De la misma forma que el corazón debe ser cultivado para desarrollar su capacidad de amar, nuestra conciencia debe ser educada para desarrollar su potencia innata de guiarnos en nuestras acciones.
La enseñanza formal debería dedicar más esfuerzo tanto a cultivar el corazón como a despertar la conciencia. Si así sucediera la sociedad del futuro podría tener la oportunidad de ser una sociedad mejor, más sincera y recta.
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
La conciencia es nuestra maestro
1. NUESTRA CONCIENCIA ES
NUESTRO MAESTRO SUPREMO
Parte I
(apuntes preliminares)
Por Jorge Guldenzoph
Presidente de la
Conferencia del Liderazgo del Uruguay
2. Definición de Conciencia
• Conciencia se refiere al saber de sí mismo, al
conocimiento que el espíritu humano tiene de
su propia existencia, estados o actos.
Conciencia se aplica a lo ético, a los juicios
sobre el bien y el mal de nuestras acciones.
Una persona cloroformizada recobra la
conciencia al cesar los efectos del anestésico.
Una persona "de conciencia recta" no comete
actos socialmente reprobables (Wikipedia)
3. Verdades comunes
• Hay dos grandes “verdades” que de alguna
forma están en una posición central en las
doctrinas de todas las religiones o
pensamientos filosóficos-éticos (Ej.: el
confucionismo). Ellas son: a) - los seres
humanos tenemos una naturaleza original de
bondad y b)- los seres humanos tenemos a la
vez, una naturaleza desviada que nos conduce
hacia el mal
4. Naturaleza Original y la “Adquirida”
• Mientras una es “original” la otra es “adquirida”. En el
judaísmo, el cristianismo y el islamismo el proceso de
“adquirir” esa naturaleza desviada – contraria al objetivo
primordial de la creación de los humanos – se le denomina
“la caída”, y a la raíz de esa naturaleza desviada, egoísta, se
le llama “pecado original”.
• Nadie explico tan magistralmente y en forma tan sentida
esa lucha y conflicto interno que el Apóstol Pablo en su
grandiosa descripción de las dos leyes que yacen dentro de
cada uno. La ley del espíritu que nos lleva hacia Dios y la del
cuerpo que nos lleva hacia el mal. Hacemos el mal que no
queremos.
5. Naturaleza Original
• Pero lo que hoy quiero abordar es justamente
la naturaleza original, y dentro de ella nuestra
“conciencia”. Si no tuviéramos conciencia no
existiría forma de tener la sensibilidad y el
concepto (la emoción y el intelecto) de sentir
vergüenza, y arrepentimiento, cuando hemos
hecho el mal. O tener la sensibilidad y el
concepto innato de saber – sin doctrina de
por medio – que es lo que esta bien.
6. El Corazón y la Conciencia en el Islam
• En la sabiduría musulmanas aparece las
“Cuarenta Hadith de an-Nawawi 27” donde se
dice que Wabisah ibn Ma'bad afirmó: "Fui a ver al
Mensajero de Dios y él me dijo, '¿Usted quiere
preguntarme sobre el tema de la virtud? ' ' Sí, ' yo
contesté, y él continuó, ' Pregunta a tu corazón.
La virtud es aquello por el que el alma disfruta
reposo y el corazón la tranquilidad. El pecado es
lo que introduce problemas en el alma y tumulto
en el seno del hombre - y esto a pesar del consejo
religioso que los hombres pueden darle”
7. De alguna forma indica que la
conciencia no es una creación
de la religión y que esta aún
por encima de ella. Por decirlo
de otra forma sin conciencia no
habría religión.
8. En la Biblia
• En el Nuevo Testamento, Romanos 2.14-16,
nuevamente Pablo afirma que: “Porque cuando los
gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que
es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí
mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus
corazones, dando testimonio su conciencia”.
• Esto significa que aunque tengamos o no una religión
(ley) todos tenemos una fuerza dentro de nosotros que
nos indica y lleva a hacer lo correcto, y que cuando
obramos bien damos testimonio de nuestra conciencia.
En ese sentido la religión no debe sustituir la
conciencia sino despertarla.
9. Las Religiones e Iglesias deben
recordar
La religión no debe sustituir la
conciencia sino despertarla. Si hace lo
contrario se transforma en un
impedimento para que los seres
humanos nos acerquemos a Dios y
nuestros semejantes.
10. En el Confucionismo vemos a Mencio decir:
• "Todos los hombres tienen el corazón que, cuando ven a
otro hombre sufrir, ellos sufren, también... De esto
podemos ver que no es humano no tener un corazón que
simpatiza con el dolor. Igualmente no tener un corazón que
rechaza el vicio: tampoco es humano. No tener un corazón
que está dispuesto a diferir: eso no es humano. Y no tener
un corazón que discrimina entre lo verdadero y lo falso
tampoco es humano. ¿Cuál es el fundamento del
sentimiento humano natural para los demás? El corazón
que simpatiza con el dolor. ¿Cuál es el fundamento de
compromiso con el bien común? El corazón que rechaza el
vicio. ¿Cuál es el fundamento de respeto para las formas
sociales y religiosas? El corazón que está dispuesto a diferir.
¿Y cuál es el fundamento para una educación liberal? El
corazón que puede discernir entre lo verdadero y lo falso”
11. Capacidad inherente
• De esta forma en el Confucionismo se ve la
capacidad inherente a todo ser humano a ser
compasivo al dolor del prójimo. Se
señala, además, que el interés sincero por el
otro; el rechazo del vicio, o sea, el proceder
apartado de la ética y moral; la disposición a
dar y servir; y el saber que es el bien y que el
mal son aspectos de un “corazón humano”, o
de un ser con “conciencia”.
12. Hemos pisoteado a nuestra conciencia
• Hay quienes dirán que la maldad campea en el
mundo al punto de que muchos han perdido
esa sensibilidad y conocimiento intrínsico. Es
cierto que muchas veces hemos “pisoteado” y
“adormecido” nuestras conciencias. Pero
están allí. Tarde o temprano nuestra
conciencia nos enfrenta al mal y el error que
hemos hecho.
13. Nadie puede escapar a su conciencia
• Nos existe ningún ser humano que enfrentado
a la “película de su vida”, cuando dejamos este
mundo y entramos en la dimensión espiritual
eterna, no llore y quiebre su corazón, por el
llamado de su conciencia, frente al daño que
ha cometido a otros: su esposa o esposo, sus
hijos, a un prójimo. No podemos escapar a
nuestra conciencia
14. La esfera física y la esfera invisible
• Obviamente la conciencia necesita del cuerpo
para relacionar con la realidad física y
responder a ella. Pero la capacidad innata de
la conciencia, para distinguir entre el bien y el
mal, esta depositada en otra esfera. Cuando
esta esfera esta alerta y fuerte mueve a los
resortes ubicados en la base física para
responder. Por ejemplo el remordimiento de
la conciencia mueve a las lágrimas de
arrepentimiento.
15. Los límites de la Ciencia
• “Más allá de la idea de que el yo es el
resultado de la actividad cerebral – de la
acción de los electrones y los elementos, si así
lo prefieren -, es difícil huir de la conclusión de
que, después de todos estos años, todavía no
sabemos ni siquiera como hablar acerca de la
conciencia, acerca del yo”.
Peter Watson
“Ideas. Historia Intelectual de la Humanidad”
16. El Corazón y la Conciencia
Cultivado y Educada
• De la misma forma que el corazón debe ser cultivado
para desarrollar su capacidad de amar, nuestra
conciencia debe ser educada para desarrollar su
potencia innata de guiarnos en nuestras acciones.
• La enseñanza formal debería dedicar más esfuerzo
tanto a cultivar el corazón como a despertar la
conciencia. Si así sucediera la sociedad del futuro
podría tener la oportunidad de ser una sociedad mejor,
más sincera y recta.