La Constitución Española establece que España es un Estado social y democrático de derecho con una monarquía parlamentaria. Reconoce la unidad de la nación española y el derecho a la autonomía de las regiones. El castellano es la lengua oficial pero otras lenguas como el catalán también son oficiales en ciertas regiones. Además, garantiza libertades fundamentales como la libertad de asociación y establece que los ciudadanos y poderes públicos están sujetos a la Constitución y leyes.