El documento compara la Generación del 98 y el Modernismo en España. Ambos movimientos se reunían en cafés de Madrid para debatir literatura y compartían influencias europeas, aunque la Generación del 98 se enfocaba más en los pueblos y pintores españoles tradicionales, mientras que el Modernismo cuestionaba sus ideas y se centraba en temas más agradables expresados a través de la poesía.