Los "Buenos Padres" niegan a sus hijos la oportunidad de aprender el concepto de respeto mutuo, ya que cada vez que los padres controlan, sobreprotegen o compadecen a sus hijos, están violando el respeto que les deben a ellos como personas. Los "Padres Responsables", en cambio, dan a sus hijos alternativas, dejan que ellos decidan y que luego experimenten los resultados de sus decisiones, (a excepción de situaciones peligrosas) sean positivas o negativas.