El documento habla sobre cómo Dios moldea a las personas como el alfarero moldea el barro. Explica que Dios permite que las personas pasen por quebrantamientos para hacerlas útiles como vasijas de honra. Aunque el quebrantamiento no es el deseo de Dios, es parte del proceso de santificación para que las personas sean vasijas llenas del Espíritu Santo. El documento insta a las personas a ponerse en manos de Dios para que Él pueda moldearlas.