Este documento presenta un resumen de la situación económica de México y Estados Unidos en la década de 1990. Para México, señala que atraviesa un momento decisivo después de décadas de intervención gubernamental en la economía, y que aunque se han realizado reformas, todavía existen contradicciones como déficit comercial y restricciones a la inversión extranjera. Para Estados Unidos, indica que su economía se ha vuelto más abierta y dependiente del comercio exterior, aunque existen desafíos como la
Revistas de Latinoamérica: Su rol en el mundo científico-Vessuriguest52e24a
Taller “Calidad e Impacto de la Revista Iberoamericana”.
San José, Costa Rica, 8 y 9 de octubre de 2009 Latindex.
Las revistas de Latinoamérica: Su rol en el mundo científico. Hebe Vessuri
IntroducciónLa lógica de estructuración de este resumen ejecutivo responde a la integración de los productos uno y dos de la consultoría en aras de articular tanto la ruta metodológica seguida, como dar absoluta claridad sobre la definición participativa del contenido de las competencias genéricas y específicas recogidas en la propuesta de perfil,que es el punto de llegada del análisis.La construcción del perfil general del administrador público de la ESAP parte de examinar hacia dónde va el Estado colombiano en el marco de las tendencias globales, como también de las dinámicas actuales y los asuntos estratégicos de la administración pública, temas desarrollados ampliamente en el producto uno de esta consultoría, constituyéndose en el referente de los principales conocimientos de dominio del administrador público, recogidos en las competencias específicas.Atendiendo a este panorama se examinó el posicionamiento del egresado (casi 8000 registros y otros 861 de estudiantes de prácticas) que arrojó señales claras sobre la creciente diversificación de sus labores y con los aportes entre expertos 1, egresados y autoridades locales (52 personas), se identificaron y definieron las competencias genéricas y específicas, soportadas en referentes nacionales e internacionales, como también los campos de desempeño.Con base en todos estos insumos se establecióla declaración del perfilgeneral. Cabe resaltar que la consultoría en su alcance, aporta elementos valiosospara que sea la Escuela quien valore y establezcafinalmente, en este amplio marco, el tipo de profesional que va a formary entre muchas discusiones que se deben agotar internamente, por ejemplo defina el equilibrio entre un administrador gerencial y uno que domine lo instrumental de la disciplina. Sobre la base de la postura que se unifique, continuar con el proceso de articulación con los lineamientos curriculares, el diseño del plan de estudios que promueva el desarrollo de competencias y todas las definiciones de orden pedagógico que ello implica.
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Taller “Calidad e Impacto de la Revista Iberoamericana”.
San José, Costa Rica, 8 y 9 de octubre de 2009 Latindex.
Las revistas de Latinoamérica: Su rol en el mundo científico. Hebe Vessuri
IntroducciónLa lógica de estructuración de este resumen ejecutivo responde a la integración de los productos uno y dos de la consultoría en aras de articular tanto la ruta metodológica seguida, como dar absoluta claridad sobre la definición participativa del contenido de las competencias genéricas y específicas recogidas en la propuesta de perfil,que es el punto de llegada del análisis.La construcción del perfil general del administrador público de la ESAP parte de examinar hacia dónde va el Estado colombiano en el marco de las tendencias globales, como también de las dinámicas actuales y los asuntos estratégicos de la administración pública, temas desarrollados ampliamente en el producto uno de esta consultoría, constituyéndose en el referente de los principales conocimientos de dominio del administrador público, recogidos en las competencias específicas.Atendiendo a este panorama se examinó el posicionamiento del egresado (casi 8000 registros y otros 861 de estudiantes de prácticas) que arrojó señales claras sobre la creciente diversificación de sus labores y con los aportes entre expertos 1, egresados y autoridades locales (52 personas), se identificaron y definieron las competencias genéricas y específicas, soportadas en referentes nacionales e internacionales, como también los campos de desempeño.Con base en todos estos insumos se establecióla declaración del perfilgeneral. Cabe resaltar que la consultoría en su alcance, aporta elementos valiosospara que sea la Escuela quien valore y establezcafinalmente, en este amplio marco, el tipo de profesional que va a formary entre muchas discusiones que se deben agotar internamente, por ejemplo defina el equilibrio entre un administrador gerencial y uno que domine lo instrumental de la disciplina. Sobre la base de la postura que se unifique, continuar con el proceso de articulación con los lineamientos curriculares, el diseño del plan de estudios que promueva el desarrollo de competencias y todas las definiciones de orden pedagógico que ello implica.
La Tercera Convención y Exposición Internacional de la Industria Cubana (CubaIndustria 2018), es uno de los eventos resaltados en el sexto número de este año de Negocios en Cuba.
Otro de los encuentros relevantes es el Sexto Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones que tendrá lugar este mes en el Hotel Meliá Marina Varadero de la occidental provincia de Matanzas.
Negocios en Cuba también propone a sus lectores un material sobre los bares y cócteles de La Habana, declarada a principios de este año Capital de la Coctelería de Iberoamérica.
Hoe haalt u in deze tijd de beste mensen binnen bij uw organisatie? Wat kunt u doen om uw personeel te ontwikkelen tot de beste mensen op de beste plek? DRV HRM adviseur Henri van Koevering gaf deze masterclass tijdens Contacta 2013.
La Tercera Convención y Exposición Internacional de la Industria Cubana (CubaIndustria 2018), es uno de los eventos resaltados en el sexto número de este año de Negocios en Cuba.
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Negocios en Cuba también propone a sus lectores un material sobre los bares y cócteles de La Habana, declarada a principios de este año Capital de la Coctelería de Iberoamérica.
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Del Moral Ortega Claudia Alejandra "Cibercultura"Alexia Del Moral
El documento es una reseña acerca de la cibercultur@ y cómo es creada a partir de la información y los procesos de comunicación, para crear redes de conocimiento
Hacia una sistema de salud con calidad, equidad y sostenibilidadOPS Colombia
Presentación realizada por el Ministro de la Protección Social, Mauricio Santa María S. en Washington, DC, el 22 de febrero de 2011 en la sede principal de la Organización Panamericana de la Salud.
El gobierno de López Obrador puede ser el catalizador para reconvocar a las fuerzas productivas de la nación a concluir de manera adecuada el desarrollo de sus capacidades e irrumpir en el mercado norteamericano con mayor contundencia y vocación integrativa en lo económico, abandonando las falacias de interacción comercial con mercados distantes y poco interesados en nuestros productos.
El profundo nacionalismo de López Obrador deriva en un pragmatismo que le permite acercarse bastante al proceso de reorganización norteamericana que Donald Trump encabeza, sin falsas aproximaciones y sin ceder soberanía y dignidad, pero aceptando realidades binacionales que, más allá de tintes ideológicos, imponen circunstancias nuevas de mercado y economía.
Es indudable el enorme apoyo social al hoy ganador de la contienda 2018. En buena medida esto se debe a que la sociedad mexicana se da cuenta de que es necesario un liderazgo firme y contundente para retomar las mejores prácticas que el país abandonó en aras de una evidente alianza entre grupos económicos y políticos desde la postrimería de los ochentas, mexicanos y norteamericanos vinculados al anterior paradigma de una globalización que suponían se instalaría por sí misma y que hoy ha fracasado.
METODOS DE VALUACIÓN DE INVENTARIOS.pptxBrendaRub1
Los metodos de valuación de inentarios permiten gestionar y evaluar de una manera más eficiente los inventarios a nivel económico, este documento contiene los mas usados y la importancia de conocerlos para poder aplicarlos de la manera mas conveniente en la empresa
Entre las novedades introducidas por el Código Aduanero (Ley 22415 y Normas complementarias), quizás la más importante es el articulado referido a la determinación del Valor Imponible de Exportación; es decir la base sobre la que el exportador calcula el pago de los derechos de exportación.
Anna Lucia Alfaro Dardón, Harvard MPA/ID.
Opportunities, constraints and challenges for the development of the small and medium enterprise (SME) sector in Central America, with an analytical study of the SME sector in Nicaragua. - focused on the current supply and demand gap for credit and financial services.
Anna Lucía Alfaro Dardón
Dr. Ivan Alfaro
Guía para hacer un Plan de Negocio para tu emprendimiento.pdfpppilarparedespampin
Esta Guía te ayudará a hacer un Plan de Negocio para tu emprendimiento. Con todo lo necesario para estructurar tu proyecto: desde Marketing hasta Finanzas, lo imprescindible para presentar tu idea. Con esta guía te será muy fácil convencer a tus inversores y lograr la financiación que necesitas.
Guía para hacer un Plan de Negocio para tu emprendimiento.pdf
Integracion ind mexico-usa
1. INTEGRACION INDUSTRIAL MEXICO-
ESTADOS UNIDOS: el reto de libre
comercio
editado por Sidney Weintraub, Luis Rubio F. y Alan D. Jones
México: Diana, Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C.
Serie Alternativas para el Futuro, julio1992.
2. Indice
Presentación
Agradecimientos
1 Perfil económico en los noventas
México, Rogelio Ramírez de la O.
Estados Unidos, Clark W. Reynolds
2 Política de integración industrial
Perspectiva estadounidense, Sidney Weintraub
Perspectiva mexicana, Luis Rubio F.
3 Automóviles
Perspectiva estadounidense, Marc E. Maartens
Perspectiva mexicana, Florencio López-de-Silanes
4 Petroquímica
Perspectiva mexicana, Benito Bucay F.
Perspectiva estadounidense, Rina Quijada
5 Productos farmacéuticos
Perspectiva estadounidense, Robert M. Sherwood
Perspectiva mexicana, Enrique Gruner Kronheim
6 Textiles
Perspectiva mexicana, Ovidio Botella C., Enrique
García C. y José Giral B.
Perspectiva estadounidense, Stephen L. Lande
7 Computadoras
Relación México-E.U., Donald R. Lyman
8 Alimentos
Perspectiva estadounidense, Lloyd E. Slater
Perspectiva mexicana, José Carlos Alvarez Rivero
y Herbert Weinstein
Medio ambiente
Perspectiva mexicana, Roberto A. Sánchez
Perspectiva estadounidense, C. Richard Bath
Sobre los colaboradores
1
3. Presentación
La capacidad de competir para la industria mexicana es un tema central,
sobre todo en la medida en que avanza el proceso de interacción económica en el
subcontinente norteamericano. Cada vez hay más empresas mexicanas que
exportan y cada vez son más profundos los vínculos industriales a través de la
frontera México-Estados Unidos. La interacción, como la palabra lo indica, ocurre
en ambas direcciones: muchas empresas norteamericanas requieren hoy de
productos, partes y componentes clave que se exportan desde México para sus
procesos de producción, así como muchas empresas mexicanas requieren de
importaciones para poder funcionar. Estos vínculos se han convertido en partes
indispensables del proceso de manufactura en ambas naciones; no sería
exagerado afirmar que los dos países sufrirían severamente de cortarse estos
vínculos.
Este libro persigue entender el tamaño del reto que enfrenta la industria
mexicana ante el Tratado de Libre Comercio. Para eso, nada más útil que
preguntarles a los propios empresarios: ellos conocen su industria y saben las
peculiaridades de su competencia. Es por ello que identificamos seis sectores
industriales de primera importancia para ambas naciones -automóviles,
petroquímica, farmacéutica, textiles, computación y alimentos- y solicitamos a
industriales prominentes y reconocidos de cada país que preparan un análisis de
la problemática y perspectivas de su sector a la luz de las negociaciones en
materia de libre comercio. En adición a los industriales, dos prominentes
2
4. economistas analizan la situación macroeconómica en anticipación al Tratado y
dos analistas del problema ecológico presentan su visión de la problemática
ambiental que caracteriza a los dos países y a la relación bilateral.
CIDAC, Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. es una institución
independiente, sin fines de lucro, dedicada a la investigación en las áreas de
desarrollo, economía y política. Su objetivo es el de contribuir a la toma de
decisiones de políticas públicas y a la formulación de programas de desarrollo, así
como al fortalecimiento de la economía del país mediante la presentación de
estudios, investigaciones y recomendaciones producto de su actividad académica.
La Junta de Gobierno del Centro es responsable de la supervisión del
Centro y de la aprobación de áreas generales de estudio. Sin embargo, las
conclusiones de los diversos estudios, así como su publicación, es
responsabilidad exclusiva de los profesionales de la institución. Los estatutos del
Centro establecen que "La Junta de Gobierno tiene por función primordial la de
hacer posible la consecución del objeto social, bajo las condiciones más
favorables, salvaguardando en todo momento la independencia de criterio de los
profesionales y de sus actividades de investigación y docencia, así como las de
sus publicaciones. La Junta de Gobierno conocerá y opinará sobre los proyectos
de investigación que hayan concluido los profesionales del Centro, pero en ningún
caso será su función la de determinar, controlar o influenciar el desarrollo ni el
contenido de los proyectos de investigación o de las conclusiones a que éstos
lleguen".
3
5. El libro es resultado de la labor combinada de varias instituciones, tanto en
México como en Estados Unidos. CIDAC publica la versión en castellano con el
propósito de contribuir a informar al público sobre los retos que enfrenta la
industria mexicana, ofreciendo una visión de la propia industria.
Luis Rubio F.
4
6. Agradecimientos
Agradecemos la inestimable colaboración que brindaron todas las personas
y organizaciones que participaron en este proyecto.
Sin la asistencia del Center for Growth Studies del Houston Advanced
Research Center, la edición de este libro no habría sido posible. El HARC,
consorcio de investigación de Texas, patrocinó en diciembre de 1989 una
conferencia sobre los lazos industriales entre México y Estados Unidos, en la cual
participaron funcionarios del gobierno, líderes empresariales y diversos estudiosos
de Estados Unidos y México. Esta conferencia binacional, que condujo a la
producción de este libro, fue la primera en evaluar la cooperación económica y la
integración industrial entre las dos naciones desde el punto de vista de seis
industrias específicas: automotriz, de computadoras, alimentaria, petroquímica,
farmacéutica, y textil y del vestido. La mayoría de los autores provienen de las
mismas industrias. Se ha añadido al libro una séptima sección que analiza las
repercusiones ambientales de la integración industrial.
La conferencia no podía ser más oportuna, al celebrarse poco antes del
anuncio conjunto de los presidentes Carlos Salinas de Gortari y George Bush de
su intención no sólo de negociar un tratado de libre comercio, sino de dar la
máxima prioridad a tales negociaciones. La conferencia tuvo lugar, además, en un
momento en que los forjadores de las políticas abordaban la relación comercial
México-E.U. en el contexto de lograr estrategias de producción redituables que
5
7. permitieran a las dos naciones competir eficazmente con Japón, otros países
asiáticos y Europa.
Además del apoyo brindado por el HARC, recibimos la valiosa ayuda del
Centro de Investigación para el Desarrollo, así como del Consejo Nacional de
Población, ambos de la Ciudad de México.
También expresamos nuestro agradecimiento a la Hewlett Foundation, la
Commission for the Study of International Migration and Cooperative Economic
Development, la National Science Foundation, la Economic Development
Administration del Departamento Estadounidense de Comercio, la Alfred P. Sloan
Foundation, el Program for U.S.-Mexico Policy Studies de la Lyndon B. Johnson
School of Public Affairs de la Universidad de Texas en Austin, la Arthur Andersen
& Co., la asociación jurídica Vinson & Elkins, el Harris and Eliza Kempner Fund y
el Council of the Americas, que brindaron apoyo financiero, e invaluables
consejos.
Este libro nunca se habría terminado sin la colaboración de Jan Rich, de la
Lyndon B. Johnson School of Public Affairs de la Universidad de Texas en Austin.
Su principal contribución consistió en dar forma legible a gran parte del texto,
además de mantener un contacto frecuente con los autores para conseguir su
visto bueno en los cambios por edición, una tarea a veces frustrante. Obtuvo los
permisos para utilizar textos protegidos por derechos de autor cuando fue
necesario. En suma, fue la perfecta colaboradora de investigación.
Sidney Weintraub
6
8. UNO
__________
Perfil económico en los noventa
7
9. Perfil económico en los noventa:
México1
Rogelio Ramírez de la O
México atraviesa por un momento decisivo en su estrategia de desarrollo,
después de décadas de intervención sustancial del gobierno en el sistema
económico, la cual, algo que no es de extrañar, culminó con la crisis de 1982.
Durante la administración del presidente Miguel de la Madrid (1983-1988), el
gobierno realizó diversas reformas económicas que llevaron a un cambio en la
estrategia de desarrollo. No obstante, la nueva estrategia no está exenta de
contradicciones, tales como la generación de déficits de cuenta corriente junto con
el mantenimiento de restricciones y una compleja reglamentación de la inversión
extranjera directa, o bien, la liberalización del comercio exterior junto con la falta
de una nueva legislación laboral que permita a la industria mexicana competir
internacionalmente. La reforma económica, una vez puesta en marcha, exige una
reforma en constante expansión, sobre todo cuando la economía necesita captar
recursos del extranjero; las leyes e instituciones mexicanas aún no están lo
bastante abiertas al capital de participación extranjera. Pero aun cuando México
estableciera un régimen abierto de comercio e inversión, los retos que implica la
superación de la crisis de los ochenta son enormes.
1
Reconozco y agradezco los comentarios del profesor Sidney Weintraub y de Alan Jones, que me
ayudaron a mejorar este ensayo. Cualquier error que subsistiera será de mi entera
responsabilidad. Una fuente fundamental para este capítulo fue la obra de Lorenzo Moreno y
Leopoldo Núñez, México: Proyecciones de población urbana y rural 1989-2000, México: Academia
Mexicana de Investigación en Demografía Médica, 1986.
8
10. Distorsiones y crisis
Después de la Revolución, durante los años veinte y treinta, México
atravesó por un periodo de reconstrucción. Este periodo brindó al gobierno la
oportunidad de forjar una nueva alianza política entre las diversas facciones
revolucionarias. Característica del nuevo régimen fue la marcada presencia del
Estado en la economía y la búsqueda del interés público, según lo definía el
Artículo 27 de la nueva Constitución.
La década de 1930 presenció la primera ola de nacionalismo económico e
intervención estatal centrados en torno al nuevo régimen. Esto fue precedido por
la fundación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que más tarde se
transformaría en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PRI fue
organizado según modelos corporativistas y se erigió en el heredero
autonombrado de la Revolución. Desde ese momento, la administración de la
economía y la promoción del desarrollo económico estarían ligadas al gobierno de
un solo partido político.
Tal sistema monolítico creó su propio equilibrio informal. La administración
de Alemán (1946-1952) interpretó correctamente la necesidad de conformar un
sector privado fuerte para impulsar la industrialización de la posguerra. Esto se
basó en la industrialización por sustitución de importaciones (ISI) y a las
externalidades positivas que la industria obtuvo gracias a la inversión pública en
9
11. infraestructura. Se utilizó una noción de complementariedad entre la inversión
pública y la privada, sin fijar límites a la participación extranjera en la empresa
privada, excepto aquellos casos especificados en la Constitución.
No obstante, el poderoso gobierno presidencial monopartidista y las
estructuras corporativistas llegarían a ser un problema más adelante. Se demostró
que la Constitución podía ser fácilmente reformada por instrucciones del Ejecutivo.
Los grupos de interés dentro del sistema hacían gestiones en busca de una nueva
legislación que invariablemente era presentada por el presidente en turno en la
forma de cambios revolucionarios justificados por el sentimiento nacionalista
popular.
Las reformas a la Constitución y las nuevas leyes introducidas durante las
cuatro décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial tenían ciertos propósitos
relacionados: proteger a los grupos capitalistas nacionales de la competencia
extranjera; asegurar mayor control del gobierno sobre las actividades económicas;
justificar la creación de nuevas empresas estatales; otorgar mayores beneficios al
trabajo organizado (es decir, sindicatos, que eran parte del sistema) y, finalmente,
consolidar el control político y económico del país mediante los intereses que
controlaban al PRI.
El resultado de esto fue la asfixia gradual de las fuerzas productivas del
país. El sistema agrario se convirtió en feudo de grupos políticos, y para mediados
de los sesenta, era evidente la disminución de la producción agrícola. El sector
10
12. industrial también mostraba síntomas de la decadencia típica de la etapa de la ISI,
en que el progreso es obstaculizado por economías de escala inapropiadas, falta
de competitividad y tecnología y enormes déficits de capital. En 1973, México
promulgó una legislación que restringía el uso libre de tecnología extranjera y
limitaba la inversión extranjera a un máximo de 49 por ciento en cada compañía.
Por otra parte, los sindicatos obtenían cada vez más beneficios y un
aumento constante en los salarios reales, gracias a la justificación de una
productividad creciente durante los cincuenta y los sesenta, pero ya no pudo
justificarse en los setenta y principios de los ochenta. El poder sindical era
considerable en la mayoría de los sectores en las que situaciones de
monopolio, tanto públicos como privados, permitían a la administración negociar
con la dirigencia de un sindicato único para toda una industria, como era el caso
del petróleo y la electricidad. Los sindicatos llegaron a ser copropietarios y
coadministradores de hecho, junto con el gobierno, en muchas de estas empresas
estatales de rápido crecimiento.
Política económica
La política económica desde los años cincuenta hasta principios de los
setenta se fue volviendo cada vez más refinada con el crecimiento de los
mercados financieros. Este crecimiento se veía influido por una economía mundial
que atravesaba por uno de sus periodos más largos de estabilidad y crecimiento
desde la Segunda Guerra Mundial.
11
13. La política macroeconómica generalmente reflejaba el interés del gobierno
de lograr tanto una alta tasa de crecimiento como la estabilidad de precios.
Durante las décadas de 1930 y 1940, los objetivos macroeconómicos intermedios
no eran muy claros; las ganancias en divisas por exportaciones fueron muy altas
durante la guerra, pero la expansión excesiva que siguió causó una crisis externa
en 1954. A raíz de la devaluación del peso en ese año, y con la economía mundial
bajo un sistema de paridad cambiaria fija, el gobierno adoptó la tasa nominal de
cambio como su objetivo macroeconómico intermedio.
Entre 1955 y 1970, México pudo mantener invariable la tasa nominal de
cambio mientras la economía crecía a la impresionante tasa del 6.7 por ciento
anual. Esto fue posible gracias a las ganancias en productividad surgidas de la
inversión pública en infraestructura, a la temprana etapa de la ISI y a un favorable
ambiente externo de baja inflación. El gobierno utilizó con éxito las tasas de
interés y la contracción del crédito para poner en práctica su política monetaria,
pero este éxito dependía también de un riguroso control de las finanzas públicas.
La política fiscal fue dictada así por el objetivo a mediano plazo de la estabilidad
financiera, y por consiguiente fue utilizada en el corto plazo para detener cualquier
expansión excesiva de la demanda agregada. También contribuyó al éxito de este
modelo la capacidad de México para atraer el capital empresarial extranjero -que
debe diferenciarse de la deuda externa-, el cual, en aquel tiempo, financió la
mayor parte del déficit de la cuenta corriente de 2.5 por ciento del producto interno
bruto (PIB).
12
14. Se utilizó un sistema de licencias de importación para otorgar protección a
los productores nacionales contra la competencia extranjera, pero también para
evitar el rápido deterioro de la balanza comercial. La restricción de las
importaciones también afectó la producción, ya que México seguía dependiendo
del suministro externo de bienes intermedios y de capital. Con frecuencia se
usaron controles de precios en compensación por la protección al comercio y para
garantizar la disponibilidad de bienes básicos de bajo precio para una creciente
mano de obra urbana. En suma, la política contenía muchos instrumentos y
medidas de control directo adecuados, pero aun así la política fiscal era la base
principal de la estabilidad financiera. Una política fiscal sana facilitaba la tarea de
la política monetaria, que se enfocaba en un objetivo de tasa nominal de cambio.
Siempre que la política fiscal siguiera siendo sana y la balanza de pagos no se
deteriorara demasiado, la mezcla de política fiscal y monetaria ofrecía un buen
respaldo macroeconómico. El cuadro 1.1 resume algunas de las características de
este periodo de crecimiento estable.
Es difícil identificar las causas específicas que desencadenaron el colapso
de este modelo. Las primeras señales de deterioro se hicieron evidentes a
mediados de los años sesenta, especialmente en la agricultura, pero una
condición previa que afectó la estabilidad fue el apartarse de la regla
macroeconómica de mantener el equilibrio en las finanzas públicas. Esto no
sucedió sino hasta la década de 1970, y fue acompañado de una mayor
intervención estatal en la economía y un deterioro en la confianza empresarial.
13
15. La retórica nacionalista del gobierno cobró mayor fuerza durante los años
setenta, acarreando cuantiosos déficits de cuenta corriente y un creciente
endeudamiento externo. Las inversiones estatales ya no creaban las
externalidades positivas que se esperaba, debido en gran parte a su mayor
diversificación en bienes y servicios, así como a errores en la planeación de las
grandes empresas estatales. El entendimiento entre el gobierno y el sector
empresarial, que había sido una característica del régimen hasta 1970, fue
sacrificado en favor de los intentos del gobierno por recuperar el apoyo político
urbano, en particular entre los jóvenes, atacando los intereses de grupos
privilegiados.
Cuando este proceso se desbarató, en 1976, y México tuvo que buscar la
ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), el problema se diagnosticaba
como la recuperación del equilibrio macroeconómico, que para resolverse requería
de una breve recesión y un ajuste de precios relativos. Tal ajuste fue iniciado en
1977 y estaba a punto de completarse cuando México se encontró de pronto
nuevamente rico, gracias al descubrimiento y la rápida explotación de vastas
reservas de petróleo en un "feliz" momento de escasez mundial. El petróleo y la
deuda externa fueron las herramientas que permitieron el alto índice de
crecimiento alcanzado de 1978 a 1981, pero este crecimiento tenía bases aún
menos saludables que el de principios de los setenta. Cuando los precios del
petróleo se desplomaron, en 1981, y el crédito externo se terminó, la economía se
vino abajo otra vez.
14
16. CUADRO 1.1 Indicadores de crecimiento y estabilidad, 1955-1970
(porcentajes)
__________________________________________________________________
Indicador Porcentaje
__________________________________________________________________
Crecimiento anual real del PIB 6.9
Tasa de crecimiento de la población 3.3
Crecimiento real del ingreso per cápita 3.6
Inflación anual 4.5
Crecimiento anual de las importaciones 7.4
Crecimiento anual de las exportaciones 5.0
Balance de cuenta corriente/porcentaje del PIB -2.5
Crecimiento anual real de salarios mínimos 5.5
__________________________________________________________________
Fuente: Recopilación del autor.
La crisis a que tanto se hace referencia es el periodo de bajo crecimiento y
falta de oportunidades materiales para el grueso de la población que siguió a
1982. También fue un periodo de reflexión colectiva y una oportunidad para
abordar algunos problemas en sus raíces. Los cuadros 1.2 y 1.3 muestran
indicadores macroeconómicos relevantes acerca del periodo que condujo a la
crisis. El anterior crecimiento del PIB de 5.8 por ciento anual se volvió nulo, y el
ingreso per cápita descendió 14.8 por ciento durante todo el periodo. El contraste
entre los pagos anuales de la deuda externa de 482 millones de dólares (11.3 por
ciento de las exportaciones de bienes y servicios en 1972) y 11,300 millones (38.9
por ciento en 1982) también resulta significativo, pues refleja los esfuerzos que la
economía tendría que hacer para lograr su propio ajuste, al tiempo que atendía
una enorme deuda externa.
15
17. Ajuste y reforma económica (1983-1988)
No está claro si el nuevo gobierno del presidente Miguel de la Madrid
entendía la profundidad de la reforma económica que se requería. La mayoría de
las declaraciones públicas hechas en aquel momento indicaban que no, sino que
más bien se creía que un ajuste macroeconómico convencional de tres años
bastaría para corregir los desequilibrios. El gobierno llevó a cabo una campaña de
renovación moral y algunas reformas constitucionales, pero no había indicio claro
de ningún intento por cambiar la estructura de poder político y económico, o la
relación entre el Estado y los diversos intereses. La mezcla resultante de este
programa fue un fuerte ajuste macroeconómico encaminado a corregir viejos
desequilibrios, realizado en el marco de un vacío político y, por consiguiente,
carente del apoyo popular.
Esta pobre mezcla podría explicarse con la tesis de que en 1983 el
gobierno mexicano no estaba preparado para emprender grandes reformas,
debido a las divisiones internas del PRI respecto a la dirección de dichas reformas.
Es probable que tales divisiones reflejaran lo que sucedía en el país en general,
donde habían surgido fuertes grupos de izquierda y de derecha. Como el gobierno
no estaba preparado para delinear un programa de reforma, el ajuste
macroeconómico carecería de los cambios estructurales necesarios y acabaría por
perder credibilidad y apoyo públicos.
16
18. Algunos grupos dentro del gobierno y en el sector privado presionaron para
que se realizaran cambios estructurales, y algunos de ellos se iniciaron después
de ciertas dilaciones por parte de las autoridades, tales como recortes de personal
burocrático y la venta de algunas empresas estatales. Estos cambios, junto con la
liberalización del comercio, apoyaban los planes del gobierno de lograr un cambio
gradual, pero, vistos en perspectiva, representaban la semilla de una reforma
estructural que sólo más tarde tomaría una forma concreta. Esta reforma estaba
orientada a la apertura de la economía y, por implicación, a la transformación de la
estructura política del país.
CUADRO 1.2 Desempeño macroeconómico 1972-1988
(Porcentaje anual excepto donde se indica)
__________________________________________________________________
Periodo de crecimiento Periodo de
y distorsiones ajuste
Indicador 1972-1982 1983-1988
__________________________________________________________________
Crecimiento real del PIB 5.8 0.1
Crecimiento real del ingreso per cápita 2.8 -2.4
Inflación anual de precios al consumidor 22.7 92.9
Deflactor del PIB (promedio anual) 23.6 88.1
Variación cambiaria anual real 3.1 1.2
Crecimiento corriente de importaciones 18.2 19.6
Crecimiento corriente de exportaciones 29.0 -0.7
__________________________________________________________________
Fuente: Banco de México, informes diversos.
17
19. CUADRO 1.3 Desempeño macroeconómico 1972-1988
(millones de dólares estadounidenses, excepto donde se indica)
__________________________________________________________________
Indicador 1972 1982 1983 1988
__________________________________________________________________
Déficit en cuenta corriente -1,006 -6,221 5,418 -2,901
Egresos por pago a acreedores 626 11,405 10,714 10,403
Utilidades remitidas de inversión extranjera 144 526 184 512
Interés sobre deuda externa 482 10,879 10,103 8,800
Ingresos por inversión extranjera directa 156 1,657 461 2,590
Ingresos por crédito externo al sector público 149 5,259 4,291 946
Ingresos por crédito externo al sector privado 460 2,223 -2,309 -3,428
Capital de la deuda externa (miles de millones) 5.5 87.6 93.8 103
Déficit fiscal como porcentaje del PIB -3.5 -16.9 -8.6 -12.3
Flujo de obligaciones del sistema bancario como
porcentaje del PIB, excluyendo pasivo externo 5.7 16.1 13.2 6.9
__________________________________________________________________
Fuente: Banco de México, informes diversos.
Este cambio de dirección tuvo lugar en medio de un confuso programa
económico en el que las metas de la política casi nunca se alcanzaban, en tanto
que el gobierno seguía proclamándolas como máximas prioridades. Los ejemplos
más obvios fueron la inflación y el déficit del sector público. Pero más que un
cambio de dirección impuesto por un nuevo gobierno, nosotros argüimos que este
18
20. cambio era endógeno en cuanto era resultado del desencanto de las propias
fuerzas nacionales respecto al antiguo modelo de intervención estatal y protección
contra la competencia y el capital extranjeros. El gobierno se encontró en medio
de un conflicto entre los viejos intereses establecidos del sistema y los nuevos
grupos conscientes de la creciente internacionalización de las fuerzas
económicas, y la consiguiente necesidad de llegar a ser un país competitivo
internacionalmente. Aun cuando la administración de Miguel de la Madrid
mostraba cierto entendimiento en estos asuntos, creo que le faltaba coherencia y
consenso interno para imponer las necesarias reformas radicales.
La administración se refería con frecuencia a cambios graduales en vez de
a reformas radicales, y proclamaba que el cambio de dirección en su política sólo
constituía un cambio de táctica. Así pues, se perdió la oportunidad de llevar a cabo
una reforma radical en el momento de la crisis, pero al final el gobierno no pudo
evitar la transformación de la economía y del sector privado, que sufrió un ajuste
significativo, reorientó sus operaciones para ser más competitivo. Al cabo de cinco
años de programas económicos y cambios graduales en parte fracasados, el
gobierno aún enfrentaba el problema de un alto índice de inflación y estaba más
dispuesto a efectuar reformas radicales. Pero esta nueva actitud no se
materializaría sino hasta la siguiente administración, la del presidente Carlos
Salinas de Gortari.
19
21. Desempeño macroeconómico
La pieza clave del programa macroeconómico iniciado en 1983 fue la
recuperación del equilibrio externo para corregir un déficit en cuenta corriente de
12,500 millones de dólares en 1981 y de 4,900 millones en 1982. El programa fue
apoyado por el FMI a través de un préstamo a largo plazo de 3,800 millones y de
préstamos bancarios frescos por 3,000 millones que el gobierno no utilizó
totalmente. Tanto el gobierno mexicano como el FMI creían que México podría
empezar a crecer nuevamente para 1985, pues no previeron que el problema
económico fuera tan profundo.
Tanto el gobierno como el FMI subestimaban la depreciación cambiaria que
se requería para detener la fuga de capital y revertir el cuantioso déficit en la
cuenta corriente de la balanza de pagos. Entre 1981 y 1983 el tipo de cambio real,
según la definición del Banco de México, se depreció en 48.9 por ciento: mucho
más que lo previsto en el programa de ajuste del FMI y más de lo que implicaba el
deterioro en los términos de intercambio durante esos años (-20.5 por ciento).
Esto explica la razón por la que México comenzó su programa económico
de 1983 con un énfasis excesivo en el objetivo de la cuenta corriente y en el
aumento programado de reservas internacionales, pero con mayor inflación y
mayor contracción económica que lo previsto, como se muestra en el cuadro 1.4.
20
22. Un peso sumamente débil coincidió con la rápida recuperación económica
de Estados Unidos. Las empresas mexicanas, la mayoría de las cuales
exportaban anteriormente como complemento de las ventas internas, cambiaron
rápidamente a la exportación y produjeron una balanza corriente que hacía
innecesario para el país utilizar el monto total del crédito de bancos comerciales
antes negociado. Esto promovió la confianza externa en México, pero quedaba sin
resolver la cuestión decisiva de recuperar la credibilidad interna y poner en
práctica la reforma económica por tanto tiempo requerida. Los agentes
económicos seguían escépticos respecto al eventual éxito del programa
económico del gobierno y, por tanto, pospusieron la repatriación de su capital del
extranjero pese a las altas tasas de interés para el activo en pesos. El déficit en la
cuenta de capital reflejaba así el superávit en la cuenta corriente de la balanza de
pagos, pero en la medida en que este último se logró sin crecimiento económico
alguno, las salidas de capital reflejaban falta de confianza e insuficiente inversión
interna más que mayor competitividad en exportaciones.
Los flujos de capital hacia el exterior aumentaron cuando cayeron los
precios del petróleo, en 1985 y 1986. Estos, también fueron elevados a finales de
1987, cuando la bolsa mexicana de valores se desplomó. El déficit en la cuenta de
capital no se corrigió sino hasta 1988, cuando se fijó el tipo de cambio y se
despejaron dudas mediante los anuncios de política, pero esto aún necesitaba una
tasa real de interés sumamente alta, como se muestra en el cuadro 1.5
21
23. CUADRO 1.4 Objetivos y resultados reales del programa del FMI, 1983-1985
__________________________________________________________________
1983 1984 1985 -
Obj. Real Obj. Real Obj. Real
__________________________________________________________________
Inflación (porcentaje
anual a diciembre) 55.0 101.9 35.0 65.5 20.0 57.7
Déficit del sector público
(porcentaje del PIB) 8.5 8.6 5.5 8.5 3.5 9.6
Cambio en reservas internacionales
(miles de millones de dólares) 2.0 3.1 2.0 3.2 2.0 -2.6
__________________________________________________________________
Fuente: Fondo Monetario Internacional, informes diversos.
CUADRO 1.5 Tasas de interés retroactivo real de Certificados de la Tesorería
a 28 días y préstamos netos de cuenta de capital al gobierno y a los bancos,
1983-1988 (millones de dólares estadounidenses)
__________________________________________________________________
Tasa de interés
Año (meses) (porcentaje) Cuenta de capitala
__________________________________________________________________
1983 (enero-junio) -189.3 -248
1983 (julio-diciembre) -34.7 -4,069
1984 (enero-junio) 45.0 -1,562
1984 (julio-diciembre) 30.7 -1,159
1985 (enero-junio) 38.4 -261
1985 (julio-diciembre) -8.7 -1,422
1986 (enero-junio) -12.7 874
1986 (julio-diciembre) 57.4 -222
1987 (enero-junio) 26.1 -1,213
1987 (julio-diciembre) 36.4 -4,906
1988 (enero-junio) 42.8 -1,435
1988 (julio-diciembre) 19.3 -3,359
1989 (enero-junio) 57.1 -1,183
__________________________________________________________________
a
Los signos negativos indican flujo de capital negativo.
Fuente: Banco de México, informes diversos.
22
24. Las altas tasas de interés, aunadas a los volátiles precios del petróleo,
ejercieron tal presión sobre las finanzas públicas que el gobierno nunca pudo
realizar las reducciones del déficit fiscal que había prometido. No obstante, trató
de reducir al mínimo las repercusiones inflacionarias de estas dos variables
reduciendo el gasto público exento de interés, con un efecto sobre la inversión
pública en particular. Aunque no hubo despidos masivos de empleados públicos,
sus salarios reales promedio cayeron junto con los salarios del resto de la
economía, como se muestra en el cuadro 1.6.
De este modo, pese a la significativa reducción del gasto público, la política
fiscal careció de credibilidad hasta que el gobierno cambió su estrategia. En 1987
adoptó como objetivo de su política fiscal crear un excedente del presupuesto
primario, que excluía todos los pagos de intereses y transferencias a los gobiernos
de los estados.
Después, en diciembre de 1987, el gobierno redujo el presupuesto para
1988, que había sido aprobado apenas unas semanas antes, y anunció políticas
que de haber sido implantadas hubieran permitido una reducción gradual de las
tasas de interés. Pero aun entonces, la credibilidad en la política fiscal no se
recuperó fácilmente, ya que la deuda externa seguía siendo alta y muchos de los
recortes en el gasto público se consideraban temporales.
23
25. CUADRO 1.6 Ingresos y gastos reales del sector público, 1983, 1988
(porcentaje del PIB)
__________________________________________________________________
Cambio reala
1983-1989
1983 1988 (porcentaje)
__________________________________________________________________
Déficit del sector públicob -8.6 -11.7 31.1
Ingresos públicos 32.9 28.7 -16.5
Petróleo 14.2 9.8 51.4
Gasto público 41.0 39.0 -12.3
Gasto de programas 25.7 18.0 -30.8
Corriente 17.7 11.8 -19.9
Salarios 6.7 5.1 -17.6
Inversión 7.5 3.7 -45.9
Interés 12.4 16.6 23.4
Externo 4.6 3.6 -27.9
Interno 7.7 13.1 56.8
__________________________________________________________________
a
Deflactados con el índice de precios al consumidor
b
El déficit del sector público se obtiene de los flujos de financiamiento otorgados al sector público.
Esto generalmente no coincide con el déficit que resulta de la diferencia entre ingresos y egresos.
Además de esta diferencia, el déficit aumenta por el costo de la intermediación financiera, es decir,
el costo del crédito subsidiado. El déficit del sector público aquí mostrado es la cifra oficial que se
emplea en todos los casos.
Fuente: Banco de México, informes diversos.
Quizá la señal más clara que daba el gobierno se refería a la política de
comercio, para la que se anunció una amplia liberalización de las importaciones en
1985, seguida de la firma del protocolo para adherirse al Acuerdo General sobre
Aranceles y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) en 1986. El cuadro 1.7
muestra la rápida caída en el número de artículos cuya importación estaba sujeta
a permiso previo. Además, se redujeron las diferencias entre aranceles mínimos y
24
26. máximos, y para 1986 la tasa máxima sobre importaciones era del 20 por ciento,
mientras que muchos artículos restringidos poco antes, ya podían importarse
libremente.
No es una coincidencia que la liberalización del comercio haya adquirido
prioridad en la reforma macroeconómica, y no debe exagerarse su importancia
como señal de un cambio de régimen. Ante todo, la recesión de 1983 y el colapso
de la inversión pública y privada hacían evidente que las exportaciones serían la
única manera de mantener el empleo, y esto hacía imperativa una liberalización de
las importaciones. La depreciación cambiaria real apoyaba esta política y también
daba protección adicional contra las importaciones. El éxito de los exportadores
más grandes al mantener fuertes flujos de efectivo y pagar su deuda externa fue
motivo de alabanza. En primer lugar, los exportadores que se encontraban en una
posición privilegiada requerían suministros competitivos. En segundo lugar,
Estados Unidos absorbía las crecientes importaciones de prácticamente todos los
países en desarrollo. En tercer lugar, con una recesión en el mercado interno y
con un peso subvaluado, la liberalización de las importaciones no afectaría el
balance de la cuenta corriente, permitiendo al gobierno afirmar el éxito de su
política. En realidad, las importaciones empezaron a aumentar sólo en 1988,
cuando el tipo de cambio perdió su margen de subvaluación y el abatimiento de la
inflación favoreció un mayor gasto privado.
25
27. CUADRO 1.7 Estructura de aranceles de importación (número de artículos)
__________________________________________________________________
Tipo 1982 1985 1987
__________________________________________________________________
Total 8,008 8,091 8,446
Sujetos a licencia previa 8,008 839 329
Sujetos a tarifa arancelaria -- 7,252 8,117
__________________________________________________________________
Fuente: Sexto informe presidencial al Congreso, 1988.
El sector real
Pese a la prosperidad del sector de comercio exterior, el PIB apenas
registró crecimiento, y fueron notorias las fluctuaciones de la actividad. El cuadro
1.8 muestra los cambios anuales del PIB, la producción industrial y manufacturera,
el empleo manufacturero y las importaciones y exportaciones del periodo.
Así, mientras que las exportaciones de bienes manufacturados registraron
tasas de crecimiento anual del 28.6 por ciento en promedio, el sector exportador
fue demasiado pequeño como para elevar la tasa de crecimiento del PIB o
siquiera la de la producción industrial. No obstante, hubo actividades que
registraron una expansión significativa, incluyendo las de maquinaria, electrónica,
petroquímica y metales. Otras industrias que mostraron un crecimiento rápido
26
28. durante la parte ascendente del ciclo incluyeron a las de automóviles, cemento y
papel.
En contraste, las industrias que sufrieron caídas o estancamiento incluyen
las de fibras tejidas, plásticos, productos metálicos estructurales, aparatos
electrodomésticos y bienes de consumo no duradero.
No es de extrañar esta distribución tan dispareja del crecimiento, dados los
fuertes incentivos a la exportación y el colapso del mercado interno. Al evaluar el
desempeño de la exportación, debemos tomar en cuenta que su principal impulso
se origina en industrias que presentan una relación con la propiedad extranjera o
con rápidos cambios tecnológicos, tales como las de maquinaria y electrónica. Las
empresas con capital o tecnología extranjeras fueron las mayores exportadoras
entre las manufactureras, y algunas de ellas planearon expansiones incluso en
medio de la incertidumbre general.
27
29. CUADRO 1.8 Indicadores del sector real, 1983-1989
(cambios porcentuales anuales)
__________________________________________________________________
Producción Empleo
PIB Producción manufac- manufac- Importación Exportación
Año real industrial turera turero de bienesa de bienesa
__________________________________________________________________
1983 -4.2 -8.9 -7.5 -9.6 -40.7 6.2
1984 3.6 6.5 5.3 -1.1 31.6 8.4
1985 2.6 5.2 7.0 2.3 19.6 -9.6
1986 -4.0 -4.8 -3.4 -4.0 -15.1 -26.7
1987 1.5 4.1 3.9 1.7 6.9 28.9
1988 1.1 1.3 2.3 2.1 54.7 0.0
c de d
1989 2.9b 5.9 8.3 n 31.1 8.1d
__________________________________________________________________
a
Importaciones y exportaciones en dólares estadounidenses al tipo corriente.
b
Hasta el tercer trimestre.
c
Hasta junio.
d
Hasta julio.
e
No disponible.
Fuente: Banco de México, informes diversos.
Inicialmente, la regla general de los exportadores fue someterse a grandes
reducciones en el tamaño de la planta industrial y en el empleo, así como en la
base de productos. Las empresas tendían a concentrarse en menos productos,
más estandarizados, una vez que se liberalizaron las importaciones. Surgió un
patrón de especialización que en el futuro permitiría una expansión de la planta
industrial. La industria automotriz es la que más claramente presentó este patrón,
ya que, debido a sus lazos internacionales, se adaptó rápidamente al ambiente
cambiante, sobre todo cuando los cambios correspondían a su patrón mundial de
diseño y especialización (véase el cuadro 1.9). La mayoría de las empresas
28
30. automotrices redujeron su tamaño y la variedad de productos que fabricaban,
posibilitando corridas de producción más largos. También exportaban más y, al
mismo tiempo, importaban más. Sin embargo, las grandes expansiones se
aplazaron, y actualmente esta industria no puede mantener las exportaciones si el
mercado interno crece con demasiada rapidez. La culminación de este proceso de
especialización consistiría en hacer nuevas inversiones para abastecer la
exportación y la especialización crecientes, al tiempo que se atiende el creciente
mercado interno, que comenzó a recuperarse en 1988. Sólo la nueva inversión
puede dar validez a las reformas económicas y a la política de liberalización de las
importaciones, y en el moderno sector exportador eso significa inversión extranjera
directa.
29
31. CUADRO 1.9 Crecimiento acumulado de industrias seleccionadas, 1983-1988
__________________________________________________________________
Sector Porcentaje
__________________________________________________________________
Crecimiento alto
Motores, partes y carrocerías de automóvil 47.6
Maquinaria 42.9
Electrónica 9.4
Petroquímica 83.7
Metales 60.4
Alimentos elaborados para el mercado interno 122.5
Textiles para el mercado interno 138.7
Crecimiento negativo o nulo
Fibras tejidas -28.4
Plásticos -26.2
Productos metálicos estructurales -33.9
Aparatos electrodomésticos -40.0
Bienes de consumo no duradero 3.2
Carne y productos lácteos 0.9
Calzado -19.9
Jabones y detergentes -1.9
__________________________________________________________________
Fuente: Banco de México, informes diversos.
Otras empresas, incapaces de exportar, trataron de conservar su
participación en el débil mercado interno. Los controles de precios se eliminaron
en 1983, permitiendo a muchas de ellas reconstruir sus tasas de utilidad, pero la
creciente competencia y los bajos salarios reales constituyeron un obstáculo. Con
30
32. la apertura a las importaciones y la erosión de la subvaluación cambiaria, estas
empresas enfrentaron el reto de volverse más eficientes y mejorar el servicio y la
calidad. En algunos casos perdieron participación en el mercado en beneficio de la
competencia. El patrón final de ajuste en el sector no comercial no está claro, pero
seguramente se requerirá mayor eficiencia y sacrificar los márgenes de utilidad
como condiciones previas para la supervivencia en un ambiente más competitivo.
Las fusiones y adquisiciones de empresas débiles por parte de otras más fuertes
son frecuentes en estos sectores.
El cuadro 1.10 muestra una medición a grandes rasgos del índice de
productividad promedio de mano de obra en el sector manufacturero, que se ha
estimado dividiendo el índice de producción entre el índice de empleo. Esto indica
un notable aumento en la productividad que, no obstante, debe interpretarse con
cautela, ya que la suma puede ser resultado de cambios opuestos entre una
industria y otra, y ser así engañoso respecto al grado de cambio en dos industrias
que registren cambios positivos y negativos. También puede estar influido por el
hecho de que las rígidas leyes laborales impidieron a muchas industrias despedir
trabajadores, lo que debilitó su capacidad de ajustarse a la nueva realidad.
31
33. CUADRO 1.10 Productividad de la industria manufacturera 1983-1988
(1983=100)
__________________________________________________________________
Indicador 1983 1984 1985 1986 1987 1988
__________________________________________________________________
Indice de producción de
manufacturas 100 105.3 112.7 108.9 113.1 116.5
Personal empleado en
manufacturas 100 98.9 101.3 97.2 98.8 100.9
Indice de productividad 100 106.4 111.3 112.0 114.4 115.4
__________________________________________________________________
Fuente: Banco de México, informes diversos.
La nueva política económica: perfil y riesgos
En 1987, México obtuvo un nuevo paquete de financiamiento externo de
fuentes oficiales y bancos comerciales con motivo de la brusca caída de los
precios del petróleo el año anterior. Gran parte de esos recursos se desembolsó
en 1987 y esto, aunado a la persistente inflación elevada, produjo una indebida
expansión del circulante y finalmente una crisis en octubre de 1987.
Esta crisis fue peculiar porque no parecía existir ningún problema
subyacente que justificara el pánico en los mercados financieros y la fuga de
capital que obligó al Banco de México a retirarse del mercado de cambio de
divisas. Apenas dos meses antes, el presidente De la Madrid había rendido un
32
34. confiado y optimista informe anual al Congreso. Sólo un año después, el Banco de
México reconoció en su informe anual sobre la economía que esa crisis había sido
provocada por un cambio en las expectativas, en tanto que la fuga de capital se
atribuyó en un principio a los acelerados pagos anticipados de la deuda externa
del sector privado.
No obstante, el hecho era que la inflación seguía siendo alta, habiendo
ascendido de la tasa anual de 105.7 por ciento en diciembre de 1986 a 133.9 por
ciento en agosto de 1987. Aunque el sector público registraba un excedente del
presupuesto primario de 6.9 por ciento del PIB, éste era insuficiente para inspirar
confianza en la política del gobierno.
Por otra parte, el gobierno y su política fiscal no convencían a los agentes
económicos de que la inflación se detendría. El presupuesto para 1988, terminado
durante el otoño de 1987, disponía un aumento del 121.8 por ciento en el gasto de
programas, más del doble de la cifra de 1987, que contenía un exceso de 17.7
billones de pesos por encima del presupuesto original de 86.2 billones de pesos.
Esto ascendía al 4.5 por ciento del PIB nominal y al 3.7 por ciento del PIB real. El
aumento en los pagos de intereses del presupuesto para 1988 era 128.3 por
ciento mayor que los pagos de 1987 y el requerimiento de préstamo del sector
público (RPSP) se presupuestó en 18.5 por ciento del PIB, en comparación con el
17.4 por ciento del PIB en 1987.
33
35. Esto parece suficiente para calificar la política fiscal como incapaz de
reducir o contribuir a reducir la inflación durante el último año de la administración.
La crisis de octubre de 1987, pues, sacudió la indulgencia del gobierno hacia la
inflación, obligándolo a hacer reformas significativas que resultarían en un nuevo
presupuesto, aun cuando el original acababa de ser aprobado por un Congreso
indulgente. Las reformas incluían una reducción del 6.8 por ciento en el gasto de
programas respecto al presupuesto original; del 23.8 por ciento en los pagos de
intereses y del 10.9 por ciento en transferencias a las entidades federativas. El
RPSP se fijó en 10 por ciento del PIB. Estos porcentajes, aunque significativos,
representaban muy poco para los agentes económicos bien informados, a la luz
de los presupuestos sistemáticamente excesivos del pasado; representaban poco
incluso después de que el gobierno anunciara varias medidas para cumplir ciertos
objetivos, tales como reducir el número de líneas telefónicas de la burocracia y
restringir las fotocopias en las oficinas del gobierno. Las reformas al presupuesto
de ingresos incluían aumentos de entre el 50 y el 85 por ciento en los bienes y
servicios del sector público. Estos aumentos, aunados al congelamiento general
de precios y salarios, produjeron una fuerte posición presupuestaria.
Si la política fiscal carecía de credibilidad y las correcciones anunciadas al
gasto y los ingresos públicos no se percibían como drásticas, lo opuesto se
aplicaba a la política monetaria. El gobierno anunció un tipo de cambio fijo para
dos meses e introdujo salvajes recortes de crédito en los préstamos bancarios
pendientes. La regla de la paridad fija se renovó mediante sucesivos acuerdos
entre el gobierno, los empresarios y los trabajadores. Estos acuerdos incluían
34
36. también pequeños aumentos a los salarios mínimos y a los de precios del sector
privado. Durante 1988 se otorgó un aumento a los salarios mínimos de sólo 3 por
ciento sobre el aumento general de enero. La cooperación del movimiento obrero
fue asegurada mediante la regla de la paridad fija, que parecía dar garantías a los
trabajadores contra la inflación inesperada, y mediante el compromiso del sector
privado de mantener precios nominales (controlados).
De este modo, las expectativas inflacionarias empezaron a cambiar como
resultado de la nueva regla, reforzada por el muy difundido acuerdo entre el
gobierno, los trabajadores y los empresarios. Los aumentos de precios se
desaceleraron marcadamente con ayuda de reducciones adicionales en los
aranceles y, más importante, por la eliminación de requisitos de permiso. El
descenso de la inflación esperada permitió a las autoridades efectuar recortes
masivos en el gasto público presupuestado sin afectar el gasto real. El resultado
fue que por primera vez durante la administración de la Madrid, el gasto real
quedó por debajo de lo presupuestado. El gasto en programas, por ejemplo,
quedó 11.7 billones de pesos por debajo de la asignación revisada de 83.4
billones de pesos, y el RPSP se redujo al 11.7 por ciento del PIB, pese a que los
pagos nominales y reales de intereses de la deuda interna fueron mayores que lo
presupuestado.
La desinflación monetariamente dirigida de 1988 brindó así a la política
fiscal una oportunidad de recuperar credibilidad. Sin embargo, se trató en gran
parte de un efecto momentáneo, ya que el presupuesto para 1989 no podía repetir
35
37. los mismos aumentos generosos que se habían presupuestado para 1988. Así,
para 1989 el presupuesto sólo contenía un aumento del 16.6 por ciento en el gasto
de programas, una reducción del 19.5 por ciento en pagos de intereses de deuda
(interna y externa) y un aumento del 29.2 por ciento en impuestos. El RPSP
programado era el 6.4 por ciento del PIB, lo que significaba que la política fiscal
pronto volvería a ocupar el centro de la escena. El resultado de este presupuesto
fue un aumento del 3.2 por ciento en el gasto y del 8.1 por ciento en impuestos,
así como una reducción de intereses del 17.8 por ciento y un RPSP del 6.3 por
ciento. En términos generales, fue un muy buen resultado. Sin embargo, el
gobierno no pudo mantener una paridad fija, y ésta tuvo que depreciarse a partir
del 1º de enero de 1989 en un peso diariamente, o en 16 por ciento anualmente.
El potencial de la política monetaria no se ha agotado, pero la ausencia de
la regla de la paridad fija impidió una reducción en las tasas de interés nominales.
Después de las severas restricciones al crédito a principios de 1988, las
autoridades monetarias relajaron un poco sus controles, y el crédito bancario al
sector privado empezó a elevarse en términos reales. Esto dificultó más el papel
regulador de la política monetaria. Ahora, si bien la instrumentación de la política
monetaria sigue siendo preferible a corto plazo, cualquier cambio en las
condiciones económicas o en las expectativas se reflejará en las tasas de interés.
Para resumir la idea central de mi argumento: hubo un cambio de régimen
en 1988 que obligó al gobierno a combatir la inflación incluso a costa de las
reservas internacionales ganadas con tanto trabajo. Este cambio hizo que el
36
38. enfoque central de la política se apartara del balance externo y se dirigiera a la
inflación, y asignó el papel principal a la política monetaria a corto plazo. También
estableció un fuerte excedente presupuestario primario como objetivo intermedio
en la política fiscal. Dada la insuficiente credibilidad de la política fiscal, las tasas
de interés en pesos han permanecido altas en términos reales, dominadas por las
expectativas en los mercados financieros. Actualmente, la credibilidad en el tipo de
cambio, la austera política fiscal y las potenciales conmociones externas son los
que determinan las expectativas.
Estrategias macroeconómicas y riesgos de la nueva política
Cuando hablamos del perfil de la política macroeconómica y sus posibles
resultados de crecimiento e inflación, suponemos que el cambio en la política, que
adoptó como máxima prioridad el combate a la inflación, seguirá siendo válido a
mediano plazo. Esta parece una suposición acertada no sólo en vista de los
anuncios de política del gobierno, sino también porque las expectativas internas
evolucionan de una manera que hace políticamente peligroso para el gobierno
cualquier alejamiento de la política establecida. Además, una tasa inflacionaria
baja es condición indispensable para cualquier consolidación del nuevo modelo
económico que prevé a la economía mexicana cada vez más abierta al comercio y
a la inversión. Ahora se hablará de las otras razones que hacen necesaria una
baja inflación según este modelo.
37
39. De acuerdo con el nuevo modelo, la paridad recupera su calidad de objetivo
intermedio de la política monetaria. En la medida en que la tasa de inflación en
México exceda a la de sus socios comerciales y la paridad nominal permanezca
fija, el peso se apreciará en términos reales, ayudando a su vez a reducir las
presiones inflacionarias. La apreciación real de la moneda tendrá dos efectos más:
el balance de la cuenta corriente se deteriorará, y los rendimientos reales de los
activos financieros en pesos, medidos en dólares, mostrarán una revaloración
similar, aumentando la oportunidad de ingreso de capital.
Así pues, en el nuevo régimen, la economía deberá sobrellevar una vez
más, como en los años cincuenta y sesenta, un déficit en cuenta corriente y
recuperar el acceso al capital extranjero. Como el crédito bancario voluntario no
estará abierto a México durante los próximos años, el único capital con que se
puede contar es la inversión extranjera directa (IED) y el capital mexicano
repatriado. Ambos ingresos dependerán de que el gobierno muestre el
compromiso inequívoco de mantener políticas abiertas de comercio e inversión y
de integrar a México a la economía mundial. Un riesgo sumamente probable del
nuevo programa económico es un deterioro en la cuenta corriente de la balanza
de pagos. El cuadro 1.11 muestra el deterioro que tuvo lugar en 1988 y 1989.
Esto ocurrió pese al bajo crecimiento económico de 1.1 por ciento en el PIB
en 1988, el cual se recuperó a cerca del 3 por ciento en 1989, de tal modo que las
predicciones de un déficit aún mayor en el futuro se relacionan con la recuperación
permanente de la actividad económica, dado que una demanda interna más alta
38
40. favorecerá más importaciones y podría desalentar el crecimiento de las
exportaciones. El cuadro 1.12 muestra el alza continua en las importaciones y
cómo su crecimiento ha sobrepasado el crecimiento del PIB y de las exportaciones
desde finales de 1987.
Para considerar la posibilidad de que la paridad real (del peso con respecto
al dólar estadounidense) ejerza una influencia independiente sobre el volumen del
comercio exterior, hemos estimado una ecuación de importaciones y otra de
exportaciones de manufacturas en el periodo de enero de 1986 a julio de 1989. En
la ecuación de importaciones, la demanda interna, representada en niveles del PIB
(Y), y la paridad real (TC) explican las variaciones en las importaciones totales.
Las importaciones totales son valores mensuales deflactados por el índice de
precios de importación del Banco de México, en tanto que la paridad real se mide
por la razón entre el índice de precios al consumidor de Estados Unidos y el de
México, multiplicada por la razón entre la paridad nominal y la paridad del periodo
base. Dada la lenta respuesta del volumen del comercio a los cambios en la
paridad real, hemos incluido en la ecuación los valores de la paridad en curso y los
de uno, dos y tres meses antes. Todos los valores se expresan en logaritmos
naturales (L).
Los resultados de esta estimación son los siguientes (los valores "t" figuran
entre paréntesis):
39
41. LM=10.26**+1.04LY**-1.04LTC**+0.39LTCt-1 -1.01LTCt-2*+0.8LTCt-3
(5.8) (3.6) (3.4) (0.9) (-2-2) (0.3)
R = .94 F = 117.6 D.W. = 1.57
* significativo al nivel de confianza de 95 por ciento; ** a 99 por ciento
CUADRO 1.11 Cuenta corriente y balanzas comerciales 1986-1989
(millones de dólares estadounidenses)
Cuenta
corriente
Promedio Cuenta Exportaciones Importaciones excluyendo
mensual corriente de bienes de bienes petróleo
Bienes Bienes
No Bienes
Petroleras de de
petroleras intermedios
consumo capital
1986 -139.4 525.6 810.3 70.5 636.0 246.2 -665.0
1987 330.5 719.2 1002.2 64.0 735.4 219.2 -388.7
1988 -241.8 559.1 1162.4 160.1 1079.2 335.9 800.8
1989 -333.7 647.8 1274.1 260.3 1252.4 350.9
Ene. 612.9 1154.3 187.1 1663.0 325.5
Feb. 560.7 1167.6 212.8 1155.4 330.5
Mar. 679.6 1300.4 260.9 1239.3 319.8 -2655.3a
Abr. 692.5 1242.6 258.1 1285.5 381.2
May. 681.6 1340.7 300.0 1309.8 347.7
Jun. 659.3 1438.9 343.0 1361.6 400.8 -3233.3a
__________________________________________________________________
a Total de cada trimestre.
Fuente: Banco de México, Indicadores económicos, octubre de 1989.
40
42. Como cabría esperar en teoría económica, el crecimiento del PIB (Y) eleva
las importaciones, en este caso, por un factor de multiplicación de 1.04. Existe una
relación negativa entre la paridad real y las importaciones, especialmente con el
valor en curso de TC, así como con su valor con retraso de dos meses, que
denota una respuesta de importaciones relativamente rápida o incluso anticipación
del mercado respecto a la paridad y la consiguiente decisión de hacer pedidos de
importación. Resulta bastante claro que las importaciones descienden con la
depreciación del peso y ascienden con su apreciación.
No obstante, la mayor determinante del crecimiento de las importaciones
parece ser el crecimiento del PIB. Aunque el crecimiento de las importaciones en
el periodo analizado también debe atribuirse al hecho de que la liberalización del
comercio ocurrió en varias etapas, los efectos de dicha liberalización ya estaban
presentes en 1986. Aun cuando la liberalización del comercio se aceleró en
diciembre de 1987 en apoyo al programa antinflacionario, su efecto sobre el
volumen del comercio básicamente es de naturaleza momentánea.
Las exportaciones de productos manufacturados se expresan en valores de
dólares en curso, deflactados por el índice de precios de exportaciones no
petroleras del Banco de México. La paridad real es la misma que se estimó en la
ecuación de importaciones (así, el signo de su coeficiente debe ser positivo en la
ecuación de exportaciones), y el PIB de Estados Unidos (USY) se aproxima a la
demanda externa en términos constantes. En esta ecuación tuvimos que incluir
una variable binaria (D) para distinguir el periodo comprendido entre enero de
41
43. 1986 y julio de 1987, en el cual las condiciones económicas internas empezaron a
cambiar y la economía se volvió menos capaz de generar excedentes corrientes
debido al rápido crecimiento interno y a una paridad más fuerte del peso. Así,
durante ese periodo, la política económica se encaminó a responder, mediante
una paridad en rápida depreciación, a los disminuidos ingresos por exportación
que siguieron a la caída de los precios del petróleo. Después de julio de 1987, no
obstante, el efecto de los precios del petróleo ya se había transmitido a la
economía, se habían acumulado reservas internacionales, y la demanda interna
empezó a elevarse, acompañada del fortalecimiento de la paridad del peso. El
coeficiente de las variables binarias de la ecuación que aparece abajo representa
así la diferencia entre los coeficientes de dos ecuaciones que corresponden a dos
grupos de observaciones: las que llegan hasta julio de 1987 y las que van de
agosto de 1987 en adelante. El hecho de que los coeficientes binarios sean
significativos quiere decir que la diferencia del desempeño de las exportaciones
entre los dos periodos es significativa.
La ecuación de exportaciones contiene, además del USY y el TC, una
variable que denota el nivel de uso de la capacidad industrial (CU); éste se
determina como la razón entre el nivel actual del índice de producción industrial y
el nivel de julio de 1985, que es un periodo base en el que la producción industrial
alcanzó un punto máximo. Si las exportaciones de manufacturas quedaran
limitadas por una insuficiente capacidad industrial interna, el CU tendría un signo
negativo en la ecuación.
42
44. Los resultados de este estimado son los siguientes (los valores "t" figuran
entre paréntesis):
(2) LXN =-44.4** + 5.78LUSY**+1.68LCU* + 1.98LTC* + 1.01LTCt-3* +
(-5.5) (3.2) (2.5) (2.5) (1.7)
+44.OD** - 4.49DLUSY* - 1.31DLCU* - 2.30DLTC** - 0.86DLTCt-3*
(4.0) (-1.9) (-1.4) (-2.7) (-1.3)
R = 0.84 F = 16.9 D.W. = 1.50
* significativo al nivel de confianza de 95 por ciento; ** a 99 por ciento.
Esta ecuación explica satisfactoriamente los cambios en el nivel de
exportación de manufacturas durante un periodo en que los cambios en la política
y la actividad económica fueron bastante significativos. El coeficiente del CU
(aunque menos significativo que los de las otras dos variables) es positivo en la
ecuación y por consiguiente indica que no existía limitación alguna en la capacidad
industrial durante el periodo, pero en el caso de la variable binaria DLCU, el
coeficiente indica que existía una diferencia significativa entre la limitación
representada por la capacidad industrial existente y la del segundo grupo de
observaciones. De agosto de 1987 en adelante, el mayor uso de la capacidad
interna ya no está asociado con el crecimiento de las exportaciones.
La misma diferencia se aplica al coeficiente de la variable que denota la
demanda externa (USY) y su variable binaria (DUSY), lo que indica una reducción
significativa, en el segundo periodo, en la respuesta de las exportaciones
43
45. mexicanas a los aumentos de la demanda externa. Esto significa que, de agosto
de 1987 en adelante, el aumento en la exportación de manufacturas mexicanas
sólo fue 1.29 veces mayor que el aumento del PIB de Estados Unidos, en tanto
que en el primer periodo había sido 5.78 veces mayor. La diferencia es tan
significativa que no deja duda de que estamos observando dos curvas de
exportación distintas.
Esto se confirma aún más dado que las variables binarias de la paridad en
curso (DTC) y de la paridad con tres meses de retraso (DTCt-3) son significativas.
Las ecuaciones de los dos grupos de observaciones pueden obtenerse
sustrayendo los valores de los coeficientes binarios de los valores del grupo de
referencia. Dichas ecuaciones son las siguientes:
(3) Exportaciones del primer periodo, de enero de 1986 a julio de 1987:
X1=-44.4 + 5.78LUSY + 1.68LCU + 1.98LTC + 1.01LTCt-3
(4) Exportaciones del segundo periodo, de agosto de 1987 a julio de 1989:
X2=-0.4 + 1.29LUSY + 0.37LCU - 0.32LTC + 0.15LTCt-3
La diferencia establecida indica que, durante el primer periodo, las
exportaciones de manufacturas estaban apoyadas por el crecimiento de la
demanda externa, un mayor uso de la capacidad industrial interna (que era muy
bajo a principios de 1986), y la depreciación de la paridad real del peso.
44
46. Durante el segundo periodo, las exportaciones seguían apoyadas por la
demanda externa, pero aumentaron a un ritmo mucho más lento en proporción al
aumento de la demanda; no estuvieron apoyadas por el mayor uso de la
capacidad industrial, y sólo en pequeña medida estuvieron apoyadas por la
paridad. Queda bastante claro que el crecimiento de las exportaciones durante el
segundo periodo se desaceleró significativamente. De hecho, el crecimiento de las
exportaciones durante el primer periodo de 18 meses fue del 65.7 por ciento en
dólares en curso (2.4 por ciento mensual en términos constantes), mientras que en
el segundo periodo de 24 meses fue del 30.1 por ciento en dólares (0.6 por ciento
mensual en términos constantes).
Los cambios en la producción y en la cuenta corriente de los años recientes
se pueden observar en el cuadro 1.12.
La apreciación real de la moneda también afecta el ingreso y la demanda
nacionales mediante los términos de intercambio. Y aquí el aumento del gasto
interno, más rápido que el de la producción durante 1988 y 1989, otorga mayor
apoyo a la tesis de que en México la desinflación de precios está asociada con
una recuperación de los niveles de demanda debido a una paridad más fuerte.
Actividad económica interna
Es probable que la producción aumente, con cierto retraso, a medida que
se recuperan los inventarios agotados por la demanda. Pero la producción no se
45
47. recuperará de igual manera en los distintos sectores dadas sus diversas
situaciones. El desempeño variable de las industrias en los seis últimos años
indica que sus niveles de capacidad excedente difieren. Muchas empresas que se
desempeñaban mal, no invirtieron al ritmo necesario para renovar el equipo
gastado o para mantener el paso del cambio tecnológico.
Con una paridad fuerte y aranceles razonables, las importaciones
sustituirán la producción interna en algunas industrias que tienen dificultades para
satisfacer la demanda por capacidad insuficiente o por falta de competitividad en
precio y calidad. Al mismo tiempo, las exportaciones deben seguir creciendo en
las industrias que han demostrado su capacidad de penetrar en los mercados
extranjeros.
El patrón del comercio cambiará y los bienes de consumo registrarán
temporalmente su crecimiento más alto, hasta que la demanda interna encuentre
su nuevo nivel y el proceso de selección entre bienes nacionales e importados se
complete para el mercado en su totalidad. A partir de ese momento, los niveles de
importaciones pueden estabilizarse un poco, pero la nueva mezcla en la canasta
de consumo típica y en el vector de la demanda intermedia será distinta de la
actual. Esto entrañaría un proceso de sustitución de importaciones negativo, lo
inverso de lo que observamos durante los años cuarenta y cincuenta, pero no
representará en sí mismo ninguna debilidad del nuevo modelo de crecimiento; sólo
reflejará la redistribución del gasto entre importaciones y bienes producidos
internamente bajo una paridad y un régimen de comercio nuevos.
46
48. CUADRO 1.12 Producción, demanda y cuenta corriente por trimestre 1986-1989 (1985=100)
_________________________________________________________________________________________________
Indicador 1986 1987 1988 1989 -
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2
_________________________________________________________________________________________________
Indice de volumen PIB 97.3 98.1 93.6 98.6 96.4 97.8 97.8 104.8 99.2 98.9 98.6 105.3 1,101. 1,102.7
Importaciones de bienes 86.6 91.1 80.5 80.7 74.0 84.5 94.8 99.5 106.0 127.8 142.1 148.3 137.9 157.0
Exportaciones de
manufacturas 115.8 134.3 133.6 170.3 162.1 187.2 180.2 195.0 181.7 205.4 206.5 199.4 192.7 220.3
Gasto interno 92.7 106.4 104.2 115.8 115.2 115.7 112.1 117.8 123.3 118.1 112.9 115.8 119.8 121.1
Cuenta corriente (miles
de millones de
U.S.$ presentes) -0.5 -0.9 0.7 0.4 1.4 1.4 0.5 0.6 -0.3 -1.5 -1.8 -0.8 -0.8 -1.2
Cuenta corriente no de
petróleo (miles de millones
de U.S.$ presentes) -2.1 -2.2 -2.2 -1.3 -0.6 -0.8 -1.0 -1.4 -1.1 -2.1 -3.1 -3.3 -2.7 -3.2
____________________________________
Fuente: Banco de México, Indicadores económicos, octubre de 1989, y nuestro propio estimado sobre importaciones y exportaciones de precio
constante.
47
49. Debido a que carecemos de herramientas analíticas y empíricas para medir
los efectos finales sobre el comercio y la actividad económica, es imposible
predecir el efecto que tendrán estos cambios sobre el índice del empleo industrial.
La implicación es que toda predicción sobre el empleo debe considerarse con
suspicacia, lo mismo que en el caso de las predicciones sobre importaciones, y
deberán abandonarse, por tanto, los planes macroeconómicos basados en niveles
de empleo. La reciente experiencia estadounidense de rápido crecimiento del
empleo durante la recuperación, principalmente en los servicios, contrasta con la
de Europa Occidental, donde el desempleo ha permanecido alto pese a una
recuperación más ligera. Debe esperarse a corto plazo cierto aumento del
desempleo, motivado por la reestructuración de muchas industrias en respuesta al
nuevo régimen comercial.
Es posible, dada la fuerza de la economía en el sector de servicios, que
cierta recuperación inicial atraiga trabajadores a los servicios, donde es probable
que la productividad promedio sea más baja que en el sector industrial. Esto
correspondería a la deteriorada formación educativa de la fuerza de trabajo,
consecuencia de una reducción del 22 por ciento en el gasto público real por
estudiante entre 1980 y 1988. El gobierno mexicano haría bien en revisar sus
leyes laborales para facilitar el crecimiento de los servicios, sobre todo en las
empresas pequeñas, a las que puede atribuirse gran parte del aumento del
empleo en estos sectores. Además, el gobierno debería pensar en planes de
adiestramiento para trabajadores jóvenes en las actividades industriales, pues
esto remediaría algunos efectos negativos de la deficiente calidad de la educación.
48
50. Los planes de medios tiempos y empleos compartidos, especialmente en los
servicios, serían una manera de aumentar el empleo. Una política comercial
abierta requerirá una oferta de trabajadores bien adiestrados para aquellas
industrias que participan con éxito en la economía global. Como estas industrias
están ubicadas en regiones específicas, una política de empleo exitosa requeriría
un respaldo financiero especial para escuelas técnicas en zonas de crecimiento
identificadas.
Crecimiento potencial
El cuadro 1.13 muestra el pobre desempeño del PIB y la inversión fija bruta
durante los seis últimos años, así como la recuperación observada en 1989. Dado
este desempeño, dudo que el crecimiento pueda mantenerse con índices altos en
el mediano plazo (1990-1992), a menos que haya suficientes recursos externos
disponibles para México. Aun así, ignoramos la fuerza probable de la recuperación
en la demanda interna, surgida de las nuevas oportunidades creadas por las
reformas económicas y la mayor interacción que se espera entre México y la
economía mundial. Un fuerte aumento de la demanda podría hacer que el
crecimiento excediera todo índice moderado en la gama del 4 por ciento estimada
por el gobierno. Pero dudo que pudieran sostenerse índices a largo plazo
superiores al 5 por ciento sin producir inflación o altos déficits externos,
suponiendo que los precios del petróleo se recuperen sólo gradualmente en el
transcurso de la década.
49
51. CUADRO 1.13 Índices de crecimiento anual del PIB y la inversión, 1980-1989
(porcentajes)
__________________________________________________________________
Periodo PIB Inversión fija bruta
__________________________________________________________________
1950s 6.1 12.8
1960s 7.2 16.4
1970s 6.5 10.0
1980-1982 5.5 4.1
1983-1988 0.1 -2.6
1989 2.9a 8.0a
__________________________________________________________________
a Hasta el tercer trimestre
Fuente: Banco de México, informes diversos.
Veo dos limitaciones principales para alcanzar un mayor crecimiento. Una
es la insuficiente infraestructura, que tardará años en recuperar un estado similar
al que tenía antes de la crisis de la deuda. De hecho, el país necesitará una
expansión constante de dicha infraestructura, lo que requiere altos índices de
inversión que serán difíciles de lograr. Y aun si las inversiones en esta área fuesen
sustanciales, el retraso para generar el crecimiento de la producción sería
considerable.
La segunda limitación es la calidad de la futura fuerza de trabajo, que estará
menos instruida y habrá padecido desnutrición en la infancia a causa del descenso
en los salarios reales. Quienes se integren a la fuerza de trabajo en 1998 habrán
nacido en 1980 y se habrán criado durante los años de crisis. Será difícil
50
52. incorporar esta mano de obra a las industrias globales de rápido crecimiento y, por
tanto, el potencial de producción se inhibirá.
Las proyecciones de crecimiento de la población y de la fuerza de trabajo
hechas por Moreno y Núñez (1986) indican el crecimiento que se esboza en el
cuadro 1.14.
Es muy probable que el número de empleos creados sea insuficiente para
satisfacer la nueva demanda de empleo, incluso suponiendo altos índices de
crecimiento económico. También es probable que la política del gobierno pueda
contrarrestar sólo parcialmente los niveles resultantes de desempleo y subempleo.
Al parecer, pues, México seguirá siendo exportador de mano de obra durante
muchos años por venir, y el nuevo empleo tenderá hacia los servicios de baja
productividad.
51
53. CUADRO 1.14 Crecimiento de la población y de la fuerza de trabajo (millones
de habitantes)
__________________________________________________________________
Nueva demanda de
Población en empleo sobre
Año Población edad de trabajar periodo anterior
__________________________________________________________________
1980 69.6 27.7
1990 84.5 38.3 11.6
1995 92.2 45.5 7.2
2000 100.1 52.2 6.7
2010 114.5 62.5 10.3
__________________________________________________________________
Fuente: Lorenzo Moreno y Leopoldo Núñez, México: Proyecciones de población urbana y rural
1980-2000, Academia Mexicana de Investigación en Demografía Médica, México, 1986. Reimpreso
con autorización.
El potencial del comercio México-E.U.
El cuadro 1.15 muestra la participación de México en las importaciones y
exportaciones estadounidenses, y el cuadro 1.16 presenta el valor del comercio
mexicano-estadounidense en cuatro años que rompieron marcas, según las
estadísticas comerciales estadounidenses. Las importaciones de México
aumentaron 19.5 veces en valores nominales entre 1960 y 1987, en tanto que sus
exportaciones se elevaron con mucha más rapidez: 45.6 veces. Sin contar las
categorías arancelarias de la 2 a la 4, en las que está incluido el petróleo, las
exportaciones mexicanas sólo aumentaron 37.3 veces, lo que aun así constituye
un índice mayor que el registrado por las exportaciones estadounidenses a
México.
52
54. El diferencial entre los índices de crecimiento de importaciones y
exportaciones no fue tan grande en los 15 años anteriores a 1975. Después de
esa fecha, las exportaciones estadounidenses crecieron 178 por ciento, mientras
que las exportaciones mexicanas dieron un salto de 463 por ciento. Si se eliminan
las categorías 2 a 4, el salto habría sido de 441 por ciento. Como porcentaje del
comercio estadounidense total, la participación mexicana creció en 1987 a 5 por
ciento de las importaciones totales y a 5.7 por ciento de las exportaciones totales,
como se muestra en el cuadro 1.15.
CUADRO 1.15 Participación de México en el comercio estadounidense de
importaciones y exportaciones, 1960-1987 (porcentajes)
__________________________________________________________________
Participación 1960 1975 1983 1987
__________________________________________________________________
Participación en
importaciones 1.9 3.4 6.6 5.0
Participación en
exportaciones 2.6 4.7 4.5 5.7
__________________________________________________________________
Fuente: Departamento de Comercio de Estados Unidos, informes diversos
53
55.
56. CUADRO 1.16 Comercio bilateral entre México y loe Estados Unidos: 1960, 1975, 1983, 1987 (millones de dólares
estadounidenses)
_________________________________________________________________________________________________
SITC Descripción 1960 1975 1983 1987 Porcentaje del comercio total
Secc. Imp. Exp. Imp. Exp. Imp. Exp. Imp. Exp. 1960 1975 1983 1987
_________________________________________________________________________________________________
0,1 Alimentos y bebidas 35 245 513 893 1,425 1,652 673 2,343 24.0 16.2 12.1 13.7
2-4 Materias primas
animales, vegetales
y minerales 32 12 578 617 1,143 8,827 1,642 4,137 3.8 13.8 39.0 44.2
5 Sustancias químicas 103 9 503 92 1,068 352 1,439 507 9.6 6.9 5.6 6.3
6 Bienes manufacturados
(textiles, madera,
corcho, papel,
minerales, metales) 152 153 521 435 910 1,183 1,509 2,007 26.1 11.0 8.2 9.3
7 Maquinaria y equipo
de transporte 347 1 2,430 1,005 3,516 3,574 6,928 8,727 29.8 39.7 27.8 18.2
8 Misceláneos 53 25 329 393 575 760 1,292 1,777 6.7 8.3 5.2 5.9
9 No clasificados nd nd 186 163 118 428 562 773 nd 4.0 2.1 2.4
Total 722 445 5,060 3,598 8,758 16,776 14,058 20,271 100.0 100.0 100.0 100.0
Nota: Las importaciones son a México de Estados Unidos y las exportaciones son las de México destinadas a Estados Unidos.
Fuente: Departamento de Comercio de Estados Unidos, U.S. General Imports, World Area by Commodity Grouping, y U.S. Exports, World Area
by Commodity Grouping, 1970-1987.
55
57. El bajo crecimiento de las exportaciones estadounidenses en el periodo
comprendido entre 1975 a 1983, del 7.1 por ciento anual, puede atribuirse al
colapso de la economía mexicana en 1982. Durante el siguiente periodo, de 1983
a 1987, el crecimiento de las exportaciones estadounidenses se elevó a un ritmo
anual de 12.6 por ciento, que también se explica por la recesión de 1983. El
crecimiento de las exportaciones mexicanas muestra una disparidad semejante:
21.2 por ciento anual en el periodo de 1975 a 1983, y 4.8 por ciento de 1983 a
1987, lo que se explica por los debilitados precios del petróleo desde 1985.
Otra explicación para los cambios en las tasas relativas de crecimiento del
comercio es la cambiante composición del comercio, como lo indica el cuadro
1.16. Hasta 1960, el grueso de las exportaciones mexicanas consistía en
alimentos y manufacturas ligeras de la sección 6 de la Standard International
Trade Classification (SITC), clasificadas por el material principal utilizado en su
producción, a diferencia de la maquinaria y otras manufacturas. En 1987, en
cambio, las categorías importantes fueron materias primas (petróleo) y
maquinaria. Para las exportaciones mexicanas, el crecimiento real más alto antes
de 1983 se dio en materias primas, pero después de 1983 fue en maquinaria y
otras manufacturas. Dentro de las exportaciones estadounidenses a México, la
maquinaria siempre ha sido la categoría más importante. Antes de 1983, el
crecimiento más alto se dió en las sustancias químicas, y después de ese año, en
otras manufacturas y la maquinaria.
58. Esto significa que el núcleo de crecimiento del comercio mexicano-
estadounidense radica actualmente en los bienes manufacturados, precisamente
en las categorías de maquinaria y otras manufacturas, en que la
internacionalización de la producción ha sido la más fuerte en el curso de las
últimas décadas. Las exportaciones de maquinaria en 1987 representaron el 43
por ciento de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos y el 49.3 por ciento
de las exportaciones estadounidenses a México. Estas cifras contrastan con una
participación nula de las exportaciones mexicanas en 1960 y de un 28 por ciento
en 1975.
En el periodo más reciente, de 1983 a 1987, cuando México atravesó por
un severo ajuste económico, las exportaciones estadounidenses a este país
ascendieron 53.9 por ciento en términos reales (11.4 por ciento anualmente),
mientras que las exportaciones mexicanas tan sólo crecieron 4 por ciento
anualmente, si bien algunas industrias rebasaron este índice. En las exportaciones
estadounidenses a México, el renglón de otras manufacturas ascendió 21.1 por
ciento anualmente en términos reales, seguido del de maquinaria, 17.2 por ciento
más alto. En las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, el renglón de
maquinaria ascendió 24 por ciento anualmente, seguido del de otras
manufacturas, 22.7 más alto.
Un análisis más desgregado del comercio muestra que las secciones 7 y 8
de la SITC registran el mayor aumento de actividad. En la sección 7, el mayor
crecimiento de las exportaciones mexicanas es el de vehículos de caminos y
1
59. componentes (56.7 por ciento anual), como se muestra en el cuadro 1.17. La
maquinaria industrial, el equipo de procesamiento de datos para oficina y la
maquinaria metalúrgica también registraron un crecimiento alto. La industria
automotriz, la maquinaria eléctrica, las telecomunicaciones y la maquinaria
generadora de electricidad son las mayores categorías de exportaciones
mexicanas a Estados Unidos, correspondientes a la sección 7, por un total de
7,700 millones de dólares.
CUADRO 1.17 Comercio México-E.U. en maquinaria y equipo
(Sección 7 de la SITC)
__________________________________________________________________
Crecimiento real
1987 (millones 1983-1987
de U.S.$) (por ciento)
Partida Descripción Exp. Imp. Exp. Imp.
__________________________________________________________________
71 Maquinaria generadora
de electricidad 1213.7 621.1 99.7 72.6
72 Maquinaria especializada 64.0 478.0 -20.8 62.4
73 Maquinaria metalúrgica 6.7 176.1 150.0 80.5
74 Maquinaria industrial 425.4 767.7 381.4 82.6
75 Maquinaria de oficina y
procesamiento de datos 489.1 506.0 166.4 113.1
76 Equipo de telecomunicaciones 1774.1 642.4 59.8 72.0
77 Maquinaria eléctrica 2816.8 2180.6 123.3 111.4
78 Vehículos de caminos 1938.3 1359.6 502.8 137.3
79 Equipo de transporte 29.0 197.0 -5.9 -29.6
__________________________________________________________________
Nota: Las importaciones son a México de Estados Unidos y las exportaciones son de México
destinadas a Estados Unidos.
Fuente: Departamento de Comercio de Estados Unidos, FT 455 y FT 155, Exports and Imports by
Country and Commodity.
2
60. Las exportaciones estadounidenses a México registraron los índices más
altos de crecimiento en vehículos de caminos, equipo de procesamiento de datos
para oficina y maquinaria eléctrica, como indica el cuadro 1.17. Dicho comercio
intraindustrial, es decir, dentro de las mismas secciones de la SITC, indica que
México se está especializando en ciertas clases de equipo, y esta especialización
le permite corridas más largas de producción y mayores exportaciones, aunque al
mismo tiempo se ve obligado a importar otras clases de equipo.
En la sección 8 de la SITC, el mayor crecimiento de las exportaciones
mexicanas se dió en mobiliario (33 por ciento anual), seguido del equipo
profesional y científico (28.9 por ciento), aunque los montos de estas
exportaciones, en términos comparativos, son menores que los de maquinaria
(véase el cuadro 1.18).
Este breve análisis del crecimiento y la composición del comercio
mexicano-estadounidense y de los sectores de crecimiento más dinámico,
especialmente en las exportaciones mexicanas, subraya el hecho de que la mayor
parte de la expansión del comercio bilateral se relaciona con las industrias que
participan en el proceso de internacionalización de la producción. Así pues, el
comercio ha estado ligado a la operación de corporaciones multinacionales y a la
especialización industrial.
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61. CUADRO 1.18 Comercio México-E.U. en otras manufacturas
(Sección 8 de la SITC)
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Crecimiento real
1987 (millones 1983-1987
de U.S.$) (por ciento)
Partida Descripción Exp. Imp. Exp. Imp.
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81 Accesorios de plomería 63.2 27.0 92.0 385.4
82 Mobiliario 309.1 90.2 213.3 143.2
83 Productos personales 27.8 5.4 53.4 83.7
84 Ropa 433.3 213.6 122.8 71.8
85 Calzado 104.6 6.7 74.8 299.4
87 Instrumentos científicos 280.7 396.7 176.4 146.8
88 Productos ópticos 45.1 60.4 34.3 40.3
89 Misceláneos 513.7 491.7 109.1 118.7
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Nota: Las importaciones son a México de Estados Unidos y las exportaciones son de México a
Estados Unidos.
Fuente: Departamento de Comercio de Estados Unidos, FT 455 y FT 155, Exports and Imports by
Country and Commodity.
El comercio ha seguido a la inversión extranjera directa, y la apertura de la
economía a los flujos de comercio debe llevar a los productores a especializarse y
aumentar sus exportaciones. Aunque el concepto de que el comercio y la inversión
están relacionados no es nuevo en la literatura económica, sus implicaciones en el
terreno de la política pública no se han entendido de manera suficiente. Muchos
países liberalizan el comercio, pero no hacen lo mismo con la inversión y, mientras
tanto, siguen teniendo política independientes para el comercio y el desarrollo
industrial.
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62. En este punto es pertinente un breve comentario sobre la reglamentación
mexicana sobre la inversión extranjera directa. La Ley de Inversión Extranjera de
1972 prohibía una participación extranjera mayor del 49 por ciento en la propiedad
de cualquier compañía mexicana, y restringía totalmente la propiedad de muchas
industrias, entre ellas la petroquímica básica, reservada exclusivamente al Estado.
La ley también disponía la propiedad exclusivamente mexicana en otras
actividades como el transporte por caminos y la radiodifusión, así como un mínimo
del 60 por ciento de participación mexicana en algunas otras, como la fabricación
de partes automotrices.
Esta ley se aplicaba desde 1973 con gran discreción por parte del gobierno,
ya que contenía muchos subterfugios conceptuales y se prestaba a distintas
interpretaciones, según las circunstancias. El resultado es que ofrecía un marco
legal deficiente para promover la inversión extranjera en México, y su aplicación
coincidió con la peor crisis económica del periodo de la posguerra. Ambos factores
ahuyentaron a los inversionistas extranjeros.
En 1989, bajo el nuevo gobierno del presidente Carlos Salinas, se emitió
por primera vez un reglamento para la interpretación de esta ley, en sustitución de
las disposiciones que anteriormente aclaraban algunos de sus aspectos. El nuevo
reglamento permite la propiedad extranjera completa en las actividades que no
están explícitamente restringidas ni en la Constitución ni en las leyes secundarias.
Sin embargo, los reglamentos siguen siendo restrictivos en la medida en que
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