El documento describe el origen y características de la escultura barroca. Surge en Roma a partir del Renacimiento y se diversifica en cada país europeo. Las esculturas barrocas se caracterizan por parecer vivas y en movimiento, con rostros y cuerpos que expresan emociones. Los principales escultores fueron Gian Lorenzo Bernini, Gregorio Fernández, Martínez Montañés y Francisco Salzillo, cuyas obras capturan el movimiento dinámico típico del estilo barroco.
2. E L ORIGEN DE LA
ESCULTURA BARROCA
El Barroco es el período del arte
comprendido entre los años 1600
y 1780.
- Nacido en Roma a partir de las
formas del “Cinquecento”
renacentista, pronto se diversificó
en varios estilos paralelos,
conforme lo iba adoptando y
adaptando a su propia
idiosincrasia cada país europeo.
3. CARACTERISTICAS
- La estatuaria barroca cumplió un papel muy
importante en la decoración arquitectónica tanto
interna como externa.
- A diferencia de las equilibradas y axiales esculturas
del renacimiento, parecen posarse vivas sobre la base
de piedra, prestas a salir de ella en cualquier momento.
- Los rostros sufren, se esfuerzan, apretando los labios
o abriéndolos para gemir, los músculos se encuentran
en tensión y las venas parecen latir bajo la piel,
incluso cabellos y barbas, despeinados, plasman un
estado de ánimo.
- Los materiales que mejor expresaban estos
sentimientos eran el mármol blanco y el bronce.
4. - El movimiento se convierte en una auténtica obsesión de
los escultores barrocos, captando siempre en plena acción,
hacia afuera, mediante composiciones
abiertas en las que
ropajes y miembros se proyectan violentamente hacia el
exterior, en las que desaparece la simetría, en las que
predominan las líneas sesgadas y los escorzos, en las que
se multiplican los pliegues, los contrastes lumínicos, los
puntos de vista, etc.
- Por doquier aparecen ángeles y arcángeles, santos y
vírgenes, dioses paganos y héroes míticos, agitándose en
las aguas de las fuentes o asomándose de sus nichos en las
fachadas, cuando no sostienen una viga o están en los
altares.
5. Gregorio Fernández
Gregorio Fernández fue el principal representante de la Escuela
Vallisoletana. Esculpe sus obras con un realismo violento y
perfección anatómica en los
cuerpos, matizando la dureza de los
huesos, la tensión de los músculos, la blandura de la carne o la
suavidad de la piel. También fue un magnífico policromador.
Algunas de sus obras más importantes son:
Cristo de la Luz
Es una talla de perfección anatómica. Se recrea en el dolor y
patetismo de rostro reflejando dolor y sufrimiento con profusión de
sangre. Los pliegues son rígidos, al estilo goticista)
La Piedad flanqueada por los dos ladrones
La expresión de la Virgen muestra gran dolor. De nuevo asistimos
a una obra donde destaca la perfección anatómica.
Cristo yaciente
Le representación de Cristo muerto es el colmo del patetismo,
donde se resalta la emoción de máxima soledad.
8. Martínez Montañés
Cristo de la Clemencia
Se trata de la escultura del Crucificado. Sin embargo, en
ella no hay realismo violento. Se representa a Cristo
aún vivo. También, esta obra denota una gran
perfección anatómica.
La Inmaculada
Es una estatua donde La Virgen, idealizada, se
encuentra sola representada sobre nubes con ángeles
mirando hacia abajo. Su posición es piadosa. María
lleva manto amplio hasta los pies, en el que se utiliza la
técnica del estofado.
Retablo de Santiponce
La Adoración de los pastores es un altorrelieve de
composición bastante simétrica.
11.
.
Pierre Puget: "Milón de Crotona" (1682). París.
12.
1.- Gian Lorenzo Bernini (1598-
1680), juzgado el mejor escultor
barroco italiano, artista
polifacético (también fue genial
arquitecto). Obras: David, Apolo y
Dafne, El éxtasis de Santa Teresa,
hechas en mármol, con un
naturalismo prodigioso, llenas
de movimiento, con amplios
ropajes agitados, predominio de
líneas curvas y diagonales, en las
que el artista capta la expresión
de los sentimientos. Autor
también de retratos y fuentes
(Los Cuatro Rios en la Piazza
Navona de Roma).
13.
4.- Francisco Salzillo (1707-1783), escultor barroco
que trabajó en Murcia. Su obra se caracteriza por la
elegancia, el gran movimiento y la expresividad,
como puede apreciarse en el paso procesional de La
oración del huerto. De origen napolitano, introdujo en
España el gusto por los Belenes, en los que anticipó el
gusto rococó.