El documento describe cómo el artista Caballero utiliza el cuerpo humano como inspiración en su obra. Caballero trata de capturar la fuerza vital y erotismo del cuerpo humano para hacer que sus figuras sean tan vivas e inquietantes como el propio hombre. El dibujo le permite expresarse de manera menos realista pero más simbólica, convirtiendo las ideas en realidades pictóricas. El dibujo es para Caballero un lenguaje tan válido como las palabras para expresarlo todo.