La excreción es importante para controlar las concentraciones de sustancias dentro y fuera de las células, eliminar desechos del metabolismo y mantener la cantidad adecuada de agua en los órganos. En los humanos, los riñones filtran la sangre y forman la orina, que sale a través de los uréteres y la vejiga urinaria. Otros órganos como la piel, los pulmones y el sistema digestivo también desempeñan un papel en la excreción.