David vence al gigante filisteo Goliat y libera a Israel de su amenaza. Goliat había estado desafiando a los israelitas a pelear contra él durante 40 días, pero todos le tenían miedo debido a su gran tamaño. Aunque el rey Saúl dudaba de que David, un niño, pudiera ganar, David confiaba en que Dios le daría la victoria. David recogió cinco piedras y con su honda lanzó una piedra que golpeó la cabeza de Goliat, matándolo. La muerte de su campeón