El documento propone el uso de modelos predictivos de cambio de uso del suelo para la planificación territorial y evaluación de impacto ambiental. Describe cómo se han desarrollado modelos para simular el crecimiento urbano de una ciudad chilena usando SIG e identificar áreas de suelo agrícola en riesgo. Sugieren que estos modelos pueden ayudar a anticipar dinámicas insostenibles de urbanización y generar escenarios que apoyen una planificación ambiental más estratégica y sostenible.