La señalización comenzó en la antigüedad para orientar a las personas en el Imperio Romano usando pilares y columnas de piedra a lo largo de las vías. En la Edad Media, las señales indicaban la dirección de las ciudades en los cruces. En los siglos XVIII y XIX, las indicaciones se colocaban en planchas de hierro o postes metálicos. En el siglo XX, Francia, Italia y Alemania adoptaron un sistema de pictogramas y la Convención de Ginebra de 1909 estandarizó cuatro