Este documento discute si la religión debe tener un lugar en la educación. Por un lado, algunos argumentan que la religión es necesaria para la educación porque extrae principios morales de las tradiciones religiosas y fomenta el conocimiento de las comparaciones entre religiones. Por otro lado, otros argumentan que la moralidad no depende necesariamente de la religión y que la educación moral se puede lograr sin enseñanza religiosa a través del conocimiento empírico.