3. BIOGRAFÍA
• Nace el 3 – 10 – 1896 en Santander.
• Licenciado en Filosofía y Letras,
conoce a Juan Larrea.
• Obtuvo su doctorado en Madrid.
Juan Larrea y Gerardo Diego.
4. -Interesado siempre en la música, toca el piano durante toda su vida
- En Santander dirige dos revistas: Lola y Carmen.
En recuerdo a Gerardo Diego. Santander.
5. Catedrático en Lengua y Literatura, imparte clases en Soria, Gijón,
Santander y Madrid.
Instituto Machado, Soria.
6. - Además de escritor y poeta, es crítico musical y
conferenciante. Su labor se completa con estudios que
realiza sobre la literatura española.
- Ya casado (1934), estalla la Guerra Civil en España.
Se traslada a Francia y no regresa hasta 1939.
7. Muere en Madrid, el 8 – 7 – 1987.
Monumento a Gerardo Diego. Madrid
8. Reconocimiento
• Premio Nacional de Literatura (1925), por Versos humanos.
Lo comparte con Rafael Alberti (Marinero en tierra).
• Por unanimidad, es elegido miembro de la Real Academia
Española (1947).
• Recibe el Premio Cervantes en 1979.
9. Estilo y obra.
• Considerado el ideal del 27: combina la poesía tradicional (de
expresión) y la poesía vanguardista (de creación) con elegancia.
• Sus poemas tradicionales tienen corte clasicista.
A menudo utiliza formas como el romance (influencia de Juan Ramón
Jiménez), el soneto (El Ciprés de Silos) y la décima.
Trata temas muy variados: el paisaje, los toros, la música, el amor,
la religión...
Destacan: Versos humanos, Nocturnos de Chopin, Alondra de la
verdad...
10. El Ciprés de Silos (Versos humanos)
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño;
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi, señero, dulce firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
•
11. Su interés por el movimiento vanguardista, le llevaron a iniciarse en el
creacionismo y, más adelante, en el ultraísmo.
“Yo no soy responsable de que me atraigan simultáneamente el campo y la
ciudad, la tradición y el futuro; de que me encante el arte nuevo y me extasíe
el antiguo; de que me vuelva loco la retórica hecha, y me torne más loco el
capricho de volver a hacérmela -nueva- para mi uso personal e intransferible”.
(Gerardo Diego, poeta tradicional y vanguardista)