El documento resume las principales características de la conciencia moral según la doctrina católica. Define la conciencia moral como el juicio de razón por el cual la persona reconoce la calidad moral de un acto. Explica que la conciencia puede clasificarse de diversas maneras, como por el momento en que se emite el juicio, si es verdadera o errónea, según el grado de certeza, y por el modo habitual de emitir juicios. Además, destaca la necesidad de formar la conciencia para que sea recta y se a
1. CONCIENCIA MORAL, 1
CCE 1796: “La conciencia moral es un juicio de la razón por el
que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto
concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho”.
Resumen de Gaudium et spes 16: - la conciencia, sagrario del hom-
bre, es lo más íntimo de la persona; - en la conciencia, Dios habla
al hombre; - la conciencia descubre al creyente el precepto máximo
del amor; - por la conciencia los hombres se unen entre sí en la
búsqueda de la verdad; - la conciencia recta es la seguridad máxi-
ma para ser fieles a la vida moral; - no pierde su dignidad cuando
actúa con ignorancia invencible; - se degrada cuando, consciente-
mente, comete el pecado.
UNIDAD N°3
2. CONCIENCIA MORAL, 2
Múltiples clases de conciencia:
a. Por razón del momento en que se emite el juicio: antecedente
(cuando el juicio precede a la acción), concomitante (es el
juicio emitido durante la acción misma, cuando el sujeto
reflexiona moralmente sobre lo que está haciendo),
consecuente (si el juicio se refiere en cambio a un acto ya
realizado)
En los dos primeros casos, la conciencia puede y tiende a guiar la acción
de la persona; en el tercero, una vez realizado el hecho, podrá
solamente atestiguar sobre el bien/mal realizado. Pero también este
juicio después de la acción es importante para guiar a la persona en sus
comportamientos futuros y hasta en relación con el acto realizado, en la
medida en que sea posible hacer algo en relación con él, por ejemplo
reparar el mal hecho a alguien.
UNIDAD N°3
3. CONCIENCIA MORAL, 2
Múltiples clases de conciencia:
b. En relación a la norma o ley: verdadera (cuando el juicio de
razón corresponde a la cualidad moral objetiva del acto. La verdad
moral objetiva depende en el fondo de la correspondencia entre el
acto y la “norma moral objetiva”, basada especialmente en la Ley
Moral Natural y en la Ley de Dios.) , errónea (Cuando el juicio de
razón es contrario a la norma moral objetiva, la conciencia es
errónea.)
Se habla, pues, de error -o de ignorancia, o de duda- de derecho o de hecho.
En el primer caso se trata del conocimiento del principio o norma que rige
un determinado acto: por ejemplo, saber o no que el miércoles de ceniza el
cristiano debe observar abstinencia. En el segundo se trata del conocimiento
del hecho mismo que es regido por el principio o norma: saber o no que hoy
es miércoles de ceniza.
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4. CONCIENCIA MORAL, 2
Múltiples clases de conciencia:
c. Por razón del asentimiento del juicio: cierta (Es cierta cuando
el sujeto está convencido firmemente de su juicio de conciencia. El
“sabe” que un determinado acto es bueno o malo. No le caben
dudas.), dudosa (el individuo no está seguro de la cualificación
moral que debe dar a un acto (hecho o por hacer), y por tanto no
sabe cómo debe actuar. Se encuentra en estado de conciencia
dudosa: duda positiva o negativa);
UNIDAD N°3
5. CONCIENCIA MORAL, 2
Múltiples clases de conciencia:
d. Por el modo habitual de emitir el juicio: escrupulosa (Una
conciencia escrupulosa es una conciencia enferma. Es como una báscula que
marca más de lo debido: todo le parece peor de lo que es. Descubre pecados
donde no los hay y ve un mal grave donde sólo hay alguna imperfección. La
persona escrupulosa es tímida y aprensiva, cree que sentir equivale a consentir y,
por lo mismo, confunde la tentación con el pecado. Vivir con una conciencia
escrupulosa es como conducir un auto con el freno de mano puesto: en continuo
estado de fricción, tensión y estrés.); laxa (la conciencia laxa peca por defecto.
Se asemeja a la báscula que marca menos que lo debido. La persona con
conciencia laxa decide, sin fundamentos suficientes, que una acción es lícita, o
que una falta es grave no es tan seria. Acepta como bueno lo que es una clara
desviación moral.); delicada (La conciencia bien formada se localiza entre
estos dos extremos. Una conciencia bien formada es delicada: se fija en los
detalles, como un pintor de pincel fino que no se contenta con figuras y formas
más o menos burdas, sino que insiste en la perfección, incluso en los aspectos
más pequeños.)
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6. CONCIENCIA MORAL, 2
Múltiples clases de conciencia:
e. En razón de la responsabilidad con que se emite el juicio:
recta (la conciencia de un sujeto que procura sinceramente entender la realidad
moral objetiva, para ver como bueno lo que es bueno y como malo lo que es
malo, y actuar en consecuencia:se ajusta al dictamen de la razón), torcida
(cuando el sujeto no quiere sinceramente adecuar su saber moral y su juicio
moral particular a la realidad moral objetiva, porque no quiere actuar
coherentemente con ella. Y esa actitud moralmente torcida le llevará a desviar su
razón para que se acomode a lo que él quiere ver y entender, o a actuar en contra
de lo que le dice su conciencia, tratando de no hacerle caso o de justificar su
comportamiento con algún tipo de razonamiento añadido.)
En el primer caso, hará lo posible para convencerse de que la acción X es
moralmente correcta; en el segundo hará lo posible para convencerse de
que, aunque es en sí incorrecta, él está justificado, dado que... Y ahí viene
toda una serie de volteretas mentales: “todos lo hacen”, “en el fondo no le
perjudico gravemente”, “total, no se entera”, “estaba cansado”, “es sólo
una vez”, etc. Etc.).
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7. CONCIENCIA MORAL, 3
Principios morales, 1
1 Es preciso actuar siempre con conciencia verdadera.
2 Nunca es lícito actuar con conciencia dudosa acerca de
la licitud de una acción, si hay fundado temor de errar.
=> medidas oportunas para salir de la duda.
3 La duda negativa no debe tenerse en cuenta al momento
de actuar (razón de poco peso).
4 La conciencia invenciblemente errónea, cuando permite
algo que está prohibido y lo hace, no comete pecado.
UNIDAD N°3
8. CONCIENCIA MORAL, 4
5 La conciencia que padece un error invencible debe ser
obedecida en lo que manda o prohibe, de lo contrario
obra contra su conciencia y peca.
6 Es pecado actuar con conciencia venciblemente errónea.
7 La conciencia es libre, por lo que no debe ser violentada
por nadie: Dios mismo respeta la libertad de la persona
humana. Pero el hombre no es libre para no formar su
conciencia: está obligado a asumir los medios necesarios
para formar una conciencia recta.
Principios morales, 2
UNIDAD N°3
9. CONCIENCIA MORAL, 5
Crisis de la conciencia: Nietzsche = “la conciencia es una terrible
enfermedad”; actualmente no faltan quienes achacan el origen de
la conciencia a prejuicios religiosos, por lo que, en la teoría y en
la práctica, pretenden negarla. => La propia experiencia personal
testifica la existencia de la conciencia en cada persona.
Ya el AT se refiere varias veces a la conciencia del hombre. En
el NT se menciona 30 veces: se alaba la buena conciencia (1 Tim
1, 5); se recuerda el respeto a la conciencia propia y ajena (1 Cor
10, 25-29); se contrapone la conciencia de los paganos y de los
cristianos (Rom 2, 15; 13, 5); se recomienda respetar la conciencia
de los débiles (1 Cor 8, 7-13); etc..
UNIDAD N°3
10. CONCIENCIA MORAL, 6
Libertad de conciencia: la que pretende
situarse al margen de toda norma, incluida
la ley de Dios, con el fin de hacer lo que
le venga en gana. La conciencia personal
sería absoluta.
Libertad de las conciencias: hace referen-
cia a la dignidad de la conciencia de cada
persona, por lo que debe ser respetada.
Debe ser garantizada jurídicamente para
estar protegida.
UNIDAD N°3
11. CONCIENCIA MORAL, 7
Conciencia y verdad, 1
La función de la conciencia es emitir juicios prácticos acerca de
la bondad o malicia de un acto: por lo tanto hace relación a la
verdad práctica (conocimiento del bien y del mal moral objetivos).
Veritatis splendor 32: “Se han atribuido a la
conciencia individual las prerrogativas de
una instancia suprema del juicio moral, que
decide categórica e infaliblemente sobre el
bien y el mal. Al presupuesto de que se de-
be seguir la propia conciencia se ha añadido
indebidamente la afirmación de que el jui-
cio moral es verdadero por el hecho mismo
de que proviene de la conciencia”.
UNIDAD N°3
12. CONCIENCIA MORAL, 8
Conciencia y verdad, 2
Error = falso concepto de verdad. Se niega que exista una verdad
universal acerca del bien y del mal y se afirma que los crea la
conciencia en relación con cada uno de sus actos.
La conciencia no crea la verdad, sino que tan sólo goza de una
capacidad innata para descubrirla. Por eso, mientras se tiene
uso de razón, todo hombre discierne, de modo más o menos
claro, el bien y el mal. La conciencia es una luz inextinguible
que nos viene dada por la misma naturaleza. De aquí la nece-
sidad de formar bien la propia conciencia ya que no es infa-
lible en sus juicios y necesita conocer la verdad.
UNIDAD N°3
13. CONCIENCIA MORAL, 9
CCE 1783: “Hay que formar la conciencia, y esclarecer el
juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz.
Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verda-
dero querido por la sabiduría del Creador. La educación de
la conciencia es indispensable a seres humanos sometidos a
influencias negativas y tentados por el pecado a preferir su
propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas”.
CCE 1784: “La educación de la conciencia es una tarea de
toda la vida (...). La educación de la conciencia garantiza
la libertad y engendra la paz del corazón”.
UNIDAD N°3
14. CONCIENCIA MORAL, 10
Medios para formar una conciencia recta:
a. La aceptación de la enseñanza moral: estar atento a las ense-
ñanzas morales que ofrece el Magisterio de la Iglesia.
b. El conocimiento de la vida cristiana.
c. La reflexión: “es preciso que cada uno preste atención a sí
mismo para oír la voz de su conciencia. Esta exigencia de inte-
rioridad es tanto más necesaria que la vida impulsa con frecuen-
cia a prescindir de toda reflexión, examen o interiorización”
(CCE 1799).
d. El examen personal: ayuda a que se adquieran criterios firmes
y estables sobre la moralidad de la propia existencia.
e. El Sacramento de la Penitencia.
f. La dirección espiritual.
g. Ejercicio de las virtudes cardinales y teologales.
UNIDAD N°3
15. CONCIENCIA MORAL, 11
La conciencia moral puede sufrir deformaciones y aun corrupciones.
“El desconocimiento de Cristo y de su Evangelio,
los malos ejemplos recibidos de otros, la servi-
dumbre de las pasiones, la pretensión de una mal
entendida autonomía de la conciencia, el rechazo
de la autoridad de la Iglesia y de su enseñanza,
la falta de conversión y de caridad pueden con-
ducir a desviaciones del juicio en la conducta
moral” (CCE 1792).
UNIDAD N°3
16. CONCIENCIA MORAL, 12
Decidir en conciencia puede resultar a veces difícil.
CCE 1789: “En todos los casos son aplicables algunas reglas:
- Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien.
- La ‘regla de oro’: ‘Todo (...) cuanto queráis que os hagan
los hombres, hacédselo también vosotros’ (Mt 7, 12).
- La caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo
y hacia su conciencia: ‘Pecando así contra vuestros hermanos,
hiriendo su conciencia, pecáis contra Cristo’ (1 Co 8, 12). ‘Lo
bueno es (...) no hacer cosa que sea para tu hermano ocasión
de caída, tropiezo o debilidad’ (Rm 14, 21)”.
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