1. “Venid entonces, y razonemos dice el Señor. Aunque
vuestros pecados sean como la grana, como la nieve
serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.
Isaías 1:18
JESÚS, EL DIOS
PERSISTENTE
2. Causas de su caída:
Pedro no había querido que fuese
conocido su verdadero carácter, asumió
un aire de indiferencia ante su maestro,
se colocó conscientemente en el terreno
del enemigo y siendo objeto de la
tentación no se permitió ser ayudado.
DTG pág. 743
Lucas 22:31-34
3. Una vez preso de la traición, una oleada de
recuerdos le abrumó. La tierna misericordia del
salvador, su bondad y clemencia, su amabilidad y
paciencia para con sus discípulos tan llenos de
yerros. Lo recordó todo. También recordó la
advertencia: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha
pedido para zarandearos como a trigo, pero se
aferró a estas palabras: “Más yo he rogado por ti
para que tu fe no falte” Una vez más miró a su
maestro y confesó su ingratitud, su falsedad, su
perjurio.
DTG pág. 744-745
4. 1ª. Pedro 5:7-- Salmos 103:3--Isaías 55:3
Juan 6:37--Juan 10:10
“Cristo puede salvar únicamente al que reconoce que
es pecador” PVGM pág. 122
“Si os entregáis a él y lo aceptáis como vuestro
Salvador, por pecaminosa que haya sido vuestra vida
seréis contado entre los justos por consideración a
él. El carácter de Cristo toma el lugar del vuestro y
vosotros sois aceptados por Dios como si no
hubierais pecado” CC pág. 62
LA INSISTENCIA DE DIOS
5. “Quizá Satanás susurre: Eres demasiado pecador
para que Cristo te salve. Al par de reconocer que
sois ciertamente pecadores e indignos, podéis
hacer frente al tentador exclamando: Por la virtud
de la expiación reclamo a Cristo como mi
Salvador. No confío en mis propios méritos, sino
en la preciosa sangre de Jesús que me limpia”
HH pág. 226
UNA BUENA NOTICIA