1. Habilidades de un Auditor-Asesor-Consultor
Comunicador: Pocos Auditores tienen conciencia que son comunicadores
profesionales. Por ejemplo, por falta de entrenamiento y sensibilización, pocas
personas manejan el lenguaje no verbal que hace parte de más de la mitad de
una comunicación exitosa, y para interpretar y hacerse comprender
persuasivamente.
Retroalimentador: Gran parte del proceso de un auditaje se basa en la
retroalimentación o feedback. La gente se equivoca, los sistemas fallan, los
procedimientos no son los óptimos, nos desviamos de las metas, hay desorden
etc. Y deben haber mecanismos de control que avisen a tiempo para tomar
medidas correctivas. El auditor hace esto. Pero lo hace con un estilo policivo o
con el de asesor-consultor. En el primer caso, como vimos, por falta de
prudencia y tacto hace críticas destructivas, no ve sino lo negativo, hiriendo
susceptibilidades y orgullos. La consecuencia suele ser pérdida de seguridad en
sí mismo, desánimo para emprender automejoras, resistencia a la ayuda
externa y a sugerencias, cambios forzados y mantenidos sólo con estrecha
supervisión, y en general un reforzamiento de la dependencia e inmadurez.
Manejar Conflictos: Los conflictos son necesarios para el cambio y la dinámica
organizacional. Son fuente de innovación y creatividad cuando son bien
manejados, o de destrucción cuando no son bien encaminados. Son el pan diario
del Auditor. Lo llaman cuando se presentan y sus evaluaciones le echan leña al
fuego. No siempre se deben causar pero cuando se presentan hay que
aprovecharlos y manejarlos. En el caso del Auditor debe hacerlo
profesionalmente y desarrollar criterios y habilidades al respecto. Se debe
esperar de él que luche cuando se requiera, con un estilo gallardo, sin
aspavientos, que sea combativo y persistente, como en una competencia
deportiva. Se espera que sepa mantenerse autocontrolado y objetivo y que use
el poder que tiene en forma ética.
Vencer la Resistencia al Cambio: Para poder aprovechar su posición
privilegiada como servicio staff de la empresa, debe conocer muy bien la
dinámica social de las organizaciones y los criterios sociológicos de los
procesos de cambio que esta ciencia del comportamiento provee.
A los modelos metodológicos de intervención a un sistema que aplica a entes
mecánicos, debe sobreponer modelos de intervención que contemple variables
psicosociales como las que hemos estado hablando hasta el momento. Debe
conocer y tener en cuenta las fuerzas que impulsan el cambio y las que lo
2. limitan, tanto de orden técnico, administrativo u orgánico, como las de índole
humano que son las que no atañen acá por el momento.
Pero no solamente deben tener conocimientos sobre ello. Le conviene
desarrollar habilidades y destrezas al respecto para poder cumplir su misión.
Gestor de Iniciativas: El Auditor, como cualquier profesional, es un Vendedor
de ideas. Vende intangibles. Y le convendría mucho desarrollar criterios y
habilidades que los vendedores profesionales practican.
Venden sus recomendaciones a los centros de toma de decisiones sabiendo
hacer un buen acercamiento y despertando atención e interés. Sus
ofrecimientos enfatizan en los beneficios que proveen, convenciendo por estar
convencidos y contagiando a los demás de su entusiasmo. Saben manejar las
objeciones puestas por diferentes personas a sus planteamientos capoteando
bien las confrontaciones. Influyen estratégicamente para acelerar la toma de
decisiones (cierre o remate) de parte de los centros de poder. Los concreta en
determinaciones y compromisos de ejecución. Hace seguimiento (post-venta).
Líder: Por no tener autoridad formal para tomar decisiones y hacerlas
ejecutar (como las jefaturas de línea) debe influir en la empresa con su
liderazgo informal. Debe cambiar de un estilo autoritario a uno enérgico pero
justo, tal que en vez de miedo inspire respeto. Le conviene ser sensible y
humano sin caer en paternalismos. Debe dar autonomía y delegar la
implementación, sin caer en distanciamientos irresponsables que lleve a la
anarquía, desnaturalizando su misión.