3. Hacer comunicación para el Cambio Social y de Comportamiento implica poner en el centro de las intervenciones programáticas, al ser humano como sujeto de derechos. Para que los “participantes” a través de la comunicación educativa, intercambio de saberes y de experiencias, de la reflexión-acción, sean sujetos de su propio desarrollo.
4. Generalmente la comunicación es concebida como una “herramienta” estratégica en cualquiera que sea el programa o proyecto. No obstante, esta herramienta no es siempre utilizada de la mejor manera. Desde la perspectiva de los derechos humanos, el recibir y dar información por cualquier medio, el emitir opinión por las personas son derechos inalienables y recogidos por la Constitución Política.
5. En materia de los derechos humanos, la comunicación no solo se vuelve una herramienta imprescindible, sino una estrategia fundamental para el empoderamiento de la población. Y es sólo a través de la comunicación educativa los participantes pueden conocer sus derechos y responsabilidades, y por lo tanto demandar su cumplimiento.
6. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), como agencia del Sistema de las Naciones Unidas, desde su fundación ha reconocido el rol trascendental de la comunicación para el cambio social y de comportamientos. Considera a la comunicación como un componente transversal y estratégico para alcanzar los objetivos programáticos propuestos. UNICEF junto a contrapartes y socios, a través de la comunicación para el cambio social y de comportamiento, ha logrado impulsar estrategias de comunicación con mucho éxito en el área de salud, como la inmunización de muchas enfermedades en la niñez, disminuir la mortalidad infantil por enfermedades prevenibles, modificar comportamientos contra los derechos de las mujeres etc.
7. Para que la comunicación surta el efecto estratégico y desde el enfoque de derechos humanos, debe estar basada en cuatro grandes principios, la equidad de género, la participación, la intersectorialidad, y la sostenibilidad. Poniendo como centro de las intervenciones el interés superior de la niña, del niño y del adolescente. Estas intervenciones, deben tener diversos escenarios que coadyuven el cumplimiento de estos principios: la abogacía, la movilización social y la comunicación programática.