El experimento de Young, realizado en 1801, utilizó una doble rendija para dividir un haz de luz y demostrar su naturaleza ondulatoria a través del patrón de interferencias observado. Thomas Young pasó la luz a través de dos rendijas estrechas y proyectó el patrón resultante, lo que apoyó la teoría de que la luz se comporta como una onda. Este experimento clave ayudó a establecer la naturaleza dual onda-partícula de la luz.