Aristágoras le contó a Artáfrenes que la isla de Naxos era hermosa y fértil, próxima a Jonia y con muchos recursos y esclavos. Le propuso enviar una expedición para anexionar Naxos y otras islas, recuperando el control para los exiliados naxios. Los persas sitiaron Naxos durante 4 meses pero no pudieron conquistarla debido a que los naxios se habían preparado para la defensa y el dinero de la expedición se agotó.