1. UNIVERSIDAD PANAMERICANA DEL PUERTO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA Y OPERATIVA
PENSAMIENTO ESTRATÉGICO
Autora:
Luisana Díaz
Profesor:
Luis Gómez
Puerto Cabello, ABRIL 2021.
2. INTRODUCCIÓN
Como el propio nombre lo dice, el pensamiento estratégico involucra
una estrategia. Un plan de acción coordinado y enfocado hacia un logro
relevante. En principio, este tipo de pensamiento se empleó en la guerra.
Luego, en el mundo de los negocios. Sin embargo, se puede aplicar a
cualquier tipo de propósitos.
El pensamiento estratégico es aquel que se plantea un fin, analiza los
medios con los que cuenta para llegar a él, y luego los dispone de tal modo
que faciliten su alcance, de la mejor manera posible, con el menor costo
temporal, personal y material, y el máximo beneficio.
3. ANALISIS
Lo primero que se debe decir acerca del pensamiento estratégico es
que no se aprende con un manual. Muchos lo comparan con caminar, nadar
o andar en bicicleta. No es algo teórico, sino que se aprende y afianza con la
práctica. El pensamiento estratégico es un concepto que comenzó a hacer
carrera en el ámbito del marketing. Sin embargo, es perfectamente aplicable
a otros ámbitos, además del campo de negocios o laboral. En realidad, se
trata de un enfoque útil en prácticamente cualquier área.
Se define como pensamiento estratégico al enfoque que mira el hoy
con perspectiva de futuro. En otras palabras, aquel que es capaz de anticipar
el efecto de las acciones, una visión a largo plazo, creativa y orientada al
logro de objetivos puntuales.
Se piensa estratégicamente cuando se cumple con estas
características:
Saber a dónde se quiere llegar. Tiene que haber un objetivo o
propósito claramente definido. De lo contrario, cualquier estrategia
carece de sentido.
Saber en qué punto estamos. Es necesario tener la capacidad para
definir cuál es la situación actual y qué tan distante está la meta a
alcanzar.
Saber definir el camino a seguir. Es el punto central de la estrategia.
Implica diseñar cómo llegar a eso que nos proponemos.
Saber autoevaluar y corregir. El pensamiento estratégico exige
flexibilidad para monitorear constantemente lo que se hace y ser
capaz de redefinir el rumbo.
4. Para pensar estratégicamente se necesitan dosis de realismo, una
capacidad de reflexión, de síntesis y visión de conjunto. Ahora bien, esas
capacidades no nacen de la nada, hay que desarrollarlas a través de la
práctica.
En el pensamiento estratégico influyen muchas habilidades. Sin embargo,
hay tres que son determinantes. Y lo son porque permiten construir el eje de
esta forma de pensar: la estrategia. Estas habilidades son:
Capacidad para desechar los modelos predictivos. No se puede
adoptar un modelo de acción y aferrarse a él tercamente. La estrategia
se está renovando constantemente. Por lo tanto, hay que tener la
mente abierta para direccionar, redireccionar constantemente y
abordar la incertidumbre.
Capacidad para formular preguntas. En el pensamiento estratégico
son mucho más importantes las preguntas que las respuestas. Si se
logra definir la pregunta, ya se tiene más de la mitad del camino
recorrido.
Identificar los puntos clave. Es necesario aprender a separar lo
determinante de lo aleatorio. Saber cuáles son los factores decisivos
es fundamental. Esto permite hacer un seguimiento más preciso y
reencauzar las acciones hacia esos aspectos cuando sea necesario.
Los Factores que favorecen el pensamiento estratégico son los
siguientes:
El pensamiento corporativo surge de la propia necesidad de la
gerencia de coordinar las acciones de toda la compañía
La misión empresarial con su esencial característica de ser global y
ordenadora
La función de planeamiento y control
5. La actitud de apertura mental, de reflexión y participación en la toma
de decisiones.
Es vital impulsar entornos favorables que propicien el desarrollo. Los
factores como aspectos institucionales, condiciones del mercado o el acceso
al conocimiento permiten establecer diferencias en el crecimiento empresarial
entre industrias, regiones o naciones. El pensamiento estratégico es un
proceso dinámico, flexible, que permite y hasta fuerza modificaciones en los
planes, a fin de responder a las cambiantes circunstancias.
Lo líderes capaces de dominar el arte del pensamiento estratégico
pueden asegurar la estabilidad de un negocio y al mismo tiempo maximizar
sus fortalezas. Esta cualidad le permite al líder empresarial actuar de manera
lógica y encontrar la ruta más adecuada para lograr un objetivo. En
combinación con dichas ventajas, la guía estratégica incluye una serie de
beneficios para la cultura organizacional y la toma de decisiones:
Comprensión. Pensar de forma estratégica requiere que veas una
situación o un problema desde diferentes ángulos y tomar el camino
más lógico para conseguir los mejores resultados. El producto de este
curso de acción es una compresión más profunda del dilema, lo cual
te permite analizar varias soluciones junto con los pros y contras de
aplicar cada una de ellas.
Cuestionamiento constante. Cuando se piensa de forma estratégica,
todos los factores que inciden sobre una decisión deben considerarse.
En un mundo de los negocios en constante movimiento, los líderes no
pueden seguir actuando de manera tradicional para enfrentar nuevos
desafíos si quieren seguir siendo relevantes. Si tienes la capacidad de
ver un poco más allá y de aceptar el cambio, tendrás más
oportunidades de estar a la par con compañías reconocidas.
6. Perspectiva sin prejuicios. Resulta común que las personas aborden
un problema con una idea preconcebida sobre cómo resolverlo. Esto
se debe a que dicho enfoque está apoyado por experiencias pasadas
de situaciones parecidas. No obstante, el mundo empresarial está
sujeto a cambios regulatorios, tecnológicos e investigativos
constantes, lo cual requiere una mentalidad abierta para hallar otras
soluciones posibles.
Es importante que las personas con una posición de liderazgo en la
empresa entiendan que lo que no se podía lograr en el pasado por tener un
modo de pensar limitado, puede ocurrir mediante una forma diferente de ver
las cosas. Cuando piensas de manera estratégica, necesitas desafiar
convencionalismos para hallar más oportunidades de crear valor.
Características de un buen estratega:
Escucha. Antes que escucharse solamente a sí mismo, un buen líder
busca entender el entorno interno y externo. Esta habilidad de atender
a los demás le permite orientar su pensamiento hacia la estrategia
adecuada. Escuchando atentamente, aprende, prioriza y evalúa cuál
es el mejor camino a seguir.
Adaptabilidad. En el fondo, un buen estratega resulta impredecible
porque siempre está buscando formas diferentes de hacer las cosas.
Esta flexibilidad le permite adaptarse sin problemas a las situaciones
que surgen de la estrategia. Por eso considera el cambio como un
estado natural en el desarrollo de la planeación.
Capacidad de reflexión. Todo liderazgo de excelencia necesita
mandos que tomen en serio su tiempo para pensar estratégicamente.
Esta cualidad genera la confianza y seguridad de poder asumir riesgos
7. en beneficio de la organización. Además, sirve de ejemplo para que
otros colaboradores sepan la importancia de esta habilidad.
Capacidad de hacerse las preguntas adecuadas. El líder eficiente es
aquel que tiene la convicción de cuestionar los métodos tradicionales
para seguir el camino de la disrupción. Gracias a su apertura de
mente, está dispuesto a buscar las preguntas clave que dan pie a
estrategias mejor fundamentadas.
Creatividad. Los líderes efectivos requieren esta cualidad para
resolver problemas y elaborar planes con ideas innovadoras. Para
emplearla con inteligencia, los estrategas nutren y gestionan la
creatividad con el fin de potenciarla en los todos los niveles directivos.
Por eso trabajan en ella constantemente, para potenciar los recursos
propios y del equipo de trabajo.
Visión de futuro, capacidad de observar y buscar tendencias. Como
encargado de la estrategia, analiza las experiencias pasadas para
entender las tendencias del mañana. Ya que debe proyectar el futuro,
se apoya en la anticipación para consolidar una dirección eficiente e
innovadora para la organización.
Capacidad de ver “the big picture”. El liderazgo sobresaliente se apoya
en una visión panorámica para poder ver los problemas y las
oportunidades. Mientras que los detalles son relevantes, el resultado
final es lo que va a dirigir la planeación de un mejor futuro empresarial.
Capacidad de decisión. El estratega toma decisiones a cada
momento, sin vacilar y usando la lógica relacionada a los hechos.
Aunque a veces se equivoque, comprende que estos errores
fortalecen al grupo de cara al futuro. Antes de vacilar o no actuar,
prefiere asumir las consecuencias de una decisión poco acertada.
Virtud de saber priorizar. Para llevar a cabo tus estrategias tendrás
que trazar un plan. Y para ello, saber establecer las prioridades es
fundamental.
8. Capacidad de persuasión. La mayor convicción de un líder proviene
de sus actitudes, su pasión y sentido de colaboración. Estas y otras
características le sirven para inspirar a sus equipos, transmitirles lo
que quiere lograr y persuadirlos de seguir su visión. Son sus acciones
y su respeto por los demás lo que genera este seguimiento.
Rodearse de los colaboradores adecuados. El estratega empresarial
entiende que no es el más capacitado ni el más sabio. En su afán por
cumplir los objetivos, sabe que debe contar con colaboradores que
complementen sus capacidades de liderazgo. Por eso busca rodearse
de personas motivadas, comprometidas y proactivas de los que pueda
aprender.
Dar la orientación adecuada y eliminar los obstáculos para que el
equipo trabaje de forma eficiente. En muchos casos, el estratega se
convierte en un facilitador para que sus empleados tengan todo el
crédito por los buenos resultados. Para lograrlo, crea las condiciones
laborales, psicológicas y operacionales para que cumplan las metas
acordadas.
Aprender a pensar de forma estratégica requiere aplicar una visión de
futuro que te permita modificar tus circunstancias actuales. Puede que esto
suene complicado, pero con un poco de esfuerzo y las técnicas apropiadas,
cualquiera puede convertirse en un buen estratega y aún mejor empresario.
Para ello, necesitas:
Usar toda tu capacidad cerebral: Pensar estratégicamente exige crear
conexiones entre el pensamiento divergente (generar ideas/ver “the
big picture”) y convergente (racionalizar conceptos). Según varios
estudios, las personas más innovadoras tienen la capacidad de
alternar rápidamente entre estos 2 mecanismos. Desarrollar de
manera consciente esta habilidad puede hacerse a través de la
9. técnica de los 6 sombreros (Edward de Bono), cuya práctica hace a tu
cerebro más plástico, facilitando el cambio de un estado a otro.
Reflexionar: De acuerdo con la Universidad de Harvard, los estrategas
se dedican a crear conexiones entre ideas, planes y personas que los
demás no logran ver. La pista más importante sobre pensar de forma
estratégica está en la primera palabra de este concepto. Lo cual
significa tomarse un tiempo, estar en calma y dejar que tu mente tenga
la oportunidad de analizar. Así como un ajedrecista necesita
reflexionar profundamente sobre su próxima jugada, debes dedicarte a
usar tu cerebro de manera consciente. La mejor recomendación es
agendar un tiempo para esta actividad. Puede ser durante el
almuerzo, paseando en tu tiempo libre o yendo al trabajo. Lo
importante es hacerlo regularmente para seguir mejorando.
Alentar a los demás: Sumar voluntades a la estrategia siempre será
más ventajoso para la empresa que hacerlo solo. Por esta razón, vale
la pena promover una cultura organizacional en la cual cada
colaborador piense estratégicamente. Puedes empezar a
recompensar a quienes implementan formas ingeniosas de hacer las
cosas. Otra manera de incentivar el personal a comprometerse con
este tipo de pensamiento es mediante la asignación de un mentor o
incorporando ideas estratégicas en el sistema de capacitación y
compensaciones. Recuerda que a veces basta con el reconocimiento
público para motivar la proactividad.
Tener empatía: Otro secreto para pensar de manera más estratégica
consiste en compartir ideas con aquellos que tienen una perspectiva
diferente a la nuestra. Esta interacción te permite ver las cosas de otra
forma y, al mismo tiempo, seguir alimentando tu mente con distintos
conceptos que quizás no has considerado. En las sesiones de
ideación puedes tener a personas introvertidas, extrovertidas,
detallistas, generalistas y más, con la intención de proponer ideas
10. variadas. También puedes apoyarte en la opinión de tus clientes, lo
cual sirve como fuente de inspiración y para establecer relaciones de
confianza más duraderas.
Tomar decisiones: Gran parte de adoptar la estrategia como visión
tiene que ver con actuar, ser proactivo y ejecutar planes. En el
momento en que empiezas a generar ideas y hacer conexiones,
también debes considerar tomar decisiones sobre qué hacer después.
Ya que existen limitaciones de tiempo, dinero y recursos, hay que
saber priorizar (matriz de Eisenhower). La manera efectiva de ser un
estratega implica que debes dejar algo que ya estás haciendo o
contratar a un empleado con habilidades más especializadas. Con
frecuencia, tendrás que gastar dinero en un producto, maquinaria, una
oficina nueva o incluso dejar ir al personal. No malgastes tu
pensamiento estratégico por no tomar una decisión cuando la
situación lo requiere.
Muestras un perfil estratégico cuando:
Miras hacia adelante y aceptas con voluntad lo que te depara el
porvenir.
Estás dispuesto a trabajar al máximo hoy para recoger los beneficios
en el futuro.
Cambias tu enfoque con respecto a un problema o situación de
acuerdo con las circunstancias.
Eres considerado como una persona creativa que utiliza el
pensamiento lateral cuando lo necesita.
Tienes la tendencia a querer aprender más cada día y también
compartir tus conocimientos con los demás.
11. CONCLUSIÓN.
Podemos decir que el pensamiento estratégico se ha vuelto
fundamental para los negocios ante condiciones competitivas cada vez más
exigentes. Los nuevos líderes de organizaciones son los encargados de
mantener la rentabilidad, motivar la retención del talento humano y consolidar
la satisfacción de clientes. Apoyado en sus habilidades suaves (soft skills), la
importancia del estratega se manifiesta en la toma de decisiones y la
resolución de problemas.
Cuando existe una estrategia operacional que respalda las acciones
del líder y sus colaboradores, los negocios promueven una mayor tendencia
a la planeación. Esta proactividad les permite concebir el curso de acción
más apropiado en cualquier escenario. El pensar de forma estratégica da
cuenta de preguntas como: Qué, cómo, cuándo y por qué. En definitiva, su
importancia radica en que aumenta las posibilidades de tener un
emprendimiento exitoso.