El Quattrocento fue un período importante en la arquitectura italiana. Se caracterizó por el renacimiento de los estilos clásicos de la antigua Roma y Grecia, con un enfoque renovado en la simetría, la proporción, la perspectiva y otros principios del orden clásico. Este período vio el desarrollo de diseños de iglesias de planta central y el uso generalizado del arco de medio punto y la bóveda de cañón.