Las tarjetas magnéticas y las tarjetas de proximidad tienen una historia más larga de lo que parece aunque parecen conceptos modernos. Las tarjetas magnéticas se describieron por primera vez en 1888 y las tarjetas de proximidad, también conocidas como RFID, usan radiofrecuencia para transmitir la identidad de un objeto sin necesidad de visión directa entre el emisor y receptor.