La Guerra Civil Española estalló en 1936 debido a graves desequilibrios sociales, regionales y espirituales en España, incluyendo problemas agrarios como latifundios, agitación campesina, y conflictos de clase; tensiones regionales como nacionalismos catalán y vasco; y un enfrentamiento entre la iglesia católica y el anticlericalismo de la izquierda. El conflicto duró hasta 1939 y dividió a España entre nacionalistas y republicanos.