España experimentó guerras civiles en el siglo XVI, particularmente entre conquistadores por el control del Virreinato del Perú, establecido en 1542. El virreinato se vio afectado por conflictos entre conquistadores y la corona española por el poder y la aplicación de las Leyes Nuevas de 1542. Las ciudades fundadas en el Perú adoptaron modelos hispánicos y sirvieron como centros de conversión religiosa, avanzadas militares, nodos comerciales y premios para los conquistadores.