La farmacia puede considerarse una profesión basada en que cumple con las características clave de una profesión como tener un valor social a través de los servicios que ofrece, requerir un conjunto de competencias intelectuales, técnicas y humanísticas, contar con la aprobación social, establecer estándares de conducta a través de un código ético, estar representada por un cuerpo como el Colegio Nacional de Farmacéuticos de Panamá, y tener su propio lenguaje profesional.