El documento resume cómo los discípulos de Jesús, aunque inicialmente desanimados tras su muerte, se reunieron como comunidad para apoyarse mutuamente y mantener viva su fe. Al reunirse en nombre de Jesús, él se hizo presente entre ellos. De la misma manera, los cristianos deben reunirse hoy en comunidades para fortalecer su fe compartiendo experiencias, dudas y buscando juntos a Jesús resucitado. Solo dentro de la comunidad es posible mantener viva la fe a través del encuentro con Cristo.