo "poca interpretación" porque
McLaren sí decidió sobre qué escribir y sobre qué no escribir. No obstante, el diario es
suficientemente amplio como para presentar un cuadro rico, uno que me conecta
rápidamente con mis propias experiencias en las escuelas de barrios pobres y con las
de muchos otros educadores.
La teoría crítica es uno de los métodos más importantes de que disponemos para
comprender los problemas sociales modernos. Aplicada a la educación, la teoría crítica
ayuda a los estudiantes y a los maestros a entender las cuestiones políticas, sociales y
económicas que subyacen a las prácticas escolares y el mundo social de la escuela, y
señala el camino para posibles soluciones. En La vida en las escuelas, Peter McLaren
hace accesible y comprensible al lector la teoría crítica, aplicando sus métodos de
análisis y su descripción realista de la vida en una escuela. La vida en las escuelas es
una provocativa introducción al mundo real de las escuelas modernas, a los problemas
3. sociales que confrontan los educadores y a la teoría que proporciona tanto luz como
esperanza. Freiré también creó el projeto de in-terdisciplinaridade que intentó crear una
labor colectiva al descentralizar el poder y fomentar la autonomía escolar y la
reconstrucción del plan de estudios en torno a cuestiones comunitarias. Con base en el
reconocimiento de los pilares culturales de las tradiciones populares y de la importancia
de una construcción colectiva del conocimiento, los programas de alfabetización de
Freiré para los campesinos despotenciados ahora se utilizan en países de todo el
mundo. Al relacionar categorías como historia, política, economía y clase con conceptos
como cultura y poder, Freiré logró desarrollar un lenguaje de crítica y un lenguaje de
esperanza que trabajaron conjunta y dialécticamente y que han demostrado ser
exitosos para ayudar a generaciones de pueblos privados de sus derechos a liberarse.
La pedagogía de los oprimidos de Freiré es un llamado de trompeta para alterar las
estructuras establecidas de explotación capitalista. Con una pedagogía liberadora como
la de Freiré, los educadores y trabajadores culturales en Estados Unidos y otras partes
-tanto hombres como mujeres procedentes de distintos lugares étnicos- tienen la
oportunidad de participar en una lucha global para transformar las relaciones existentes
de poder y privilegios en favor de más justicia social y libertad humana. Influido por la
obra de Leszek Kolakowski, Karel Kosik, Eric l'Yomm, Antonio Gramsci, Karl Mannheim,
Teilhard de Chardin, Franz Fanón, Albert Memmi, Lev Vygotsky y Amilcar Cabral, y por
la teoría del personalismo cristiano de Tristiande Atiade y Emanuel Mounier (por no
mencionar las obras clásicas de Hegel, Marx, Rousseau y Dewey), la pedagogía de
Freiré fue antiaw-toritaria, dialógica e interactiva, y colocó el poder en manos de los
estudiantes. Más importante aún, la pedagogía freireana ubicó el análisis social y
político de la vida diaria en el centro del plan de estudios.
La tradición de la pedagogía crítica, de la cual emerge el desafío de este libro,
representa un enfoque de la escuela comprometido con los imperativos que plantean el
empobrecimiento de los estudiantes y la transformación del orden social en general,
bajo el interés de la justicia y la igualdad. Mi tarea central es desarrollar un lenguaje
mediante el cual los educadores puedan desmadejar y comprender la relación entre la
escuela, las relaciones sociales más amplias que la conforman y las necesidades y
competencias históricamente construidas que los estudiantes traen a las escuelas. La
pedagogía crítica está diseñada para servir al propósito tanto de dar poder a los
maestros como de enseñar a dar poder. Dentro de esta perspectiva, la pedagogía y la
cultura son vistas como campos de lucha que se intersecan, y el carácter contradictorio
de la enseñanza como algo que en realidad define la naturaleza del trabajo del maestro,
la vida diaria en el salón de clases y el propósito de la escuela sujeto a formas más
críticas de análisis.