La escultura romana estuvo influenciada por la griega, especialmente en representaciones religiosas. Combinó el idealismo griego con el realismo romano. Los retratos romanos capturaron fielmente los rasgos y atuendos de las personas, evolucionando hacia una mayor rigidez e idealización. Los relieves históricos mostraban temas religiosos e históricos de forma idealizada o realista, empleando varios planos para crear profundidad.