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1. HUELLAS EN LA ARENA RUBEN JAVIER GUNTHER

2. El Dilema Te extraño tanto Alfajor Tesoro Ciudad Futura Tiempo El Campeón FIN

3. estaban ellos y la pelota estaban las bicis y estaba la aventura la misma gran aventura de todos los días a veces no era tan bueno siempre lastimados y siempre palizas ¿pero a quién le importaba? ahora estaba el dilema estabas vos hoy me estabas esperando para ir al cine “ no puedo ir con ustedes” no puedo y no quiero ella me lo pidió y yo acepté monedita sobre monedita juntamos para ir al cine y hoy es el día tantas veces hice lo que quise golpes, lastimaduras palizas y más palizas hoy, chicos, perdón seguimos el plan me voy con ella cine y helado de limón y frutilla al agua era muy arriesgado pedir fuera de chocolate y pistacho pero de vos aprendí a probar nuevos gustos pido granizado y almendrado a veces pido limón y frutilla al agua sólo para acordarme de vos hoy arriesgo siempre sólo para recordarte y siempre arriesgo y siempre pierdo siguiente

4. pero me ayuda a no atarme a nada a no construir nada igual no te tengo no puedo olvidar tu cara tus ojos cuando devolviste mi mirada aquella mañana cuando yo realmente te vi ¿cuántos días habían pasado? no te esperaba por Dios que me muera ya no puedo dejar de soñar el helado que nos gusta a los dos títulos

5. se había hecho una rutina tomar la leche en tu casa mirando la tele pero empecé a llegar tarde y tu mamá se enojaba es que yo estaba en un misión secreta estaba preparándote un gran regalo mucho tiempo antes en el canal donde “cazaba” mojarritas había sacado un pez doradito en su momento fue una revolución la mojarrita dorada vivió tres días y nunca nadie más ni yo siguiente

6. volvió a sacar una quince días me llevó todos los días iba menos los domingos porque vos no estabas te ibas no sé adónde y yo tan triste que ni ganas tenía pero lo conseguí una tarde llevé el doradito hasta mi casa lo puse en un frasco con piedras sabía que poco viviría sólo quería repetir mi alegría esta vez con vos llegué a tu casa y vos no estabas y tu mamá no me quiso decir me corrió un frío en la espalda el frasco se me cayó y el doradito con sangre y yo llorando y tu mamá me decía: “ hijo, no llores más ya sé que la querés” y yo llorando ¿y con quién se fue? “ pero no hijo fue a comprar bizcochos para vos siguiente

7. iba a ser una sorpresa” yo le quería regalar el doradito ay hijo mío la querés tanto todos los días iba y no tenía permiso y ahora se estaba muriendo ay mi doradito ay hijo, no llores que ella ya viene pero yo quería darle el pecesito libre que tanto me costó títulos

8. yo cuidaba de ese alfajor no quería ni tocarlo para no derretirlo lo escondía para que nadie lo viera días estuvo escondido para que nadie supiera yo sentía mi vida en él estaba en juego tanto para mí qué tonto yo creí: mi vida está en ese alfajor de pronto cobré sentido tanta espera para darte el regalito yo creí: lo más importante de mi vida yo quería que nadie lo supiera siguiente

9. Yo creí: una pequeña ventanita en mi corazón y había robado lo que había guardado toda mi vida ya no era nada tenía miedo que se caiga que se abolle que se rompa tanto cuidado nunca puse yo quería abrir una ventanita en tu corazón qué tonto pero al otro día me dolió tanto saber que todos lo sabían era para vos nada siguiente

10. abrí la ventanita otra vez busqué en mi corazón y no encontré ya nada me compré un alfajor águila y quise disfrutarlo estaba rico pero me quedó amarga la boca el dolor y la amargura que me provocó me pregunto ¿cómo lo valioso para mí es tan poco para otros? si no hay ventanas ni puertas no me gustaría romper esa pared ya nunca más y no recuperar mi alfajor siguiente

11. águila y no quedarte con mi amor pero regalarme… un alfajor águila … y que nadie sepa quedarse conmigo porque lo que es importante para mí no significa nada para vos es mi dolor vivir títulos

12. corazas de metal detrás de una vida que será un pestañeo en la eternidad que dirán: ¿cómo será? paraliza toda la vida todavía para siempre si yo sé, es un intervalo aunque existan años décadas ahora continuamente ¿quién toma esta decisión? disipados vendiendo tesoros ajenos lo más urgente posible experiencia vencida por favor, amparala entre algodones como cristal frágil todo cuidado es poco no dejes que se ensucie aunque se lave mejor pura nunca puede ser íntegro eso un tesoro invaluable que fue reservado no puede ser sino creído celado, vigilado, cuidado sobrevaluado enriquecido hablo un lenguaje diferente el mundo habla-hace: mejor postor adecuado tiempo ¿cuánto se destruye con daño? siguiente

13. idas y vueltas vamos a reparar estamos viendo y pasa el ciclo y ya destruido todo ya partiste tu riqueza ya desapareció vos, calle de vidas y promesas vivida experimentada como arteria muerta ya precisamente un milagro que no es lo mismo consecuencias ya te perdiste tu mirada no brilla fatalmente un milagro yo descubrí mal todo todo todo en mi fortaleza pero hay una cosa lloré y sufrí es cierto, fui incapaz de aplicarme pero me arrepiento yo siempre perseguí estar claro aunque me enredé en el fondo siempre supe estoy firme aunque no pueda mirar la mirada de los otros miro enfrentado siguiente

14. hablo un lenguaje cambiante no objeto más ni argumento menos pero voy a procurar lo que recibo primero voy a soltarte lo que disfruto pero espero abrazarte ustedes hablan lenguajes diferentes yo tengo un Dios me consta que me cuida soy su hijo otros hay que hablan como yo que te cuidarían como un tesoro como yo te veo como Dios te ve como te celaría pero puede llegar un espacio que Dios corte todo te corte a vos me corte a mí y todo se termine no puede nacer lo que no existe lo que nunca vivirá ya te fuiste caminaste sin saberlo me sacrifiqué una debilidad entera hablando ajeno mirando diferente no alcanzando nunca ni queriendo en-ten-der-lo siguiente

15. mensajes que no debía hoy me incriminan que siempre me dolió hoy sin dudas me equilibro ¿a quién le importa? sé lo que quiero basta para mí títulos

16. escapé de tu ciudad futura de tus lazos te descubro: no existe negocio POSIBLE entre vos y yo da asco tu ciudad futura me repugna tu forma de ver las cosas no me quedo voy a huir de tu ciudad inmunda y no me vas a atrapar no decidís vos decido yo no es mi ciudad futura es tu mausoleo tu podredumbre ¿cuando quise quedarme? ¿según mis reglas? ¿según mi tiempo? me voy de tu ciudad futura me voy de tu andar contagioso vivo mi vida según mi ciudad quedate con tus daños quedate con tu vida asquerosa yo concibo otro futuro me voy de tu ciudad futura no me va a alcanzar te dejo con sus habitantes es el asco futuro ya podés reírte del mal ajeno yo corro como un rayo te dejo atrás ciudad futura… amistad futura… no dejarás de hablar pero YA no te escucharé hablarás palabras vacías siguiente

17. y todo el ejército ahí en el peor lugar sólo el ejército escuchando ja, yo corriendo como un rayo siendo lo que deba ser o no siendo nada no hay negocio conmigo HERMOSA CIUDAD FUTURA YO CORRO COMO UN RAYO títulos

18. todo tiene su estación pero hoy ella me reivindicó además tengo el vientre lastimado todavía las manos cortadas la cabeza vendada raspaduras en todos lados hoy ella me reivindicó y ustedes no están al tanto pero me late el corazón me punza en el estómago y me quedo con vos y las mariposas menos mal que llegaste porque me iban a golpear y menos mal que acudieron en ayuda porque habían planeado tirarnos al barro ya nos apuntaban con las hondas como prisioneros más bien que me costó pero vos me pretendiste y las mariposas vivieron un instante hoy fuimos al cine y tomamos helado por Dios cómo lloramos cuando murió el globo rojo qué indignación contra los chicos malos siguiente

19. todo por envidia los odié por ello los odié por renegar pero se me pasó aunque ya el globo rojo había muerto lo habían matado a piedrazas y una parte de mí murió con él de vos me acuerdo tan poco es que el tiempo todo lo borra te recuerdo pero te perdí para siempre títulos

20. Lo habían condenado al ostracismo por sus ideas, había arengado largamente a las masas para que luchen por sus derechos. No era sólo un deportista, creía en lo que hacía, luchaba por ideales. Quisieron destruirlo, pero aquí estaba, en el vestuario, en medio de un silencio sepulcral, a no ser por su voz, que emanaba mucha confianza. Al mismo tiempo que hablaba, pensaba que su arenga ya no era lo que era antes. Su entrenador lo miraba como quien ve a un viejo anciano que recuerda con pasión su juventud. Todos pensaban que estaba acabado. Sólo tres peleas desde su vuelta y ya estaba aquí, esperando su oportunidad por el título, había perdido la primera, ganado por puntos la segunda y no había dejado dudas en la tercera, un claro nocaut en el sexto round; era un claro camino barranca arriba. Pero ya no era el mismo. La misma cabeza, la misma lucidez, el mismo estilo profundo, casi un artista, pero esas piernas no eran las mismas. Ciertamente que había dejado una huella indeleble con su sangre derramada en tantos años, en tantos cuadriláteros, pero en ese momento eso no significaba nada, como tampoco significaba nada las ausentes huellas del joven campeón. Tampoco significaba la generosa entrega, sincera; era obvio que el campeón dejaba hasta lo último de sus fuerzas por vencer, eso también generaba un sinsabor, pues siempre pareció estar transitando por una cornisa, cerca de su límite. Diferente había sido el joven campeón, siempre con un grupo de expertos planificándole la pelea, teniendo todo bajo control, transitando un camino con suma prolijidad, guardando siempre siguiente

21. algo de su esfuerzo detrás de una táctica perfecta, siempre con un resto, un ahorro previendo dificultades que nunca llegaron. Las huellas de ambos eran bien diferentes, el joven campeón caminaba por un camino ya construido, acaso por el viejo campeón. Uno siempre se deja encandilar por una luz que brilla perfecta, con mucha capacidad, pero lo que el campeón vendía era una carrera tambaleante, heroica siempre, derrotando a casi todos los que deberían haberlo humillado. Esta vez él era el retador, después de tantas defensas. Su carrera se había dividido en tres etapas, la primera, la más extensa, tal vez la más exitosa, hasta caer estrepitosamente ante un loco, verdaderamente loco de atar, que le dio una paliza como nunca antes en su vida, que dicho está, ese loco poco duró, sólo lo suficiente para quedar en la historia por esa pelea y vivir de esa fama. La segunda, mucho más breve, que se vio interrumpida, cuando él comenzó a identificarse con su origen. Es que al principio, sólo quería fama, dinero y mujeres, pero después todo cambió cuando maduró y se dio cuenta que sólo era una especie de mono de circo. Se convirtió en un símbolo y ahí le dieron el tiro que casi lo mató. ¿Pero quién podría acabar con este campeón? La gente lo amaba. Es cierto, estaba viejo, y del otro lado estaba el joven campeón, fuerte, invicto, silencioso, práctico, diría que hasta pragmático. Dueño de un estilo nada vistoso pero muy efectivo, que basaba todo en su pegada y en su estado físico, no le interesaba la siguiente

22. política, ni era amigo de las declaraciones grandilocuentes, era simplemente el nuevo campeón. Se miraron fijamente pero no era día de fiesta para nadie. La gente amaba al viejo campeón, pero tenía mucho miedo porque era mucha la distancia entre ellos, de edad y de capacidad de daño. El joven campeón se le vino al humo como perro cuando se le mete un intruso, y pegó como una verdadera patada de mula. Pegaba a la cara, y al vientre, y a los riñones, pegó como quiso, y el campeón nada pudo hacer, todo lo contrario, lo provocaba a que lo castigara más. La gente estaba muda, no alentaba ni al nuevo. No sucedía aquello de apoyar al más débil, y tampoco al que estaba dando espectáculo. En su esquina, sólo atinaban a atender al campeón, pero ninguna indicación salía de la boca del entrenador; respetaban tanto al campeón que nada se atrevía a decirle. Recién en el quinto round, cuando todo era un charco de sangre, le había dicho que un round más así y tiraba la toalla, pero el campeón creía lo que nadie estaba creyendo: Voy a ganar, le dijo con vehemencia. Para el séptimo round, el joven campeón no podía levantar un brazo, y ya estaba todo parejo, el campeón monologueaba un discurso tan bello que encendió a la multitud. Creo que nunca habíamos visto semejante danza de él antes. Las piernas no eran lo mismo, la pegada tampoco, en verdad nunca se había destacado por sus golpes, pero eran lo suficientemente fuertes para siguiente

23. acompañar su mejor repertorio; esta vez estaba ganando con su mejor cualidad: su lucidez, su cabeza. Se estaba defendiendo bien, estaba siempre bien ubicado, y estaba usando todo el abanico de posibilidades, que un uno-dos, que un jab, que un cross de derecha, al mentón, al ojo, al vientre, al hígado, retrocedía bien y se trasladaba bien, entraba, pegaba y salía, y volvía a entrar. El público estaba felíz, amaba al campeón. Varias veces había besado la lona, sabía lo que era caer, quedarse solo, volverse a levantar, luchar, perder la rutina, rogar por otra oportunidad, el significado de las cosas, aun aprendiendo la lección, volver a caer, sentir esa humillación, cuando todos sienten lástima. Conocía la derrota, la victoria y el fracaso. Es el campéon, sólo él creía, pero sólo eso necesitaba. En el décimo round el joven campeón, altivo, fuerte, autosuficiente, bello, cayó, y ya nunca se levantó, porque él en su perfección, en su inmaculado mundo, no había aceptado su derrota como una posibilidad, y se tuvo que rendir ante el campeón, no tuvo respuesta, no estaba preparado para la adversidad. Por el que nadie daba nada, ni dos pesos, por el que todos sentían compasión en los primeros rounds, se tuvieron que rendir a sus pies. Pero no, no pidió nada, ni se tomó revancha, ni se jactó, sabía perder bien y por lo tanto ganar bien, él creyó nada más que en la victoria, sólo él había creído, es el campeón, es el campeón… Años después confesó que cuando más lo estaba castigando fue cuanto más creyó, cuanto más abatido estaba, la llama de su fe más se encendía, cuanto más derrota veía en las caras de los de su esquina más se siguiente

24. consumía por dentro, como si estuviera acumulando fuerzas, cuanto más silencio hacía el público más indignado estaba, hasta que el joven campeón cedió, y eso le dio la oportunidad de liberar ese fuego que lo estaba consumiendo. títulos