Reinado de Justiniano I el Grande, el Imperio Bizantino alcanzó su mayor extensión. Belisario venció a vándalos y ostrogodos y conquistó el norte de África e Italia.
Ocuparon el sur de la península ibérica. Para mostrar la grandeza de su reinado se edificaron construcciones como la basílica de Santa Sofía (Constantinopla).
DECAIMIENTO
Del siglo vii al siglo x, el Imperio Bizantino fue perdiendo poder y territorios acosado por otros pueblos:
El Imperio Persa sasánida por el este.
Los árabes, que en el siglo VII conquistaron más de la mitad del Imperio bizantino (Siria, Palestina, Egipto) y asediaron su capital en varias ocasiones.
Los eslavos. Durante el siglo ix y x, los búlgaros vencieron a los bizantinos y crearon un imperio que se extendió por casi toda la península balcánica. Pero, finalmente, los bizantinos vencieron a los búlgaros y los sometieron en el año 1018.
Poder: centralizado, el emperador bizantino, era la máxima autoridad política y religiosa.
Controlado por numerosos funcionarios y un poderoso ejército en el que tuvieron mucha importancia los mercenarios (soldados que luchaban a cambio de dinero).
El territorio se dividía en provincias llamadas themas, dirigidas por un gobernador o estratego.
Durante el reinado de Justiniano se recopiló un código de leyes (Código de Justiniano) inspirado en las leyes romanas.
La economía en el Imperio Bizantino se basaba en la agricultura y la ganadería.
El comercio tuvo mucha importancia, ya que se cruzaban las rutas comerciales entre Europa y Asia y entre Europa y África. Desde lugares lejanos llegaban pieles, marfil, perfumes, piedras preciosas, esclavos, especias (sustancias para condimentar los alimentos), etc.
Se produjo un gran desarrollo de la artesanía. Se elaboraban y exportaban productos manufacturados, orfebrería, tapicerías, etc.
En la sociedad bizantina existía una fuerte división entre la nobleza terrateniente y una gran masa de campesinos empobrecidos. Tanto el emperador como la nobleza bizantina, imponían a sus súbditos elevados impuestos, por esta razón había un gran descontento entre los grupos populares.
El desarrollo del comercio provocó una intensa vida urbana en la capital, donde vivían los funcionarios, comerciantes, artesanos, etc.