La importancia de la hidratación en el cuerpo humano
1.
2. Las células del cuerpo deben tener una cierta
cantidad de líquido para funcionar bien, esto se
denomina hidratación o estar hidratado, Cuando no
tiene suficiente líquido en su cuerpo o no tiene
suficiente donde necesita el cuerpo se
llama deshidratación.
Nuestro cuerpo está formado de agua: en el feto: 90%,
recién nacido: 80%, niño: 70%, adulto: 60-65%,
anciano: 50-55%, está en el interior de nuestras
células, en el espacio entre nuestras células, en
nuestra sangre y en otros líquidos de nuestro cuerpo
como la saliva, el sudor o las lágrimas.
3. El agua desempeña funciones que aseguran el correcto
funcionamiento de nuestro cuerpo:
Transporta y distribuye los nutrientes esenciales para
nuestras células como los minerales, las vitaminas o la
glucosa
Elimina las toxinas que producen nuestros órganos.
Regula nuestra temperatura corporal.
Colabora en nuestro proceso digestivo
Actúa como lubricante de nuestras articulaciones.
Una persona relativamente sedentaria puede aguantar
entre 3 y 5 días sin beber agua.
4. Nuestro organismo pierde agua constantemente:
cuando respiramos, cuando sudamos, cuando
orinamos y cuando evacuamos.
Mediante estas acciones el cuerpo pierde una
media de entre 2 y 2, 5 litros diarios de agua.
Aunque no perdemos únicamente agua:
perdemos sodio, potasio, calcio, flúor y otros
electrolitos.
5. La deshidratación se produce cuando nuestro balance
hídrico es negativo, es decir, que perdemos más agua de la
que ingerimos.
Existen 3 tipos diferentes de deshidratación:
Deshidratación Isotónica: se produce cuando perdemos
aproximadamente la misma cantidad de agua que de
electrolitos.
Deshidratación Hipertónica: se produce cuando la
cantidad de agua que perdemos es mayor a la de electrolitos
Deshidratación Hipotónica: tiene lugar cuando nuestro
organismo pierde más electrolitos que agua.
6. Cuando estamos deshidratados, el nivel de agua
que contiene nuestra sangre disminuye lo que
dificulta su circulación y como consecuencia
nuestros órganos y músculos reciben un nivel
menor de los nutrientes y del oxígeno que
necesitan para funcionar correctamente.
Así pues, cuánta más agua pierda nuestro
organismo, más graves serán las
consecuencias para nuestra salud
7. Las bebidas nos aportan entre un 75 y un 80% del agua
que necesita nuestro organismo, el otro 20-25%
procede de los alimentos que ingerimos, por lo que
para mantenernos hidratados no tenemos más
que ingerir líquidos como agua, infusiones, zumos,
lácteos, etc, además comer, sobre todo caldos, sopas,
frutas y verduras (su contenido en agua es más elevado
que en el resto de alimentos).
A una persona que practique deporte se le recomienda
que beba algún tipo de bebida isotónica para reponer
las sales que ha perdido a través del sudor.
8. ¿Cuánto líquido debo beber para mantenerme
hidratado?
Depende, ya que la cantidad varía en función de
la persona, su edad, su dieta, su nivel de actividad
y de las condiciones ambientales.
Por ello no es fácil determinar la cantidad exacta
de agua que debe ingerir una persona.
9. Los niños tienen mayor riesgo de sufrir
deshidratación por varios motivos.
El primero es que su sistema inmunitario está
desarrollándose y son más proclives a presentar,
diarrea o gastroenteritis, con su correspondiente
pérdida de líquidos.
El calor y la sequedad ambiental les afecta más y
no menos importante es que en esas edades la
sensación de sed no está aún desarrollada al 100%.
Beber a poquitos, pero durante todo el día les
ayudará a mantenerse bien hidratados.
10. Los ancianos y las personas mayores también
tienen riesgos de sufrir una deshidratación
moderada o prolongada, pues no son
conscientes muchas veces de lo importante que
es refrescarse y beber líquidos de forma más o
menos recurrente durante el día, bien porque
también tienen una menor percepción de la sed
o bien porque sufren algún tipo de enfermedad
que afecta a sus niveles hídricos.
11. Una mujer u hombre adultos de entre 20 y 70
años deben consumir por lo general 2 litros y 2,5
litros de agua respectivamente.
Si realizan ejercicio o deporte, deberán ingerir
la cantidad proporcional a la pérdida de agua
que dicha actividad conlleve.
Si se corre o pasea, lo ideal es ingerir un par de
vasos de agua (0,5 litros) media hora antes de
empezar con la actividad
12. En las mujeres embarazadas o en periodo de
lactancia también presentan un riesgo de
deshidratación mucho mayor, ya que las
necesidades del bebé y los requerimientos
nutriciones de la madre cambian y se
amplifican.
Al final del 3º trimestre el agua representa el
94% del peso total de bebé. También
recomienda añadir 300 ml a la ingesta total
recomendada en mujeres de 2 litros.
13. Síntomas deshidratación
No siempre existe un indicador temprano
confiable de la necesidad de agua del organismo.
Muchas personas, en especial los adultos mayores,
no sienten sed hasta que están deshidratados.
Por eso es importante aumentar la ingesta de agua
cuando hace calor o estás enfermo.
Los signos y síntomas de deshidratación también
pueden variar según la edad.
14. Lactantes o niños – síntomas deshidratación.
Boca y lengua secas
Llanto sin lágrimas
No mojar los pañales durante tres horas
Ojos y mejillas hundidos
Zona blanda en la parte superior de la cabeza
(fontanela) hundida
Irritabilidad
Signo del pliegue positivo
Llenado capilar lento
15. Adultos – síntomas de deshidratación.
Sed excesiva
Micción menos frecuente
Orina de color oscuro
Fatiga
Mareos
Confusión
16. FISIOPATOLOGÍA
Para entender los síntomas y signos que van a
aparecer en el contexto de la deshidratación, así
como el tratamiento, debemos conocer la
composición corporal de agua, electrólitos, la
regulación de la osmolalidad, la volemia plasmática
y el equilibrio ácido-base (pH sanguíneo).
17. Composición corporal de agua y
electrólitos
El agua es el componente más abundante del
cuerpo humano.
El agua corporal total como porcentaje del peso
corporal, varía en función de la edad y el sexo,
siendo aproximadamente de hasta un 80% en el
recién nacido a térmico y del 50-60% en el adulto.
Existen dos grandes espacios líquidos: el
intracelular y el extracelular .
18. Composición corporal de agua y electrólitos
El extracelular está dividido en líquido intravascular
(plasma) y líquido intersticial.
El liquido extraceluar es rico en sodio (Na+ ) y cloro
(Cl– ) y pobre en potasio (K+ ), mientras que en el
liquido intracelular predomina el K+, fosfatos y
proteínas.
La composición electrolítica distinta en el liquido
extracelular y el liquido intracelular se mantienen
principalmente gracias a la bomba de Na/K .
Salvo en los primeros meses de vida, la mayor
proporción de agua corporal total está en el espacio
intracelular.
19. Composición corporal de agua y electrólitos
Osmolalidad Se define como el número de solutos que
existe en una solución por cada kilogramo de agua.
El término osmolaridad hace referencia a los solutos
por litro de agua.
Prácticamente son términos intercambiables y suelen
usarse de manera sinónima.
El organismo está adaptado para mantener la misma
osmolalidad entre los espacios extra e intracelular.
Si la osmolalidad de uno de los compartimentos
cambia, el agua se desplaza rápidamente para igualarla,
pasando del compartimento de menor al de mayor
osmolalidad.
20. Composición corporal de agua y electrólitos
La razón de esto es que las membranas celulares son
altamente permeables al agua, pero relativamente
impermeables a otras sustancias.
La osmolalidad plasmática normal (Osmp) depende de
urea y glucosa, pero sobre todo del Na y es de 285-295
mOsm/kg.
Su cálculo, en ausencia de otras sustancias
osmóticamente activas, se realiza con la siguiente
fórmula:
Osmp = (2 × Na+ (mEq/l)) + glucosa(mg/dl) / 18 +
BUN(mg/dl)/2,8
21. Composición corporal de agua y electrólitos
Aumentos del 1-2% en la Osmp estimulan los
osmorreceptores hipotalámicos y aparece la
sensación de sed estimulando la secreción de
hormona antidiurética (ADH).
La ADH aumenta la reabsorción de agua en el
túbulo colector renal, aumentando la
osmolaridad urinaria y disminuyendo el volumen
urinario.
22. Composición corporal de agua y electrólitos
Cambios lentos en Osmp permiten adaptaciones
celulares con cambios en la Osm intracelular.
Así en situaciones de Osmp altas aparecerán dentro de
la célula sustancias osmóticamente activas, evitando
así la deshidratación celular.
Al contrario, en Osmp bajas disminuirán los solutos
intracelulares.
Cuando se originan estas situaciones el tratamiento
de la deshidratación debe evitar cambios bruscos en la
Osmp para disminuir el riesgo de complicaciones
intracelulares (sobre todo a nivel de SNC).
23. Volemia
La deshidratación es hipovolemia, es detectada en el
aparato yuxtaglomerular renal desencadenando la
producción de renina que transforma el
angiotensinógeno en angiotensina I.
La acción de la enzima convertidora de la angiotensina
convierte la angiotensina I en angiotensina II, que
estimula la reabsorción de sodio en el túbulo proximal
y la secreción de aldosterona, que aumenta aún más la
reabsorción de Na+ y agua y la excreción de K+ .
24. Volemia
Asimismo, en caso de hipovolemia importante
aparece un estímulo del sistema nervioso
simpático que junto con la angiotensina II,
ayudan a mantener una adecuada presión arterial
en presencia de depleción de volumen.
La hipovolemia también estimula la secreción de
ADH, independientemente de la Osmp.
El volumen circulante se prioriza sobre la
osmolalidad en la regulación de la ADH
25. Clasificación de la deshidratación según el
volumen perdido
Porcentaje de pérdida de peso Déficit ml/kg
Leve 3-5 30-50
Moderada 5-9 50-90
Grave >9 >90-100
26. En función de la pérdida de peso:
- Deshidratación leve: < 5% de pérdida de peso.
- Deshidratación moderada: entre el 5-10% de pérdida
de peso.
- Deshidratación grave: > 10% de pérdida de peso.
En los niños mayores de 35 kg, los valores (%) para la
pérdida de peso son proporcionalmente menores:
deshidratación leve < 3%; deshidratación moderada 5-
7%, deshidratación grave > 7%.
27.
28. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
Establecer un acceso vascular es vital para la
administración de líquidos al paciente con
compromiso circulatorio.
El lugar predilecto es el aquel que permita el acceso
vascular más sencillo.
El cateterismo venoso periférico es el método de
acceso vascular de elección en pacientes con
deshidratación.
29. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
Se recomiendan catéteres del mayor calibre posible
para permitir la administración rápida de un gran
volumen de líquidos.
Las venas periféricas más adecuadas, por su mayor
tamaño y localización anatómica, son la vena cubital,
mediana del codo y la safena interna en el tobillo.
Sin embargo, en los infantes con deshidratación grave,
puede ser técnicamente difícil y consumir mucho
tiempo.
30. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
En caso de no lograr un acceso venoso periférico
rápido, se considera que la vía intraósea es la mejor
alternativa para obtener un acceso vascular, debido
a la facilidad, rapidez y seguridad de la técnica.
En términos generales, es posible establecer una
vía intraósea con éxito, en un tiempo de 30 a 60
segundos, en un 98% de los casos .
31. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
La utilización de la técnica de infusión intraósea se
basa en el hecho de que la cavidad medular de los
huesos largos está ocupada por una rica red de
capilares sinusoides que drenan a un gran seno
venoso central, el cual no se colapsa ni siquiera en
situación de shock y permite pasar los fármacos y
líquidos a la circulación general con una rapidez
similar a la administración venosa, tanto en recién
nacidos como en adultos).
32. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
El sitio anatómico recomendado para la infusión
intraósea en recién nacidos, lactantes y menores
de 6 años es el segmento proximal de la tibia (1 a 3
cm por debajo de la tuberosidad tibial en la
superficie antero interna), mientras que en
mayores de 6 años y adolescentes es el segmento
distal de la tibia (1 a 2 cm por encima del maléolo
interno)
33. HIDRATACIÓN INTRAVENOSA
La hidratación intravenosa varía dependiendo de la
gravedad de la deshidratación, el tipo (isonatrémica,
hiponatrémica o hipernatrémica) y de los déficits de
otros iones y trastornos ácido-base.
Se realiza en 2 fases: la primera es de emergencia o
estabilización y consiste en reponer la volemia, si
existe insuficiencia circulatoria o shock hipovolémico;
En la segunda fase se repone el déficit y se suministran
las necesidades de mantenimiento de líquidos y
electrolitos, además de las pérdidas concurrentes.
34. HIDRATACIÓN INTRAVENOSA
Primera fase: de emergencia o de estabilización Es
básico entender que el shock hipovolémico
(inadecuada perfusión tisular) no es sinónimo de
hipotensión.
A medida que la volemia disminuye, la resistencia
vascular aumenta y esto permite conservar la
tensión arterial en un nivel normal, aunque la
pérdida de volemia sea hasta de un 40%.
35. HIDRATACIÓN INTRAVENOSA
Esta fase se conoce como shock compensado.
Si continúa la pérdida de volemia sin un
reemplazo adecuado y oportuno, disminuye la
tensión arterial y hay un deterioro rápido y
progresivo por hipoxia tisular e isquemia, que
unidos desencadenan una cascada de eventos que
conducen a falla multiórganica y muerte.
Esta fase se conoce como shock descompensado.
36. HIDRATACIÓN INTRAVENOSA
Segunda fase: de reposición del déficit y aporte de
líquidos y electrolitos de mantenimiento y pérdidas
concurrentes
Para establecer los esquemas de hidratación el primer
paso debe ser calcular las necesidades basales de
mantenimiento de líquidos y electrolitos para el
paciente.
Para el cálculo de las necesidades hídricas y de
electrolitos de mantenimiento se utiliza el método del
gasto calórico, basado en que las necesidades de agua y
de electrolitos se relacionan con más precisión con el
gasto de calorías que con el peso corporal.
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39. HIDRATACIÓN INTRAVENOSA
La selección de la solución para el mantenimiento hídrico
debe considerar:
Las soluciones hipotónicas de cloruro de sodio en
dextrosa al 5% (0.30%, 0.45%), por lo general, cumplen con
las cantidades adecuadas para suplir las necesidades de
mantenimiento de agua y electrolitos, tanto en las
deshidratación isonatrémica como hiponatrémica.
En caso de deshidratación hipernatrémica, la solución de
mantenimiento que mejor se adapta al requerimiento es
la solución de cloruro de sodio al 0.22% en dextrosa al 5%.
40. HIDRATACIÓN INTRAVENOSA
Se ha sugerido el uso de soluciones isotónicas como
hidratación de mantenimiento en niños, por el
riesgo de desarrollo de hiponatremia.
Esta recomendación podría ser útil para cierto tipo
de pacientes con aumento de la hormona
antidiurética, debido alguna patología de base, así
como en post-operatorios neuroquirúrgicos, con
traumatismo cráneo encefálico o en aquellos con
pérdidas hidrosalinas extras (pacientes sometidos a
drenajes o aspiraciones digestivas).
41. HIDRATACIÓN INTRAVENOSA
Sin embargo, su uso en deshidratación por diarrea
no ha sido evaluado y confirmado en series clínicas
amplias y bien validadas, por lo que no se
recomienda en la actualidad.
Para el mantenimiento, en pacientes con diarrea se
siguen recomendando las soluciones hipotónicas
de cloruro de sodio (0.30% - 0.45%) con monitoreo
periódico de los valores plasmáticos de sodio y a
nivel prehospitalario son las soluciones isotónicas
de cloruro de sodio 0.9%.