La jaula de Faraday protege de descargas eléctricas creando un campo eléctrico nulo en su interior. Los aviones se construyen imitando este principio usando materiales no metálicos para permitir que las cargas eléctricas de los rayos se distribuyan por todo el cuerpo del avión. Los descargadores de estáticas en las alas eliminan la electricidad estática generada por la fricción del aire para prevenir daños.