Thomas Hobbes argumenta que sin un soberano que regule la conducta de los individuos mediante leyes, la sociedad caería en un estado de "guerra de todos contra todos" debido a la naturaleza egoísta y competitiva del ser humano. Propone que la única forma de evitar este estado de conflicto constante es establecer un gobierno absoluto conocido como "Leviatán" que imponga orden y armonía social.