La persona se sienta en una incómoda silla de madera y siente antojo de una pechuga a la plancha. Procede a preparar la pechuga descongelándola y sazonándola con sal y migas de pan antes de asarla en una sartén. Sin embargo, se queda dormida y despierta cuando la cocina está en llamas. Intenta apagar el fuego con un extintor antes de que la cocina explote, momento en el que despierta de verdad.