El documento describe la escultura barroca española, destacando las características y principales artistas de cada región. En Castilla, Gregorio Fernández se caracterizó por un realismo violento que buscaba conmover a los fieles. En Andalucía, Juan Martínez Montañés y Juan de Mesa crearon obras de belleza clásica más sosegada. En Murcia, Francisco Salzillo concibió grupos escultóricos narrativos tallados con suavidad.