La aviación civil contribuye al cambio climático y la contaminación acústica y atmosférica debido a las emisiones de los motores aeronáuticos. Aunque los motores son ahora más eficientes, los aviones de gran tamaño emiten vapor de agua que forma nubes y contribuye al efecto invernadero. Otra opción es reducir la demanda de viajes aéreos para minimizar el impacto ambiental de la aviación.