La música del Renacimiento se caracterizó por volver a los estilos de Grecia y Roma antiguas, con géneros como la polifonía a capella de varias voces que se imitaban unas a otras y mantenían el equilibrio. La Reforma Protestante introdujo los corales cantados en lenguas vernáculas, mientras que las principales escuelas musicales fueron la flamenca, la inglesa y la italiana, con figuras como Palestrina y los hermanos Gabrielli.